Reconstruir
el sujeto:
el
desafío pastoral y pedagógico
después
de Amoris Laetitia
Mons. Dr.
Livio Melina
Para el pastor que atiende las almas, como para el teólogo
moralista, Amoris Laetitia representa un desafío sin muchos precedentes en la
historia reciente de la Iglesia. Desde su publicación, la exhortación
apostólica del Papa Francisco ha sido objeto de interpretaciones diametralmente
opuestas e incompatibles entre ellas, que han causado gran confusión entre los
fieles. No se puede negar que había enormes expectativas alrededor de esta
exhortación apostólica, centradas en un punto muy concreto: el de la admisión
de los divorciados «que se han vuelto a casar» a los sacramentos de la
Penitencia y la Eucaristía.
1. La
preocupación de fondo
Es necesario, sin embargo, captar la preocupación de fondo que ha
llevado al Papa Francisco a escribir este documento: renovar la pastoral
familiar de la Iglesia, para así llegar a todas las familias y, sobre todo, a
las que están heridas, para acogerlas, acompañarlas e integrarlas en la vida de
la Iglesia. Dicha preocupación se vincula a esa conversión pastoral y a ese
«dinamismo de salida misionera» solicitado en la otra exhortación, Evangelii
Gaudium (n. 20).
«¿Qué aporta Cristo a la familia?». En el vuelo de vuelta de su
viaje a Tierra Santa, el 26 de mayo de 2014, el Papa Francisco expresó con
estas palabras la intuición fundamental y la finalidad por las que había
iniciado en la Iglesia el largo y articulado camino sinodal, que ha llevado a
la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia. Por lo tanto, no
nos debemos centrar en las problemáticas de casuística moral si queremos ir al
corazón de la preocupación pastoral del Santo Padre. Debemos, más bien, enfocar
la perspectiva de fondo, sin la cual todo se vuelve borroso. Y la perspectiva
fundamental está determinada por la intención de buscar, de nuevo, el mensaje
de Jesús acerca de la familia; no sólo para saber algo, sino para abrir un
camino de vida mejor, para que llegue a las personas allí donde se encuentren,
las impulse a convertirse, a sanar y a caminar hacia la santidad.
2. Una
lectura coherente del Magisterio