Martes de la quinta semana de Cuaresma
SEPULTURA DE CRISTO
Ha hecho conmigo una buena obra... Porque derramando ésta este
ungüento en mi cuerpo, para sepultarme lo hizo (Mt 26, 10.12)
Fue conveniente que Cristo fuese sepultado:
1º) Para comprobar la verdad de su muerte; pues nadie es puesto
en el sepulcro, sino cuando ya consta la verdad de la muerte. Por eso se lee en
la Escritura que Pilatos, antes de permitir que Cristo fuese sepultado, hizo
examinar con exquisita diligencia si estaba muerto (Mc 15, 44-45)
2º) Porque por lo mismo que Cristo resucitó del sepulcro, da la
esperanza de resucitar por él a los que están en el sepulcro, según aquello:
Todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios; y los que
hicieron bien irán a resurrección de vida (Jn 5, 28-29).
3º) Para ejemplo de los que por la muerte de Cristo mueren
espiritualmente a los pecados, esto es, los que se esconden de la conturbación
de los hombres. Por eso se dice: Porque estáis ya muertos y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios (Col 3, 3) Por lo que también los bautizados, que
mueren a los pecados por la muerte de Cristo, son como consepultados con Cristo
por la inmersión, conforme a aquello a los Romanos: Porque somos sepultados con
él en muerte por el bautismo (6, 4).
Así como la muerte de Cristo obró eficientemente nuestra
salvación, así también su sepultura. Por lo cual dice San Jerónimo *:
"Resucitamos por la sepultura de Cristo". Sobre aquello de Isaías: A
los impíos dará por su sepultura (53, 9), dice la Glosa: esto es, a los
gentiles que estaban sin piedad, los dará a Dios Padre; porque los adquirió
muriendo y siendo sepultado.
Y en el salmo (87, 5-6) se lee: He venido a ser como hombre sin
socorro, libre entre los muertos. Porque Cristo, siendo sepultado entre los
muertos, demostró haber sido libre, porque su encerramiento en el sepulcro no
pudo impedir que saliese de él resucitado.
(3ª, q. LI, a. 1)
Nota:
* Sobre el Evangelio de
Mateo.
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