domingo, 30 de septiembre de 2012

Para san Jerónimo, un criterio metodológico fundamental en la interpretación de las Escrituras era la sintonía con el magisterio de la Iglesia. - Benedicto XVI

BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 14 de noviembre de 2007

San Jerónimo (2)
          Queridos hermanos y hermanas:
          Continuamos hoy la presentación de la figura de san Jerónimo. Como dijimos el miércoles pasado, dedicó su vida al estudio de la Biblia, hasta el punto de que mi predecesor el Papa Benedicto XV lo reconoció como "doctor eminente en la interpretación de las sagradas Escrituras". San Jerónimo subrayaba la alegría y la importancia de familiarizarse con los textos bíblicos: "¿No te parece que, ya aquí, en la tierra, estamos en el reino de los cielos cuando vivimos entre estos textos, cuando meditamos en ellos, cuando no conocemos ni buscamos nada más?" (Ep. 53, 10).
          En realidad, dialogar con Dios, con su Palabra, es en cierto sentido presencia del cielo, es decir, presencia de Dios. Acercarse a los textos bíblicos, sobre todo al Nuevo Testamento, es esencial para el creyente, pues "ignorar la Escritura es ignorar a Cristo". Es suya esta famosa frase, citada por el concilio Vaticano II en la constitución Dei Verbum (n. 25).

De San Jerónimo aprender a amar la palabra de Dios en la sagrada Escritura - Benedicto XVI

BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 7 de noviembre de 2007

San Jerónimo (1)
          Queridos hermanos y hermanas: 
          Hoy centraremos nuestra atención en san Jerónimo, un Padre de la Iglesia que puso la Biblia en el centro de su vida:  la tradujo al latín, la comentó en sus obras, y sobre todo se esforzó por vivirla concretamente en su larga existencia terrena, a pesar del conocido carácter difícil y fogoso que le dio la naturaleza.
          San Jerónimo nació en Estridón en torno al año 347, en una familia cristiana, que le dio una esmerada formación, enviándolo incluso a Roma para que perfeccionara sus estudios. Siendo joven sintió el atractivo de la vida mundana (cf. Ep 22, 7), pero prevaleció en él el deseo y el interés por la religión cristiana. Tras recibir el bautismo, hacia el año 366,  se  orientó  hacia la vida ascética y, al  trasladarse  a Aquileya, se integró en un grupo de cristianos fervorosos, definido por él casi "un coro de bienaventurados" (Chron. ad ann. 374) reunido en torno al obispo Valeriano.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Origen y texto de la oración a San Miguel compuesta por León XIII



La oración a San Miguel
del Papa León XIII

          En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporo, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?
          El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su oficina.

          ¿Qué vio León XIII? 

Domingo XXVI (ciclo b) - Catena Aurea

Marcos 9,38-43.45.47-48
          Tomando después Juan la palabra, le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que lanzaba los demonios en Tu nombre, que no nos sigue, y se lo prohibimos". Y dijo Jesús: "No se lo vedéis: porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, y que pueda luego hablar mal de mí. Porque quien no es contra vosotros, por vosotros es. Y cualquiera que os diere a beber un vaso de agua en mi nombre, atento a que sois discípulos de Cristo, en verdad os digo que no será defraudado de su recompensa. Y al contrario, al que escandalizare a alguno de estos pequeñitos que creen en mí, mucho mejor fuera que le ataran al cuello una de esas ruedas de molino que mueve un asno, y le echaran al mar".
          "Que si tu mano te es ocasión de escándalo, córtala: más te vale el entrar manco en la vida eterna que tener dos manos e ir al infierno, al fuego inextinguible.
          Y si tu pie te hace ocasión de pecado, córtale; más te vale entrar cojo en la vida eterna, que tener dos pies y ser arrojado al infierno.
           Y si tu ojo te sirve de escándalo, o tropiezo, arráncale: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que tener dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno, donde el gusano que los roe nunca muere, ni el fuego jamás se apaga.

Beda, in Marcum, 3, 39
Amando San Juan al Señor con singular devoción, juzgó que debía ser privado de recompensa el que no cumpliera bien con su oficio. "Tomando después Juan la palabra, le dijo: Maestro, hemos visto a uno que andaba", etc.

