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miércoles, 8 de junio de 2022

Declaración sobre la masonería - Episcopado Argentino

 

Declaración sobre la masonería

Episcopado Argentino

20 de febrero de 1959



Palacio Cangallo
Sede de la Gran Logia de la Argentina
de Libres y Aceptados Masones


 

«El Episcopado Argentino en su Reunión Plenaria, ante las diversas manifestaciones hechas en la prensa por la masonería, se siente en la obligación de hacer una pública declaración en cumplimiento de la recomendación de S.S. León XIII: “Lo primero que procuraréis hacer será arrancar a los masones sus máscaras para que sean conocidos tales cuales son” (Encíclica “Humanum Genus”). 

Los Papas, pilotos supremos e infalibles de la civilización, comprendieron el peligro que amenazaba al mundo a través de las sectas y lo señalaron desde la primera hora declarando palmariamente la conjuración satánica que se cernía sobre la humanidad. 

Desde Clemente XII, en su Encíclica “In Emminenti” de 1738, hasta nuestros días, reiteradamente los soberanos Pontífices han condenado las sectas masónicas, y el Código de Derecho Canónico señala: “Los que dan su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del mismo género incurren en excomunión” (Canon 2335). 

El 24 de julio de 1958 (en la Octava Semana de Formación Pastoral), S.S. Pío XII señaló como “raíces de la apostasía moderna, el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y la masonería, madre común de todas ellas ”. 

Doctrina y fines de la masonería

El inmortal Pontífice León XIII, en la carta Encíclica “Humanum Genus” –condenatoria de la masonería- al afirmar que “junto al reino de Dios en la tierra, que es la verdadera Iglesia de Cristo, existe otro reino, el de Satán, bajo cuyo imperio se encuentran todos los que rehusan obedecer a la ley divina y eterna y acometen empresas contra Dios, o prescinden de El”, nos advierte que “en nuestros días todos los que favorecen al segundo de estos bandos parecen conspirar de común acuerdo y pelear con la mayor vehemencia, siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los masones. Audazmente se animan –continúa el Papa- contra la Majestad de Dios y maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa iglesia, y esto con el propósito de despojar enteramente a los pueblos cristianos de los beneficios que les granjeó Jesucristo Nuestro Salvador”. Más adelante dice León XIII: “Entre los puntos de doctrina en que parece haber influído en gran manera la perversidad de los errores masónicos se hallan las enormidades sostenidas por los socialistas y comunistas y los ataques contra la verdadera y genuina noción de la familia cristiana, la cual tiene su origen en el matrimonio uno e indisoluble; y contra la educación cristiana de la juventud y la forma de la potestad política modelada según los principios de la sabiduría cristiana. Por eso, a ejemplo de nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina y sus intentos y manera de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de su funesta peste. Hay varias sectas –anota el Papa- que si bien diferentes en nombre, forma y origen, se hallan sin embargo unidas entre sí por cierta comunión de propósitos y afinidad entre sus opiniones capitales, concordando de hecho con la secta masónica: especie de centro de donde todas ellas salen y adonde todas vuelven”.

domingo, 19 de abril de 2020

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA - II Domingo de Pascua - Conferencia Episcopal Argentina


La siguiente es una guía para poder celebrar en nuestras casas, en este tiempo de pandemia, el segundo domingo de Pascua o de la divina misericordia.
Los textos que están en rojo (rúbricas) no son para leer en voz alta y tienen la función de dar algunas indicaciones sobre lo que hay que ir haciendo. De acuerdo a las posibilidades de la persona y/o grupo familiar se realizará todos o algunos de los momentos celebrativos propuestos.

Para preparar antes de la celebración:
- Un lugar cómodo que permita el recogimiento y la oración familiar.
- Un pequeño altar con los elementos que a la familia le son significativos: un mantel, una vela encendida, una cruz, la imagen de la Virgen María, etc.
- Una Biblia desde la cual se proclamará el Evangelio


Iniciamos la celebración
Una vez reunida la familia en torno a la Palabra de Dios, se propone comenzar con el canto «La gran noticia» Aquí

LA GRAN NOTICIA

Esta es la gran noticia:
“que Jesús resucitó,
que no hay muerte,
sólo hay vida, vida
plena nos da Dios”.

viernes, 10 de abril de 2020

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA - Viernes Santo - Conferencia Episcopal Argentina


En este subsidio podrán encontrar una celebración para la tarde del viernes santo. Los textos que están en rojo (rúbricas) no son para leer en voz alta y tienen la función de dar algunas indicaciones sobre lo que hay que ir haciendo. De acuerdo a las posibilidades de la persona y/o grupo familiar se realizará todos o algunos de los momentos celebrativos propuestos.

