Para rezar en familia 24 de marzo de 2020

CAMINO CUARESMAL

ORACIÓN EN FAMILIA

Tenemos la gracia de vivir una verdadera cuaresma, un camino espiritual para buscar la conversión a Dios. Ante la cuarentena que estamos viviendo debido al coronavirus, es una gran oportunidad que tenemos para dedicarle tiempo a nuestra alma, a nuestra familia y a Dios. Es un tiempo para que nuestra casa deje de ser un lugar de encierro para transformarla en un templo de oración. Por ello les ofrecemos esta guía de oración familiar, realizada por un sacerdote de Fasta, para las familias que peregrinan buscando habitar en Dios.

Para hacer oración familiar, dejamos todos previsto: apagamos los celulares y la pantalla, sin prisa por la comida, generamos un ambiente de silencio, etc. De este modo seremos una Iglesia en el hogar.

Se reúne la familia en una sala de la casa en torno una mesa, cubierta con un mantel morado o blanco, colocamos un crucifijo, una imagen de la Sagrada Familia o de la Virgen María, y en el centro la Biblia junto a una vela encendida. Los padres, o uno de ellos, son los responsables de guiar a los hijos en este momento de oración para entrar en alabanza y diálogo con Dios.

1.+ Señal de la cruz.

2. “Ven, Espíritu divino. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.”

3. Señor Dios todopoderoso, te pedimos perdón:

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

4. Proclamación del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan (Jn 5,1-18).

Catequesis para mayores de 12 años.

Jesús llega a una piscina donde había muchos enfermos. El Señor de la misericordia se compadece y se acerca a quienes sufren. Por ser Dios, conoce a cada uno de ellos, sus vidas, su pasado, su sufrimiento. Se acerca al más necesitado que lleva 38 años postrado.

Él mira nuestro corazón, desea curarnos pero espera que paralítico exprese ese deseo de sanación. En eso consiste la oración de petición. Quien ora, suplica auxilio a quien tiene el poder y la misericordia de hacerlo. Nadie lo había ayudado, nadie pudo responder a la necesidad más honda de su ser.

¿Alguna vez has sido abandonado porque los otros están buscando su lugar, para su propio beneficio? ¿Descubres que Jesús no te abandona jamás?

Es el momento dejar que el Señor me diga cómo debo actuar, que me diga en qué consiste ser libre para hacer el bien, sin ataduras de mendigar a quienes no pueden, no saben o no quieren ayudarme.

Aunque todos nos abandonen, Jesús es el único que puede dialogar contigo y demostrar su amor divino. Por eso le dijo al paralítico: Levántate, toma tu camilla y camina. Y así lo hizo.

Esa camilla es su vida, su historia. Esa camilla ya no llevaba al que fue sanado, sino que él la lleva, demostrando lo que Dios hizo en él. ¿Cuál es tu camilla? ¿Recuerdas lo que has sido en el pasado?

Este paralítico había pasado muchos años en que no llegaba a tiempo para meterse en la piscina y lograr el milagro (que tal vez era una leyenda). Ese es el tiempo que se mide (cronos), como el reloj o el calendario; pero llega Jesús y acontece el momento oportuno (el kairós) para hacer el milagro. En Jesús descubrimos el tiempo señalado para actuar, para evangelizar.

Cuando es sanado, se expone a un peligro, que su liberad sea mal usada y pueda pecar. Jesús resucitó su alma a una vida nueva y le incita a que viva como un renacido por la gracia de Dios, lo exhorta a que no olvide la misericordia con que el Señor obró en él. La camilla es signo de esta victoria de Cristo en su vida.

En eso consiste la confesión y la contrición (arrepentimiento) de nuestros pecados. En reconocer que he sido sanado interiormente para hacer memoria con mi vida de lo que Dios hizo en mí. La amistad con Dios, la intensidad de la vida de gracia, sobreabunda a la tibieza espiritual de la vida pasada.

¿Me confieso y me arrepiento con la convicción que el Señor borra mi historia de pecado para ser un hombre nuevo? ¿Me doy cuenta que tengo una vida paralítica si no me encuentro con Jesús?

