Para hacer oración
familiar, dejamos todos previsto: apagamos los celulares y la pantalla, sin
prisa por la comida, generamos un ambiente de silencio, etc. De este modo
seremos una Iglesia en el hogar.
Se reúne la familia
en una sala de la casa en torno una mesa, cubierta con un mantel morado o
blanco, colocamos un crucifijo, una imagen de la Sagrada Familia o de la Virgen
María, y en el centro la Biblia junto a una vela encendida. Los padres, o uno
de ellos, son los responsables de guiar a los hijos en este momento de oración
para entrar en alabanza y diálogo con Dios.
1.+ Señal de la cruz.
2. “Ven Espíritu Santo a iluminar nuestra mente y encender nuestro
corazón. Ven Espíritu Santo a llenarnos de fortaleza y caridad. Ven Espíritu
Santo y ayúdanos a imitar a Jesús.”
3.Señor Dios todopoderoso, te pedimos perdón:
Tú que cargaste con nuestros pecados:
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Tú que te humillaste hasta la muerte:
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Tú que te inmolaste por todos los hombres:
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
4. Proclamamos el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San
Mateo 26,14-25
Catequesis para mayores de 12 años
En la fiesta de los
Ácimos festejaban la liberación de la esclavitud. El pueblo judío hoy comienza
esa celebración durante una semana. Era el pan sin fermentar con el que los
israelitas recordaban la salida apresurada de Egipto. En el rito del sacrificio
se inmolaban un cordero en el Tempo de Jerusalén mientras que las familias
comían un cordero en sus hogares. Meditemos ahora, algunas frases del
Evangelio:
Uno de los Doce. Al
Señor lo vende uno de los Doce, a quien el mismo Salvador llamó “amigo”, uno a
quien Jesús amaba tanto como a los demás. Sin duda, Judas fue desencantándose
del Señor, de su amor, de su cercanía, de sus enseñanzas, de su condición de
Mesías. Judas experimentó ese combate interior con el mundo y la carne, entre
los deshonestos intereses personales y la invitación del Señor a ser su
discípulo. ¡Tanto amor despreciado y rechazado! ¿Qué lo movió a traicionarlo y
entregarlo, vendiéndolo por unas monedas?
El dolor por la
infidelidad y la traición, la avaricia también llega a nosotros para
interpelarnos. ¿Me doy cuenta que también yo, bautizado, he sido amado y
llamado por el Señor a formar de esos amigos para ser su discípulo? ¿Alguna vez
he rechazado o vendido al Señor por las cosas que me llenan de placer y el
interés egoísta y me alejan del mandamiento del amor?
Se acerca mi hora,
voy a celebrar la Pascua en tu casa. Será esta última cena anticipo de su
donación total en la cruz como Cordero inmaculado entregado para salvación del
mundo y como Eucaristía para todas las familias que en sus hogares celebran
este memorial con un corazón arrepentido y purificado. La Hora que Jesús esperó
desde siempre ha llegado, la Hora de ofrecerse para nuestra salvación. ¿Dejarás
que Jesús celebre la Pascua con tu hogar?
Les aseguro que uno
de ustedes me entregará. Jesús sabe lo que hay en el corazón del hombre, la
mirada de Cristo, Dios mira la verdad y no la apariencia. La mirada de Cristo
es capaz de penetrar el corazón humano. Él conocía más profundamente a sus
discípulos que ellos mismos. Conocía el proceso interior de cada uno. Cristo
sabe que sus enemigos serían los enemigos de sus discípulos. Que ellos eran
débiles y podían quebrarse.
Así somos nosotros,
podemos actuar igual o peor que Judas. Lo único que podemos decir sinceramente:
Jesús, soy débil y pecador, necesito siempre de ti para no traicionarte, para
no quebrarme frente a tus enemigos, frente a mis enemigos.
El llamado de Cristo
me invita a salir del centro para colocarlo a Él, que es quien tiene que ocupar
el Centro en nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestras comunidades, de
nuestros ministerios. Dejemos que el Señor nos haga “cristocéntricos”.
¿Seré yo Señor?