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA

Celebraciones para los hogares

Viernes Santo


Celebrar el Triduo Pascual en casa

En la tradición hebrea, la casa constituye un espacio privilegiado en el cual crecer a la luz de la fe, en el cual testimoniar la fe y en el cual celebrar la memoria de la salvación obrada por Dios. Casa es lugar en el cual vivir y celebrar la obra de la liberación cumplida por Yahveh (Ex 12; Jo 2; 1Re 17).

Jesús ha realizado su misión mesiánica no solo en las calles, en las sinagogas, en el templo, sino también en las casas. El evangelio se mete en la historia a partir de las casas: la casa de Nazaret, donde Jesús crece; las casas en las cuales Jesús se revela y en las cuales instituye discípulos (Mc 3, 20; 4,33-34; 7,17.30; 9,28; Mt 13,36), En las cuales es recibido amistosamente y comparte la palabra (Lc 10,38-42: Marta y María; Lc 19,1-10: Zaqueo), en las cuales cura (Mc 1,29-31; Mc 2,1-5); las casas donde son invitados sus discípulos (Mt 10, 13-14); las casas son lugares de banquetes, primeros signos del Reino de Dios, hasta la última cena con sus discípulos (Lc 7,36-50; Mc 14,14.15). La primera comunidad cristiana ha reconocido en la casa un espacio del Espíritu, un lugar de evangelización (Hch 5,42; 10,1-47; 20,20) y de celebración (Hch 2,46; 12,12-17). Es iglesia en casa, de Priscila y Aquilas (en Éfeso: 1 Cor 16,19; en Roma: Rom 16,5), de Ninfas (en Laodicea: Col 4,15); de Lidia (en Filipos: Hch 16,15), de Cloe (1 Cor 1,11) y Estéfanas (1 Cor 1,16; 16,15): No es sólo «en» casa como lugar material, sino más bien el grupo humano. La casa es, antes que nada, lugar de los afectos, de las relaciones, en la cual somos generados a la vida y en la cual experimentamos seguridad e identidad y en la cual somos invitados al vivir. La casa es, también, lugar de tensiones, de conflictos, a veces graves (que desembocan en violencias psicológicas y físicas), pero también lugar de reconciliación. Un espacio que reconocemos como «nuestro» y que define nuestra identidad y nuestro mutuo reconocimiento. Habla de nosotros, nos habla. Nuestra casa es hoy para nosotros primer lugar donde resuena la Palabra del Dios de la Vida, portadora de esperanza y significado auténtico, y espacio de celebración.

En este tiempo y con las palabras de nuestra fe, contaremos y cantaremos a Dios nuestro cansancio, nuestro dolor, nuestra esperanza y nuestro deseo.

Por eso los invitamos a celebrar juntos este Triduo Pascual diferente como una oportunidad de que nuestra casa se convierta en el lugar privilegiado para que hoy se haga presente el misterio más grande de nuestra fe: la entrega del Señor que por amor da la vida por nosotros para que en él tengamos vida.

VIERNES SANTO
CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
Y ADORACIÓN DE LA CRUZ

jueves, 9 de abril de 2020

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA - Jueves Santo - Conferencia Episcopal Argentina


En este subsidio podrán encontrar una celebración para la noche del jueves santo. Los textos que están en rojo (rúbricas) no son para leer en voz alta y tienen la función de dar algunas indicaciones sobre lo que hay que ir haciendo. De acuerdo a las posibilidades de la persona y/o grupo familiar se realizará todos o algunos de los momentos celebrativos propuestos.