A su vez, los judíos se escandalizaban porque había hecho un milagro un día sábado. Ellos querían imitar a Dios en el descanso del sábado creyendo que ese día dejó de actuar de modo absoluto, pero Jesús les dijo que su Padre y Él nunca dejan de trabajar, afirmando así su condición divina. Santo Tomás de Aquino nos enseña que Dios creador es causa de todas las cosas y las conserva en su ser, porque si en un momento interrumpe su poder, dejarían de existir toda la naturaleza creada.

Esta vez Cristo no hizo un milagro con gestos, como tomar de la mano o tocar al enfermo. El Señor ahora realiza el milagro solamente hablando, con su simple y poderosa Palabra. Es así como escuchamos en el Génesis que con su Palabra Dios realizo la creación. Es decir, Cristo transforma todas las cosas con su sola Palabra. Y, por otro lado, muchas veces la Palabra de Cristo es muy exigente, como es el mandato de ser perfectos, pero hoy descubrimos que “su Palabra” es poderosa, y me da la fuerza para realizar esos difíciles mandamientos. Sus mandatos son misericordia y gracia para mi vida.

Oración:

“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.”

Catequesis para menores de 12 años.

· Se proclama el evangelio y se ayuda a los niños a recomponer el relato, buscando los detalles.

· Explicamos la frase: Levántate, toma tu camilla y camina. Invitamos a repetir varias veces esa Palabra.

· Se explica desde las ideas centrales de la catequesis anterior, de adultos.

· Recordarles que, así como el Padre y Jesús trabajan siempre, nuestras vidas se santifican en el trabajo. Incluso en este tiempo cuarentena, donde estamos sin colegio, es un tiempo para trabajar, colaborar, limpiar, hacer los deberes, obedecer.

Oración:

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me perdería. Hasta que alcance los brazos de Jesús, José y María. Amén.

5. Cada uno de la familia dice una acción de gracias.

Dios Padre, te damos gracias por …

6. Ahora, cada uno hace una petición.

Dios misericordioso, te pedimos por ...

7. Oramos como Jesús nos enseñó:

Padre nuestro…

8. Nos damos la Paz del Señor, como gesto de amor.

9.Miramos la imagen de la Virgen María y decimos:

Dios te salve María…

10. Comunión espiritual:

Creo, Jesús mío, que estás en el Santísimo Sacramento; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y ahora, como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de ti. Amén.

11. Los padres se bendicen entre ellos y bendicen a los hijos, haciendo una cruz en la frente mientras le dicen algo bonito al oído. Entre los hermanos también pueden hacerlo. Nos hacemos la Señal de la cruz.

Posibilidades para acompañar el día en oración familiar.

+ Video corto para niños: Sanado en el estanque de Betesda - Episodio

Canto: Todo Lo Haces Nuevo | Athenas Divina Misericordia - Musica Catolica

Sugerencias:

1. Rezar a las 15,00 hs, hora de la muerte de Jesús, la Coronilla de la Divina Misericordia. El Señor Jesús le reveló esta oración a Santa María Faustina Kowalska y prometió la salvación a quien la recen con devoción. Es una oración sencilla que contempla la Misericordia del Señor clavado en la Cruz (buscar en internet el modo en que sereza). Aquí

2.Ver la película: Faustina, apóstol de la Misericordia. Es una edificante filmación sobre la santa que narra la vida mística y el mensaje de misericordia que recibió.

3. Leer al menos algunas de las frases que Jesús dijo a Santa Faustina en libro que escribió Diario – La Divina Misericordia en mi alma.”

4.Si los abuelos están en casa, participan de la oración y la bendición final, pero si están en otra casa, llámenlos para escucharlos y acompañarlos. También lo podemos hacer con alguna otra persona que esté sola.

5.Mañana 25 de marzo celebramos la Anunciación del Ángel a María y la encarnación de la Palabra eterna. A las 12,00 hs rezaremos el Ángelus y un Padre nuestro como nos lo pide el Papa.