Pseudo-Crisóstomo
Muchos de los creyentes habían recibido ciertos poderes aunque no estaban con Cristo, como era el de lanzar los demonios, pero no todos los habían recibido por orden, puesto que unos habían recibido el de una vida simple, no teniendo el de comunicar su fe, y otros al contrario.

Domingo XXVI (ciclo b) - Mons. Domingo Castagna

Mons. Domingo Castagna
28 de setiembre de 1997

Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

          La intolerancia original. Los discípulos, que serán Apóstoles, son intolerantes y celosos. La escena que nos relata el Evangelio según Marcos es común entre ellos. Muestra suficiente del estado de imperfección de aquellos hombres en quienes había recaído la misteriosa elección del Señor. La respuesta es una enseñanza positiva: “No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.” (Marcos 9, 39-40) ¡Qué lección tan oportuna para una sociedad atomizada por innumerables y graves contradicciones! No nos ponemos de acuerdo. Se suceden esfuerzos enormes para establecer pautas de concertación. Y ¡qué frágiles resultan!

XXVI Domingo del tiempo ordinario (Ciclo B) - P. Raniero Cantalamessa

P. Raniero Cantalamessa, ofmcap
El que no está contra nosotros,
está por nosotros



Números 11, 25-29;
Santiago 5, 1-6;
Marcos 9, 38-43.45.47-48


          Uno de los apóstoles, Juan, vio expulsar demonios en nombre de Jesús a uno que no era del círculo de los discípulos y se lo prohibió. Al contarle el incidente al Maestro, se oye que Él responde: «No se lo impidáis... El que no está contra nosotros, está por nosotros».
          Se trata de un tema de gran actualidad. ¿Qué pensar de los de fuera, que hacen algo bueno y presentan las manifestaciones del Espíritu, sin creer aún en Cristo y adherirse a la Iglesia? ¿También ellos se pueden salvar?
          La teología siempre ha admitido la posibilidad, para Dios, de salvar a algunas personas fuera de las vías ordinarias, que son la fe en Cristo, el bautismo y la pertenencia a la Iglesia. Esta certeza se ha afirmado sin embargo en época moderna, después de que los descubrimientos geográficos y las aumentadas posibilidades de comunicación entre los pueblos obligaron a tomar nota de que había incontables personas que, sin culpa suya alguna, jamás habían oído el anuncio del Evangelio, o lo habían oído de manera impropia, de conquistadores o colonizadores sin escrúpulos que hacían bastante difícil aceptarlo. El Concilio Vaticano II dijo que «el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual» de Cristo, y por lo tanto se salven [Constitución Pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia y el mundo actual, n. 22.].

Domingo XXVI (ciclo b) Guión litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: El día del Señor, como ha sido llamado el domingo desde los tiempos apostólicos, ha tenido siempre, en la historia de la Iglesia, una consideración privilegiada por su estrecha relación con el núcleo mismo del misterio cristiano. En efecto, el domingo recuerda, en la sucesión semanal del tiempo, el día de la resurrección de Cristo. Es la Pascua de la semana, en la que se celebra la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, la realización en él de la primera creación y el inicio de la « nueva creación ». Es el día de la evocación adoradora y agradecida del primer día del mundo y a la vez la prefiguración, en la esperanza activa, del « último día », cuando Cristo vendrá en su gloria  y « hará un mundo nuevo ». Nos ponemos de pie para comenzar la Santa Misa y cantamos ...

viernes, 28 de septiembre de 2012

Exorcismo e invocación a San Miguel de León XIII


EXORCISMO
CONTRA SATANÁS
Y LOS ÁNGELES REBELDES
Publicado por orden de
Su Santidad León XIII


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
   Salmo 67.Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le odian.
   Como se disipa el humo se disipen ellos, como, se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios.
   Salmo 34.
Señor, pelea contra los que me atacan; combate a los que luchan contra mí.
Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte.
   Vuelvan la espalda llenos de oprobio los que maquinan mi perdición.
   Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate.
   Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga.
   Porque sin motivo me tendieron redes de muerte, sin razón me abrieron trampas mortales.
Que les sorprenda un desastre imprevisto, que los enrede la red que para mí escondieron; que caigan en la misma trampa que me abrieron.
Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación.

   Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

   Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
 
Súplica a San Miguel Arcángel

jueves, 27 de septiembre de 2012

"Señales de peligro" - Card. Josph Ratzinger

«Una teología individualista» - Una catequesis hecha añicos -Quiebra del vínculo entre Iglesia y Escritura - «El Hijo reducido, el Padre olvidado» - Dar su lugar al pecado original

 

«Una teología individualista»

          De la crisis de la fe en la Iglesia como misterio, donde el Evangelio vive, confiado a una jerarquía querida por el mismo Cristo, el cardenal ve descender, como lógica consecuencia, la crisis de confianza en el dogma propuesto por el Magisterio:
          «Gran parte de la teología parece haber olvidado que el sujeto que hace teología no es el estudioso individual, sino la comunidad católica en su conjunto, la Iglesia entera.  De este olvido del trabajo teológico como servicio eclesial se sigue un pluralismo teológico que en realidad es, con frecuencia, puro subjetivismo, individualismo que tiene poco que ver con las bases de la tradición común.  Parece que ahora el teólogo quiere ser a toda costa “creativo”; pero su verdadero cometido es profundizar, ayudar a comprender y a anunciar el depósito común de la fe, no “crear”.  De otro modo, la fe se desintegra e n una serie de escuelas y corrientes a menudo contrapuestas, con grave daño para el desconcertado pueblo de Dios.           En estos años, la teología se ha dedicado enérgicamente a armonizar la fe con los signos de los tiempos, a fin de descubrir nuevos caminos para la transmisión del cristianismo.  Muchos, sin embargo, han llegado a convencerse de que estos esfuerzos han contribuido frecuentemente más a agravar la crisis que a resolverla.  Sería injusta generalizar esta afirmación, pero sería también falso negarla pura y simplemente».
          Dice, continuando su diagnóstico: «En esta visión subjetiva de la teología, el dogma es considerado con frecuencia como una jaula intolerable, un atentado a la libertad del investigador.  Se ha perdido de vista el hecho de que la definición dogmática es un servicio a la verdad, un don ofrecido a los creyentes por la autoridad querida por Dios.  Los dogmas —ha dicho alguien— no son murallas que nos impiden ver, sino, muy al contrario, ventanas abiertas al infinito».

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La Virgen María modelo ejemplar de fe en el Vaticano II - Benedicto XVI

DISCURSO DEL
SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
A LOS PARTICIPANTES
EN EL XXIII CONGRESO
MARIOLÓGICO MARIANO
 INTERNACIONAL

Patio del Palacio pontificio de Castelgandolfo
Sábado 8 de septiembre de 2012

Queridos hermanos y hermanas:
Con gran alegría os acojo a todos aquí en Castelgandolfo, casi al concluir el XXIII Congreso mariológico mariano internacional. Muy oportunamente habéis reflexionado sobre el tema: «La mariología a partir del concilio Vaticano II. Recepción, balance y perspectivas», dado que nos preparamos para recordar y celebrar el 50° aniversario del inicio de esa gran asamblea, que se inauguró el 11 de octubre de 1962.
Saludo cordialmente al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las causas de los santos, presidente del Congreso; al cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo pontificio para la cultura y del Consejo de coordinación entre Academias pontificias; así como al presidente y a las autoridades académicas de la Pontificia Academia mariana internacional, a quienes manifiesto mi gratitud por la organización de este importante evento. Un saludo a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y a las religiosas, a los presidentes y a los representantes de las sociedades mariológicas presentes, a los estudiosos de mariología y, por último a todos los que participan en los trabajos del Congreso.
El beato Juan XXIII quiso que el concilio ecuménico Vaticano II se inaugurara precisamente el 11 de octubre, el mismo día en que, en el año 431, el concilio de Éfeso había proclamado a María «Theotokos», Madre de Dios (cf. AAS 54, 1962, 67-68). En esa circunstancia comenzó su discurso con palabras significativas y programáticas: «Gaudet Mater Ecclesia quod, singulari divinae Providentiae munere, optatissimus iam dies illuxit, quo, auspice Deipara Virgine, cuius materna dignitas hodie festo ritu recolitur, hic ad Beati Petri sepulchrum Concilium Oecumenicum Vaticanum Secundum sollemniter initium capit» («La Madre Iglesia se alegra porque, por un don especial de la divina Providencia, ya ha llegado el día tan anhelado en el que, con el auspicio de la Virgen Madre de Dios, cuya dignidad materna se celebra hoy con alegría, aquí, junto al sepulcro de san Pedro, se inicia solemnemente el concilio ecuménico Vaticano II»).