Celebrar el Triduo Pascual en casa
En la tradición hebrea, la casa constituye un espacio privilegiado en el cual crecer a la luz de la fe, en el cual testimoniar la fe y en el cual celebrar la memoria de la salvación obrada por Dios. Casa es lugar en el cual vivir y celebrar la obra de la liberación cumplida por Yahveh (Ex 12; Jo 2; 1Re 17).

Jesús ha realizado su misión mesiánica no solo en las calles, en las sinagogas, en el templo, sino también en las casas. El evangelio se mete en la historia a partir de las casas: la casa de Nazaret, donde Jesús crece; las casas en las cuales Jesús se revela y en las cuales instituye discípulos (Mc 3, 20; 4,33-34; 7,17.30; 9,28; Mt 13,36), En las cuales es recibido amistosamente y comparte la palabra (Lc 10,38-42: Marta y María; Lc 19,1-10: Zaqueo), en las cuales cura (Mc 1,29-31; Mc 2,1-5); las casas donde son invitados sus discípulos (Mt 10, 13-14); las casas son lugares de banquetes, primeros signos del Reino de Dios, hasta la última cena con sus discípulos (Lc 7,36-50; Mc 14,14.15). La primera comunidad cristiana ha reconocido en la casa un espacio del Espíritu, un lugar de evangelización (Hch 5,42; 10,1-47; 20,20) y de celebración (Hch 2,46; 12,12-17). Es iglesia en casa, de Priscila y Aquilas (en Éfeso: 1 Cor 16,19; en Roma: Rom 16,5), de Ninfas (en Laodicea: Col 4,15); de Lidia (en Filipos: Hch 16,15), de Cloe (1 Cor 1,11) y Estéfanas (1 Cor 1,16; 16,15): No es sólo «en» casa como lugar material, sino más bien el grupo humano. La casa es, antes que nada, lugar de los afectos, de las relaciones, en la cual somos generados a la vida y en la cual experimentamos seguridad e identidad y en la cual somos invitados al vivir. La casa es, también, lugar de tensiones, de conflictos, a veces graves (que desembocan en violencias psicológicas y físicas), pero también lugar de reconciliación. Un espacio que reconocemos como «nuestro» y que define nuestra identidad y nuestro mutuo reconocimiento. Habla de nosotros, nos habla. Nuestra casa es hoy para nosotros primer lugar donde resuena la Palabra del Dios de la Vida, portadora de esperanza y significado auténtico, y espacio de celebración.

domingo, 5 de abril de 2020

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA - Domingo de Ramos - Conferencia Episcopal Argentina


La siguiente es una guía para poder celebrar en familia el comienzo de la semana santa en este Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. Los textos que están en rojo (rúbricas) no son para leer en voz alta y tienen la función de dar algunas indicaciones sobre lo que hay que ir haciendo.

Para este día, además de lo que se propone en este esquema de celebración, se sugiere que como signo exterior, en la puerta, ventana o balcón del hogar, se pueda colocar alguna rama verde para indicar el comienzo de esta semana tan especial para los cristianos. Puede ser, además, acompañada con alguna frase como «Bendito el que viene en nombre del Señor», «Hosanna», «Semana Santa», o cualquiera otra que haga referencia al momento que vivimos.


Para preparar en familia antes de la celebración:
- Un lugar cómodo que permita el recogimiento y la oración familiar.

- Un pequeño altar con los siguientes elementos: un mantel, una vela encendida, una cruz, la imagen de la Virgen María, etc.

- Una Biblia desde la cual se proclamará el evangelio.

- Para el gesto después del evangelio, tener a mano papelitos y lápices para escribir.

- Para la bendición de los ramos, se pueden tomar ramos de cualquier planta que la familia tenga. No es necesario que sean de olivo. Y si en la casa no hay plantas de donde tomar ramos, los niños y jóvenes de la familia pueden dibujar palmas o diseñar ramos con papeles u otros elementos.

Para charlar en familia antes de la celebración
Las circunstancias particulares que nos tocan vivir, nos permiten profundizar en nuestra fe, acerca de la costumbre de bendecir los ramos en este día:

viernes, 27 de marzo de 2020

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA - Domingo V de cuaresma - Conferencia Episcopal Argentina


CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA
Celebración familiar para el V Domingo de Cuaresma
29 de Marzo de 2020

Preparar antes de la celebración:
- Un lugar cómodo que permita el recogimiento y la oración familiar.
- Un pequeño altar con los elementos que a la familia le son significativos: un mantel, una vela encendida, una cruz, la imagen de la Virgen María, etc.
- Una Biblia desde la cual se proclamará el Evangelio.


