Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
NECESIDAD DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO
Era necesario que el
Cristo padeciese y resucitase al tercer día de entre los muertos (Lc 24, 46).
Fue necesario que
Cristo resucitase por cinco motivos:
1º) Para recomendación
de la justicia divina, a la cual pertenece exaltar a los que se humillan por
Dios, según aquello: Destronó a los poderosos, y ensalzó a los humildes (Luc.,
I, 52) Luego, si Cristo se humilló hasta la muerte de cruz por amor y
obediencia a Dios, era necesario que fuese ensalzado por Dios hasta la
resurrección gloriosa; por lo cual se dice de su persona: Tú conociste, esto
es, aprobaste, mi sentarme, es decir, mi humildad y pasión, y mi levantarme, a
saber, mi glorificación en la resurrección (Sal 138, 2).
2º) Para instrucción
de nuestra fe; porque por su resurrección fue confirmada nuestra fe en la
divinidad de Cristo, como dice el Apóstol: Si Cristo no resucitó, luego vana es
nuestra predicación, y también es vana nuestra fe (1 Cor 15, 14) Y en el Salmo
29, 10: ¿Qué provecho hay en mi sangre, esto es, en el derramamiento de mi
sangre, si desciendo, como por ciertos escalones de males, a la corrupción?
Como si dijese: ningún provecho; "porque si no resucito al instante, y mi
cuerpo se hubiese corrompido, a nadie predicaré ni ganaré a ninguno", como
expone la Glosa.
3º) Para levantar
nuestra esperanza, porque al ver resucitar a Cristo, que es nuestra cabeza,
esperamos que también nosotros resucitaremos. Por eso se dice: Si se predica
que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de vosotros que
no hay resurrección de muertos? (1 Cor 15, 12). Y en Job: Yo sé, mediante la
certeza de la fe, que mi redentor, esto es, Cristo, vive, habiendo resucitado
de entre los muertos, y por lo tanto, en el último día he de resucitar: de la
tierra... esta mi esperanza está depositada en mi pecho (19, 25.27)
4º) Para informar la
vida de los fieles, según aquello: Como Cristo resucitó de muerte a vida por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida (Rom 6, 4); y
mal adelante: Habiendo Cristo resucitado de entre los muertos, ya no muere; ...
así también vosotros consideraos que estáis de cierto muertos al pecado, pero
vivos para Dios en nuestro Señor Jesucristo (Ibíd. 9, 11).
5º) Para complemento
de nuestra salvación porque así como sufrió males y se humilló muriendo, para
librarnos de los males, del mismo modo fue glorificado resucitando, para
conducirnos a los bienes, según aquello: El cual fue entregado por nuestros
pecados, y resucitó para nuestra justificación (Rom 4, 25) La Pasión de Cristo
obró nuestra salvación en cuanto a remoción de los males; mas la resurrección,
en cuanto a la incoación y modelo de los bienes (3ª, p. q. LIII, a. 1)
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