lunes, 24 de septiembre de 2012

La doctrina de la fe y el conocimiento de Cristo para la nueva evangelización - Mons. Nicola Bux

Artículo de Mons. Nicola Bux
(Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
de la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice)
publicado en
L’Osservatore Romano

El Papa, durante su viaje apostólico a Francia (12-15 de septiembre de 2008) observó que, para muchos, Dios se ha convertido en el “gran Desconocido”. Una afirmación dictada por la preocupación – que Benedicto XVI repite insistentemente – por el futuro de la fe, cuya llama parece casi apagarse en amplias regiones de la tierra. Sólo poco tiempo atrás, con ocasión del Jueves Santo, denunció cómo estamos frente a un renovado “analfabetismo religioso”. Lamentable, sin embargo, este “creer a mi manera” parece a veces también incentivado por maestros del pensamiento que, desde el interior de la Iglesia, han sembrado su palabra más que la Palabra divina. La misma Italia se está convirtiendo en un país “genéricamente” cristiano. Se necesita, por lo tanto, una nueva evangelización, gracias también al impulso del Pontificio Consejo instituido por el Papa.
¿Por dónde empezar? Tal vez precisamente por la liturgia, por el canto sagrado y por los nuevos edificios de culto, encomendados a personas que conjuguen fe y talento, para proponer formas que hablen de Dios.
La fe y su doctrina: aquí está el punto. Una fe sencilla como la de los pastores, las mujeres y los hombres encontrados por Jesús. Y no aquella de quien, por ejemplo, afirma que la resurrección de Jesús es sólo fruto de la elaboración de la experiencia de los discípulos.

La Virgen de la Merced en Tucumán - Argentina

Nuestra Señora de las Mercedes
de Tucumán

Tucumán, fue fundada por don Diego de Villarroel en 1565, pero el día de Nuestra Señora de las Mercedes de 1685 fue trasladada al sitio actual. Por los muchos favores que la Virgen de las Mercedes dispensó a los tucumanos, el Cabildo en 1687 la nombró Patrona y Abogada de la ciudad. A ella le acreditan la victoria argentina en la batalla de Tucumán del 24 de septiembre de 1812.  En ella se decidió la suerte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Los españoles eran unos tres mil y los argentinos apenas mil ochocientos. Belgrano, el general argentino, puso su confianza en Dios y en Nuestra Señora de las Mercedes, a quien eligió por Patrona de su Ejército. En la mañana del 24 de septiembre de 1812, día del combate, el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen. El ejército argentino obtuvo la victoria. En el parte que transmitió al Gobierno, Belgrano hizo resaltar que la victoria se obtuvo el día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección se habían puesto las tropas. El parte dice textualmente: 'La patria puede gloriarse de la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos ".

Historia y oraciones de la Virgen de la Merced

I. Dios, Padre misericordioso,
que enviaste a tu Hijo al mundo como Reconciliador de los hombres;
concédenos, a los que celebramos con devoción a su Madre
bajo el título de Nuestra Señora de La Merced,
que guardemos fielmente la verdadera libertad de hijos,
que Cristo, el Señor, nos mereció por su sacrificio
y que podamos extenderla a todos los pueblos.
Que así sea. Amén.

II. Oración inicial:
Virgen María de la Merced, bondadosa Madre de Dios, estrella resplandeciente del mar, luna purísima que recoges los rayos del Sol de Justicia, te nutres de ellos para reflejarlos de la mejor manera. Escucha Madre, nuestros ruegos; tú que benigna atendiste desde el cielo los tristes lamentos de los pobres cautivos que gemían sin consuelo en la dura opresión de los moros, y rompiste los grillos y cadenas que los aprisionaban, por medio de tu familia de redentores. Por tu ardiente caridad, por tus virginales entrañas en que se encarnó el Hijo de Dios para nuestro remedio, te pedimos, Madre querida, que rompas las cadenas de  nuestro pecado, para que libres de ellas, podamos conformarnos con tu Hijo el Señor Jesús. Amén.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Oración al Padre Pío por los Enfermos

San Pío de Pietrelcina ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor por los enfermos y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante el Padre misericordioso por los que sufren.