Iniciamos la celebración
Una vez reunida la familia en torno a la Palabra de Dios, el adulto que guía la celebración (G) comienza diciendo:

G: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Familia, bendigamos al Señor, que en su bondad nos invita a compartir la mesa de su Palabra.

Todos responden: Bendito sea Dios, por los siglos.

Y continúa: Todos nosotros queremos crecer como cristianos y vivir el Evangelio, pero no siempre nuestras palabras, sentimientos, obras y pensamientos son buenos. Por eso, reconozcamos ahora la misericordia infinita que en la cruz nos perdonó.

sábado, 21 de marzo de 2020

CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA - Domingo IV de cuaresma - Conferencia Episcopal Argentina


CELEBRAR Y ORAR EN TIEMPO DE PANDEMIA

Celebración familiar para el IV Domingo de Cuaresma
22 de Marzo de 2020
Preparar antes de la celebración:
- Un lugar cómodo que permita el recogimiento y la oración familiar.
- Un pequeño altar con los elementos que a la familia le son significativos: un mantel, una vela encendida, una cruz, la imagen de la Virgen María, etc.
- Una Biblia desde la cual se proclamará el evangelio.

El Señor y la Virgen del Milagro de Salta

Iniciamos la celebración
Ya reunida la familia en torno a la Palabra de Dios, el adulto que guía la celebración (G) comienza diciendo:
G: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Familia, bendigamos al Señor, que en su bondad nos invita a compartir la mesa de su Palabra.
Todos responden:
Bendito sea Dios, por los siglos.

Y continúa:
Todos nosotros queremos crecer como cristianos y vivir el evangelio, pero no siempre nuestras palabras, sentimientos, obras y pensamientos son buenos. Por eso, reconozcamos ahora la misericordia infinita que en la cruz nos perdonó.

viernes, 25 de octubre de 2019

Propuestas para recuperar la santificación de los días festivos - Episcopado Argentino



RESOLUCIONES DEL 
EPISCOPADO ARGENTINO
1938 
I
Cruzada por la santificación de los días festivos

Ante el hecho tan doloroso del incumplimiento del precepto dominical por parte de numerosos fieles y de la incomprensión de la excelencia de la Misa como manantial sin par de la gracia divina, y por ende del escaso aprovechamiento espiritual que de la asisten­cia a ella reportan; los Obispos, reunidos en su asamblea bienal, resuelven iniciar una Cruzada para acrecentar el número de los que cumplan con tan grave deber y lo hagan con más abundantes frutos, mediante una mejor inteligencia de la Misa y una participación más activa en ella.
Con este fin resolvemos­
1º. Recomendar a los párrocos, rectores de iglesia y misioneros:
a) Insistan con frecuencia en sus predicaciones sobre la grave obligación que todos los cristianos, en edad hábil, tienen de asistir a Misa los días festivos y sobre la cuenta que Dios pedirá a los que falten a ella voluntariamente y a quienes su ejemplo, cuando no con su palabra, aparten a otros del cum­plimiento de este precepto.
b) Recuerden frecuentemente a los padres de familia, padrinos y tutores el grave deber que tienen de inculcar a sus hijos, ahijados y pupilos que la Misa dominical es una de las princi­pales obligaciones del cristiano y que han de velar para que cumplan fielmente con ella, dando, por otra parte, ejemplo.
c) Enseñen a todos niños y adultos que la Misa es el acto más sublime y eficaz de nuestra santa Religión, dándoles a conocer su esencia y su liturgia para que se unan más íntimamente a Jesucristo, eterno Sacerdote, y a su ministro y sea
de este modo más provechosa su participación en ella.

