MUERTE
- Trabajemos como si
nunca tuviéramos que morir y vivamos como si tuviésemos que desaparecer a cada
instante.
- Nunca he oído que
alguno haya estado contento a la hora de la muerte del mal que hubiera
cometido.
- A la hora de la
muerte te arrepentirás de haber perdido tanto tiempo, sin ningún provecho para
tu alma.
- Estad preparados y
no confiéis en vuestra salud.
- Los asuntos del
alma se arreglan con tiempo. ¿Quién sabe si te llegue a faltar?
- La muerte no
espera a ninguno.
- Como es la vida,
tal es la muerte.
- En el momento de
la muerte se debe haber obrado y no pretender obrar entonces.
- En el momento de
la muerte recogeremos cuanto hayamos sembrado durante la vida.
- El que quiera
pasar bien su último instante en este mundo, viva cristianamente bien.
- Solamente aquellos
que se comportan mal y no se acercan nunca o raramente a los Sacramentos,
tienen que. temer a la muerte.
- Hay que hacer
todas las cosas de tal manera que en cualquier momento que nos llegue la muerte
nos encuentre preparados.
- Quien bien obra en
la vida, se encontrará tranquilo a la hora de la muerte. Como es la vida, así
es la muerte.
- ¿Si tuvieses que
morir en este momento, a dónde irías?
- Los que piensan
poco en la muerte, cuando se acerca, tiemblan y sienten miedo.
- Pensad al
acostaros, si la muerte os sorprendiere durante esa noche, ¿qué sería de
vuestra alma?
- A la hora de la
muerte las cosas se juzgan de muy diverso punto de vista.
- En presencia de la
muerte cesan las risas.
- En el momento de
la muerte, lo que más consuela es el bien que hubiéremos hecho y las demás
cosas sólo nos causarán angustias.
- ¿Excusas? ¿Habrá
argumentos para tranquilizarte a la hora de la muerte?
- La muerte viene
como ladrón. Inesperadamente. Luego ¿estás preparado para la gran sorpresa?
- Para decidir sobre
la vocación es aconsejable imaginarse el momento de la muerte; ahí se ve lo que
es realidad y lo que es vanidad.
- Las mejores
decisiones se toman poniéndose en el momento de la muerte.
- La muerte para los
buenos cristianos no es separación, sino ausencia temporal, para volverse a
encontrar luego; así que, paciencia, si alguien nos precede.
- No dejes para
mañana lo que puedes hacer hoy, porque quien sabe si mañana ya no tengas
tiempo. El ejercicio de la buena muerte consiste principalmente en hacer la
confesión y comunión como si fuese la última de nuestra vida.
- Si el oratorio va
bien, debo atribuirlo especialmente al ejercicio de la muerte.
- El ejercicio de la
buena muerte y la frecuente comunión son la clave de todo.
- Observad las
Reglas. No dejéis jamás de hacer el Ejercicio mensual de la Buena Muerte.
- Además de las
Reglas, obsérvese especialmente las prácticas de piedad y entre éstas, como
recuerdo especial, deseo se haga bien el Ejercicio de la Buena Muerte. Os
aseguro que siguiendo bien este ejercicio mensual, se puede estar tranquilo de
la salvación del alma y tener la certeza de que está en el verdadero camino de
su salvación.
- Bienaventurado
quien a la hora de la muerte tiene el consuelo de haber hecho buenas obras en
vida.
- Hay dos
posibilidades para el hombre después de su muerte; el infierno, donde se sufren
toda clase de males y el paraíso, donde se gozan todos los bienes.
- Los tres enemigos
del hombre son: la muerte (que lo sorprende); el tiempo (que huye); y el
demonio que lo tienta con sus lazos.
- Amigo mío, todo se
paga y se consigue con el dinero, menos alejar la muerte que no se puede
sobornar.
- Ruega al ángel de
tu guarda, que te venga a consolar y a asistir en la hora de tu muerte.
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