Oración por los niños invocando la intercesión de San Pío de Pietrelcina

Buen Dios, por intercesión de San Pío de Pietrelcina, que tanto te amó y siempre en ti confió, hasta que consiguió vivir como un niño pequeño abandonado en brazos de su padre, te suplicamos por los niños, por quienes él siempre mostró predilección.
Te confiamos a los niños ricos, que tienen abundancia en bienes materiales, pero que a veces carecen del afecto de sus padres. Te encomendamos a los niños más pobres a quienes nuestra sociedad de consumo ha quitado todas las posibilidades de progreso.

Domingo XXV (ciclo b) - Mons. Fulton Sheen

La segunda disputa: Cafarnaúm
El segundo anuncio de su muerte, hecho de una manera abierta, tuvo efecto después de la transfiguración y tras haber expulsado a un demonio del cuerpo del muchacho obseso. El Maestro y los apóstoles se dirigían a Cafarnaúm. Los numerosos milagros que el Señor había obrado entre Cesarea de Fillpos y Cafarnaúm habían puesto a los apóstoles en un gran estado do excitación,
Todos estaban atónitos ante la grandeza de Dios
                                                                    (Lc 9, 43)
Los apóstoles empezaron a convertir el poder divino en la esperanza de un reino terrestre y en una soberanía humana, a despecho de las graves lecciones recibidas acerca de la cruz. A nuestro Señor le pareció mal aquella especie de excitación religiosa que quería dejar a la humanidad sin redimir.
Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía,
Jesús dijo a sus discípulos: “Poned en estas palabras en vuestros oídos:
Porque el Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres.
(Lc 9, 43-44)

Domingo XXV (ciclo b) Guión litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: La Eucaristía dominical, con la obligación de la presencia comunitaria y la especial solemnidad que la caracterizan, precisamente porque se celebra « el día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal », subraya con nuevo énfasis la propia dimensión eclesial, quedando como paradigma para las otras celebraciones eucarísticas. Cada comunidad, al reunir a todos sus miembros para la « fracción del pan », se siente como el lugar en el que se realiza concretamente el misterio de la Iglesia. En la celebración misma la comunidad se abre a la comunión con la Iglesia universal, implorando al Padre que se acuerde « de la Iglesia extendida por toda la tierra », y la haga crecer, en la unidad de todos los fieles con el Papa y con los Pastores de cada una de las Iglesias, hasta su perfección en el amor. Para comenzar esta celebración nos ponemos de pie y cantamos...

Domingo XXV (ciclo b) - San Juan Crisóstomo

Nueva conversación sobre la Pasión

A fin de que sus discípulos no le dijeran: "¿Por qué estamos aquí, en Galilea, continuamente?", el Señor les habla nuevamente de su pasión, pues con sólo oír eso no querían n1 ver Jerusalén. Mirad, si no, cómo, aun después de reprendido Pedro, aun después que Moisés y Elías habían hablado sobre ella y la habían calificado: de "gloria", a despecho de la voz del Padre, emitida desde la nube, y de tantos milagros y de la resurrección inmediata i(pues no les dijo que había de durar mucho tiempo en la muerte, sino que al tercer día resucitaría), a despecho de todo esto, no pudieron soportar el nuevo anun­cio de la pasión, sino que se entristecieron, y no como quiera, sino profundamente. Tristeza qué procedía de ignorar la fuerza las palabras del Señor. Así lo dan a entender Marcos y Luc­as al decirnos: Marcos, que ignoraban la palabra y tenían miedo de preguntarle; y Lucas, que aquella palabra era para ellos oculta, para no comprender su sentido, y temían preguntarle sobre ella. —Pero si lo ignoraban, ¿cómo se entristecieron? —Porque no todo lo ignoraban. Que había de morir, lo sabían perfectamente, pues se lo estaban oyendo a la continua; mas qué muerte había de ser aquélla y cómo había de terminar rápidamente y los bienes inmensos que había de producir, todo eso sí que no lo sabían aún a ciencia cierta, como ignoraban en absoluto qué cosa fuera, en fin, la resurrección. De ahí su tristeza, pues no hay duda que amaban profundamente a su Maestro.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Domingo XXV (ciclo b) Catena Aurea