2°. Encarecer a los párrocos, rectores de iglesia, misioneros, directores de colegios, escuelas, asilos católicos y catequistas que vuelvan con frecuencia en las clases de Religión sobre los men­cionados puntos, de tal vital importancia para la vida cristiana y la salvación eterna.

sábado, 14 de septiembre de 2019

El Dios de la vida y del amor humano - Conferencia Episcopal Argentina


EL DIOS DE LA VIDA Y DEL AMOR HUMANO


Introducción
1. Dios es la fuente de la vida
1.1. Nos creó a imagen y semejanza suya
1.2. Nos creó varón y mujer
1.3. Es el garante de la vida humana
2. Jesús revela que Dios es Amor
2.1. Jesús revela la intimidad de Dios: ¡es relación, es familia!
2.2. Dios comunica una vida nueva y plena
2.3. Nos ama hasta el extremo de darnos su Vida
3. Aprender a vivir y amar
3.1. Optar por la cultura de la vida
 3.2. Llevar la luz del Evangelio a madres, padres e hijos
3.3. Testigos de la belleza de la vida y del amor humano

EL DIOS DE LA VIDA Y DEL AMOR HUMANO
Introducción

Hace más de medio siglo la Iglesia expresaba su cercanía a las diversas realidades que vivía la comunidad humana diciendo que: El gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de toda clase de afligidos, son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo, y nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón 1.

La misma intención es la que nos mueve hoy a asumir “el gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia” que vivimos en orden a dos realidades fundamentales de la existencia del hombre: la Vida y el Amor Humano. Al respecto, queremos acercarnos a los hombres y mujeres de nuestro tiempo con nuestra propuesta cristiana, que nos impulsa a reconocer al otro, sanar las heridas, construir puentes, estrechar lazos y ayudarnos «mutuamente a llevar las cargas» (Ga 6,2) 2.

Esta reflexión se dirige especialmente a los padres de familia, sujetos insustituibles de la educación en la fe de sus hijos, a los catequistas, a las comunidades educativas católicas, a sus docentes y directivos, a los sacerdotes, y obviamente, a toda persona cuya visión de la vida, del amor humano y de la familia, converge con los valores cristianos. Con aquellas personas que poseen otra comprensión del ser humano, de la pareja humana y del mundo, estamos dispuestos a dialogar y a valorarlos en las diferencias, y buscar en conjunto una convivencia en la libertad, la pluralidad, la humildad y el respeto al que opina distinto.

lunes, 12 de mayo de 2014

Al sacerdote no le incumbe la decisión, el liderazgo ni la estructuración de soluciones de orden político - Conferencia Episcopal Argentina

Declaración de la
Comisión Permanente
del Episcopado Argentino,

a nuestros colaboradores:
sacerdotes diocesanos y religiosos

y a todo el pueblo de Dios
(12 de agosto de 1970)



Introducción
 

         Conocemos y valoramos vuestra expectativa por nuestra palabra de obispos, a la cual tenéis derecho.

         La comisión permanente del Episcopado Argentino se ha reunido, en estos días, para estudiar los problemas religiosos más urgentes de nuestro país y preparar el temario de su próxima asamblea ordinaria.

         Vuestra expectativa es justa y nos agrada responder a ella dentro del ámbito de nuestras facultades y en nombre del Episcopado. Corresponde que obremos como pastores auténticos de la Iglesia y así lo queremos hacer.

         El Señor que es caridad, por ella se dignó ser y llamarse nuestro Padre por la gracia, y Jesús a sus apóstoles y en ellos a sus sucesores, nos llamó sus amigos. Así, pues, queremos llegar a todos vosotros con la verdad y con el amor de Jesucristo y de su Iglesia.
 

Los recientes acontecimientos
 

         Los últimos acontecimientos de violencias, secuestros y asesinatos han desatado oleadas de protestas y negaciones, que han perturbado el ambiente, aumentando la confusión y la desorientación. En estas circunstancias es fácil hacer cargos, pero no pocas veces sin las condiciones necesarias de objetividad, justicia, equidad y sin la cordura que exige la prudencia.

         Por eso, nuestra palabra se dirige a todos, intentando exponer con claridad la verdad, amando a los hombres, pero denunciando los errores y acentuando la obligación grave de renunciar a ellos al comprobarlos.

