DE LA AUDIENCIA GENERAL
DEL PAPA FRANCISCO
Miércoles, 10 de octubre de 2018
“Un punto de vista
contradictorio consiente también la supresión de la vida humana en el seno
materno en nombre de la salvaguardia de otros derechos. Pero, ¿cómo puede ser
terapéutico, civilizado, o simplemente humano un acto que suprime la vida
inocente e indefensa en su florecimiento? Yo os pregunto: ¿Es justo «quitar de
en medio» una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo contratar a un
sicario para resolver un problema? No se puede, no es justo «quitar de en
medio» a un ser humano, aunque sea pequeño, para resolver un problema. Es como
contratar a un sicario para resolver un problema.
¿De dónde viene todo esto? La violencia y el rechazo a la
vida, ¿de dónde nacen, en el fondo? Del miedo. De hecho, acoger al otro es un
desafío al individualismo. Pensemos, por ejemplo, cuando se descubre que una
vida naciente es portadora de discapacidad, incluso grave. Los padres, en estos
casos dramáticos, necesitan cercanía real, solidaridad verdadera, para
enfrentar la realidad y superar temores comprensibles. En su lugar, a menudo
reciben consejos apresurados para interrumpir el embarazo, es decir, es una
forma de decir: «interrumpir el embarazo» significa «quitar de en medio a uno»,
directamente.”
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