Marcos 9,30-37
Y habiendo marchado de allí, atravesaron la Galilea; y no quería darse a conocer a nadie. Entretanto iba instruyendo a sus discípulos y les decía: "El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, y le darán la muerte, y después de muerto resucitará al tercer día". Ellos empero no comprendían como podía ser esto que les decía, ni se atrevían a preguntárselo. En esto llegaron a Cafarnaúm; y, estando ya en casa, les preguntó: "¿De qué ibais tratando en el camino?" Mas ellos callaban; y es que habían tenido en el camino una disputa entre sí sobre quién de ellos era el mayor de todos. Entonces Jesús sentándose llamó a los doce, y les dijo: "Si alguno pretende ser el primero, hágase el último de todos y el siervo de todos". Y cogiendo a un niño le puso en medio de ellos, y después de abrazarle díjoles: "Cualquiera que acogiere a uno de éstos por amor mío, a mí me acoge; y cualquiera que a mí recibiere no tanto me acoge a mí, como al que a mí me ha enviado".

Teofilacto
Después de estos milagros habla el Señor de su Pasión, para que no se creyera que iba a padecer contra su voluntad. "Y habiendo marchado de allí, dice, atravesaron la Galilea; y les decía: El Hijo del hombre será entregado", etc.

Beda, in Marcum, 3, 39
Mezcla siempre lo adverso con lo próspero, para que cuando ocurra lo primero no se acobarden los Apóstoles, estando ya preparados para el desenlace.

jueves, 20 de septiembre de 2012

San Mateo Apóstol y Evangelista - Benedicto XVI

BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 30 de agosto de 2006

          Queridos hermanos y hermanas: 
          Continuando con la serie de retratos de los doce Apóstoles, que comenzamos hace algunas semanas, hoy reflexionamos sobre san Mateo. A decir verdad, es casi imposible delinear completamente su figura, pues las noticias que tenemos sobre él son pocas e incompletas. Más que esbozar su biografía, lo que podemos hacer es trazar el perfil que nos ofrece el Evangelio.
          Mateo está siempre presente en las listas de los Doce elegidos por Jesús (cf. Mt 10, 3; Mc 3, 18; Lc 6, 15; Hch 1, 13). En hebreo, su nombre significa "don de Dios". El primer Evangelio canónico, que lleva su nombre, nos lo presenta en la lista de los Doce con un apelativo muy preciso:  "el publicano" (Mt 10, 3). De este modo se identifica con el hombre sentado en el despacho de impuestos, a quien Jesús llama a su seguimiento:  "Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo:  "Sígueme". Él se levantó y le siguió" (Mt 9, 9). También san Marcos (cf. Mc 2, 13-17) y san Lucas (cf. Lc 5, 27-30) narran la llamada del hombre sentado en el despacho de impuestos, pero lo llaman "Leví". Para imaginar la escena descrita en Mt 9, 9 basta recordar el magnífico lienzo de Caravaggio, que se conserva aquí, en Roma, en la iglesia de San Luis de los Franceses.

El credo del pueblo de Dios - Pablo VI

PABLO VI
CREDO DEL PUEBLO DE DIOS
Solemne Profesión de fe que Pablo VI
pronunció el 30 de junio de 1968,
al concluir el Año de la fe proclamado

con motivo del XlX centenario
del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma

Venerables hermanos y queridos hijos:
          1. Clausuramos con esta liturgia solemne tanto la conmemoración del XIX centenario del martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo como el año que hemos llamado de la fe. Pues hemos dedicado este año a conmemorar a los santos apóstoles, no sólo con la intención de testimoniar nuestra inquebrantable voluntad de conservar íntegramente el depósito de la fe (cf. 1Tim 6,20), que ellos nos transmitieron, sino también con la de robustecer nuestro propósito de llevar la. misma fe a la vida en este tiempo en que la Iglesia tiene que peregrinar era este mundo.
          2. Pensamos que es ahora nuestro deber manifestar públicamente nuestra gratitud a aquellos fieles cristianos que, respondiendo a nuestras invitaciones, hicieron que el año llamado de la fe obtuviera suma abundancia de frutos, sea dando una adhesión más profunda a la palabra de Dios, sea renovando en muchas comunidades la profesión de fe, sea confirmando la fe misma con claros testimonios de vida cristiana. Por ello, a la vez que expresamos nuestro reconocimiento, sobre todo a nuestros hermanos en el episcopado y a todos los hijos de la Iglesia católica, les otorgamos nuestra bendición apostólica.