         Lo que buscamos y queremos ahora es la reflexión seria y obligada de conocer bien y respetar la verdad de la Iglesia, en puntos básicos claramente enseñada por ella, para rectificar rumbos, deponer actitudes y, si es necesario, para hacer penitencia, que significa cambiar de mentalidad, a fin de pensar como piensa la Iglesia, con ella y en ella, cooperando a sí a su obra de salvación.

         Hemos orado, hemos reflexionado y hemos estudiado. Hoy debemos implorar nosotros y vosotros, con todos los fieles y comunidades religiosas –a los cuales pedimos que nos acompañen con sus oraciones y buenas obras-, una gracia extraordinaria.

         “La hora que marca el reloj de la historia exige de todos los hijos de la Iglesia una gran valentía, y de manera especial la ‘valentía de la verdad’, que el mismo Señor recomendó a sus discípulos cuando decía: ‘Que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no’.”1

         Pidamos esta gracia. Nosotros para conocer bien la verdad y decirla con claridad y caridad; y vosotros para entenderla, aceptarla y realizarla. Su Santidad Pablo VI nos ha señalado el sendero con su ejemplo personal y con su palabra iluminadora. En esta oportunidad, sobre todo,  seguiremos sus enseñanzas, que son las de la Iglesia.

         “El coraje de la verdad es también la primera e indispensable caridad que los pastores deben ejercitar. No admitamos jamás, ni siquiera con el pretexto de la caridad para con el prójimo, que un ministro del evangelio anuncie una palabra puramente humana, va en ello la salvación de los hombres. Por eso, en este recuerdo todavía fresco de la fiesta de pentecostés queremos hacer un llamado a todos los pastores responsables para que eleven su voz cuando sea necesario con la fuerza del Espíritu Santo (cfr. Hechos I,8), con el fin de aclarar lo que está turbio, enderezar lo torcido, calentar lo que está tibio, fortalecer lo que está débil, iluminar lo tenebroso.”2

 
La Misión de la Iglesia
 
         Ante todo es absolutamente indispensable tener bien en cuenta la naturaleza, constitución y finalidades de la Iglesia para poder apreciar rectamente si nuestra vida cristiana y su actividad están conformes o no a los dictados fundamentales de la misma.

         “La misión propia que Cristo confió a la Iglesia no es de orden político, económico o social; el fin que él le señaló es de orden religioso. Pero ciertamente de esta misión de la Iglesia se difunde ayuda, luz y fuerza que pueden cooperar en la tarea de establecer y afianzar la comunidad humana según la ley divina.”3

sábado, 25 de agosto de 2012

La vida, el matrimonio y la familia; valores que deben ser tutelados por el orden jurídico

Documento de la 103ª
Asamblea Plenaria
de la
Conferencia Episcopal Argentina
(27 de abril de 2012)

PRESENTACIÓN

          1. Nuestro país vive momentos de particular relevancia política que hacen a su vida y cultura como nación. Son momentos de trascendencia histórica que debemos asumir con responsabilidad por su significado actual y futuro. En este contexto debemos ubicar la reforma del Código Civil, como marco jurídico básico que regula la vida del hombre y sus relaciones en la sociedad desde el inicio de su vida. Su reforma nos compromete, no podemos, por ello, permanecer indiferentes ni ser espectadores de decisiones que nos involucran y que requieren de una madura reflexión y de una amplia participación federal. No caben urgencias en temas de tanta trascendencia.
          2. El Código Civil por su carácter estable y modélico, al definir obligaciones y derechos de las personas e instituciones no es algo neutro, sino que a través de él se expresan doctrinas o corrientes de pensamiento que van a incidir en la vida de los argentinos. Junto a las necesarias actualizaciones que la reforma busca realizar, creemos que el nuevo Código debe tener en cuenta la riqueza de nuestras tradiciones jurídicas y constitucionales, como los principios y valores que hacen a nuestra vida e identidad. Necesariamente en un Código Civil se presentan opciones que definen materias e institutos que rigen y orientan la vida de una comunidad. Entre ellas queremos señalar, en primer lugar, la necesidad del reconocimiento del comienzo de la vida humana desde la concepción y su necesaria protección jurídica. Debilitar este principio liminar es disminuir la base jurídica de un sistema y orientar, por su misma autoridad, el alcance de futuras leyes sobre la entidad de los embriones congelados.

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