martes, 18 de septiembre de 2012

La respiración presuntamente meditativa no tiene nada que ver con la meditación cristiana - Mons. Aguer

La meditación cristiana, y la otra

Reflexión de monseñor Héctor Aguer
en el programa
"Claves para un Mundo Mejor"
(15 de septiembre de 2012)


          Un notable pensador del siglo XX, el Dr. Viktor Frankl, psiquiatra, creador de la Logoterapia, planteó que el problema principal del hombre contemporáneo, el hombre de su siglo y del nuestro, es el vacío existencial. Sostenía, por tanto, que la cuestión fundamental de nuestra cultura es la pérdida del sentido, el sentido de la vida humana, el sentido de nuestro origen y de nuestro fin. Especialmente el Dr. Frankl planteaba la necesidad de nuestra relación con el fundamento trascendente, que otorga sentido a todo lo que existe.
          Si ese es un dato de la cultura contemporánea, hay que notar también que existe un dato paralelo: el intento de escapar por la tangente –digamos así– y de colmar ese vacío, que sólo puede colmarse con el arraigo en el fundamento sólido y último de las cosas, mediante la búsqueda de religiones alternativas y de una espiritualidad vaga, genérica, que podríamos calificar de Light.

Oración y novena por los estudios a San José de Cupertino


ORACIÓN Y NOVENA
A SAN JOSÉ DE CUPERTINO

PARA QUE INTERCEDA

EN LOS ESTUDIOS



1. ORACIÓN

Querido Santo, purifica mi corazón, transfórmalo y hazlo semejante al tuyo, infunde en mí tu fervor, tu sabiduría y tu fe. Muestra tu bondad ayudándome y yo me esforzaré en imitar tus virtudes. Gloria...

Amable protector mío, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Esperas solamente mi llamada. Yo te prometo un mayor esfuerzo en mis estudios y una vida más digna de tu santidad. Gloria...

Oh Dios, que dispusiste atraerlo todo a tu unigénito Hijo, elevado sobre la tierra en la Cruz, concédenos qué, por los méritos y ejemplos de tu Seráfico Confesor José, sobreponiéndonos a todas las terrenas concupiscencias, merezcamos llegar a El, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

2. NOVENA

lunes, 17 de septiembre de 2012

Himno Oficial JMJ Rio2013 "Esperança do Amanhecer"



Hino Oficial da JMJ Rio2013

Sou marcado desde sempre
com o sinal do Redentor,
que sobre o monte, o Corcovado,
abraça o mundo com Seu amor.

(Refrão)

Cristo nos convida:
"Venham, meus amigos!"
Cristo nos envia:
"Sejam missionários!"

San Roberto Belarmino; un punto de referencia válido para la eclesiología católica - Benedicto XVI

BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 23 de febrero de 2011

San Roberto Belarmino
Queridos hermanos y hermanas:
San Roberto Belarmino, del cual deseo hablaros hoy, nos lleva con la memoria al tiempo de la dolorosa escisión de la cristiandad occidental, cuando una grave crisis política y religiosa provocó la separación de naciones enteras de la Sede apostólica.
Nació el 4 de octubre de 1542 en Montepulciano, cerca de Siena. Era sobrino, por parte de madre, del Papa Marcelo II. Recibió una excelente formación humanística antes de entrar en la Compañía de Jesús el 20 de septiembre de 1560. Los estudios de filosofía y teología, que realizó entre el Colegio Romano, Padua y Lovaina, centrados en santo Tomás y en los Padres de la Iglesia, fueron decisivos para su orientación teológica. Ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1570, fue durante algunos años profesor de teología en Lovaina. Sucesivamente, llamado a Roma como profesor en el Colegio Romano, se le encomendó la cátedra de «Apologética»; durante la década en la que ocupó ese cargo (1576 – 1586) elaboró un curso de lecciones que confluyeron después en las Controversiae, obra que en seguida se hizo célebre por la claridad y la riqueza de contenidos y por su corte predominantemente histórico. Hacía poco que se había concluido el concilio de Trento y la Iglesia católica necesitaba afianzar y confirmar su identidad, también respecto a la Reforma protestante. La acción de Belarmino se insertó en este contexto. De 1588 a 1594 fue primero padre espiritual de los estudiantes jesuitas del Colegio Romano, entre los cuales encontró y dirigió a san Luis Gonzaga, y después superior religioso. El Papa Clemente VIII lo nombró teólogo pontificio, consultor del Santo Oficio y rector del Colegio de los Penitenciarios de la basílica de San Pedro. Al bienio 1597–1598 se remonta su catecismo, Doctrina cristiana breve, que fue su trabajo más popular.

Madre Teresa de Calcuta y Juan Pablo II - Imagenes

domingo, 16 de septiembre de 2012

Sed portadores del amor de Cristo - Benedicto XVI a los jóvenes en El Líbano

ENCUENTRO CON LOS JÓVENES
DISCURSO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké
Sábado 15 de septiembre de 2012
Beatitud,
Hermanos Obispos,
Señor Presidente,
queridos amigos:
«A vosotros gracia y paz abundantes por el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor» (2 P 1,2). El pasaje de la carta de San Pedro que acabamos de escuchar expresa bien el gran deseo que llevo en el corazón desde hace mucho tiempo. Gracias por vuestra calurosa acogida, gracias de todo corazón por vuestra presencia tan numerosa esta tarde. Agradezco a Su Beatitud el Patriarca Bechara Boutros Raï sus palabras de bienvenida, a Mons. Georges Bou Jaoudé, Arzobispo de Trípoli y Presidente del Consejo para el apostolado de los laicos en el Líbano, y a Monseñor Elie Hadda, Arzobispo de Sidón de los Griegos melquitas y Vicepresidente de dicho Consejo, así como a los dos jóvenes que me han saludado en nombre de todos vosotros. سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy) (Jn 14,27), nos dice Jesucristo.
Queridos amigos, vosotros vivís hoy en esta parte del mundo que ha visto el nacimiento de Jesús y el desarrollo del cristianismo. Es un gran honor. Y es una llamada a la fidelidad, al amor por vuestra región, y especialmente a ser testigos y mensajeros de la alegría de Cristo, porque la fe transmitida por los Apóstoles lleva a la plena libertad y al gozo, como lo han mostrado tantos santos y beatos de este país. Su mensaje ilumina la Iglesia universal. Y puede seguir iluminando vuestras vidas. Entre los Apóstoles y los santos, muchos vivieron periodos difíciles, y su fe fue la fuente de su valor y de su testimonio. Que encontréis en su ejemplo e intercesión la inspiración y el apoyo que necesitáis.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Domingo XXIV (ciclo b) - P. Raniero Cantalamessa, ofmcap

P. Raniero Cantalamessa, ofmcap

¿Y vosotros quién
decís que soy yo?

          Los tres [evangelios] sinópticos refieren el episodio de Jesús, cuando en Cesarea de Filipo preguntó a los apóstoles cuáles eran las opiniones de la gente sobre Él. El dato común en los tres es la respuesta de Pedro: «Tú eres el Cristo». Mateo añade: «el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16) que podría, si embargo, ser una manifestación debida a la fe de la Iglesia después de la Pascua.
          Pronto
el título «Cristo» se convirtió en un segundo nombre de Jesús. Se encuentra más de 500 veces en el Nuevo Testamento, casi siempre en la forma compuesta «Jesucristo» o «Nuestro Señor Jesucristo». Pero al principio no era así. Entre Jesús y Cristo se sobreentendía un verbo: «Jesús es el Cristo». Decir «Cristo» no era llamar a Jesús por el nombre, sino hacer una afirmación sobre Él.

Guión Litúrgico - Domingo XXIV (ciclo b)

Entrada:
El domingo es por excelencia el día de la fe. El discípulo de Cristo no solo debe confesar rectamente su fe a un Mesías crucificado y humillado, sino que debe seguirle fielmente por su misma senda de donación, de entrega y de renuncia. Dispuestos a iniciar esta celebración  nos ponemos de pie y cantamos…

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