Quieren saber quién es traidor, tal vez por inquietud, por dolor o por enojo. Y
Judas queda confundido, no esperaba que el Señor lo supiera. También la
tristeza comienza a rondar en su alma, pero no quiere volver atrás, no tiene la
“determinada decisión” (como decía Santa Teresa) de renunciar a ese pecado.
Sólo quiere seguir con su plan de ambición y traición. Cuando la conciencia nos
muerde y nos dice lo que está mal: ¿Recapacitamos para no pecar o permanecemos
en él? ¿Cambiamos la decisión?
Tú lo has dicho. Era
consciente de su actuar. Es posible que Judas perteneciera al grupo de los
Zelotes, una fracción celosa por las cosas de Dios pero con acciones violentas.
Buscaban el Reino de Dios para Israel por medio de la fuerza para expulsar a
los romanos por ser paganos. De a poco, Judas empezó a desilusionarse de Jesús
para entregar su amor a las riquezas, a la idolatría. Se consolidó el ídolo en
su corazón, otro interés donde no hay lugar para Dios. Había dejado de lado a
Dios y ese hueco en alma lo ocupó un ídolo. Yo también tengo la oportunidad de
reconocer al verdadero Señor Dios, seguirlo en obediencia dejándome ser amado
por Él. ¿Cerraré mi corazón a su acción o dejaré definitivamente que Cristo
haga Pascua en mi vida?
Les invitamos a
participar en todas las celebraciones del Triduo pascual como si estuviésemos
físicamente presentes en cada altar. Realicemos la oraciones y recomendaciones
para estos días de un modo pleno y verdadero. Tenemos la oportunidad de vivir
hondamente el Triduo pascual, que es el misterio de nuestra salvación. Ha
llegado la Hora.
Catequesis para menores de 12 años
· Se proclama el
evangelio y se ayuda a los niños a 7 recomponer el relato, buscando los
detalles.
· Se explica desde
las ideas centrales de la catequesis de adultos (el texto anterior).
· Leemos y
reflexionamos. Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa
· En silencio
meditamos con el corazón el significado de estas palabras y las compartimos.
Oremos: Ángel de mi guarda,
dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Hasta que alcance los brazos de Jesús, José y María.
5.Cada uno de
la familia dice una acción de gracias.
Dios Padre, te damos gracias por …
6. Ahora, cada
uno hace una petición.
Dios misericordioso, te pedimos por ...
7. Oramos como
Jesús nos enseñó:
Padre nuestro…
8.Nos damos la
Paz del Señor, como gesto de amor.
9. Oramos a
nuestra
Madre: Dios te salve María…
10. Comunión
espiritual:
Creo, Jesús mío, que estás en el Santísimo Sacramento; te amo sobre
todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo
sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. (breve silencio)
Y ahora, como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a
Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de ti.
11. Los padres
se bendicen entre ellos y bendicen a los hijos, haciendo una cruz en la frente
mientras le dicen algo bonito al oído. Nos hacemos la Señal de la cruz
diciendo: + El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la Vida
eterna. Amen.
Posibilidades para acompañar el día en
oración familiar
1.Durante el Triduo Pascual, no habrá entrega de esta guía de
Oración familiar. Se harán otras publicaciones en Vivir la Fe Católica
2. El Jueves Santo: · Celebramos el mandamiento del amor por eso nos lavaremos los pies
unos a otros como signo de perdón, amor y servicio (tener previsto los
elementos). Canción del Lavatorio de Pies – Valivan Aquí
· Celebramos la
institución del orden sagrado de los Obispos y los Sacerdotes: por eso
participamos de la Misa con profunda devoción y rezamos por los ministros
consagrados de la Iglesia.
· Celebramos la
institución de la Eucaristía: A la noche nos quedamos un rato haciendo
adoración a Jesús eucarístico desde mi hogar y desde mi corazón. Cuando
cenemos, podemos comer el pan y beber el vino (los mayores) que tuvimos
presentes en la Misa como signos eucarísticos. Canción de la Eucaristia Juevessanto y la Misa – Valivan Aquí
El Viernes Santo: Es un día penitencial.
· Hacemos memoria de
la Pasión del Señor. Concluida la celebración, rezaremos el Via Crucis.
· Adoración de la
santa Cruz. Durante la celebración que estaremos viendo, en el momento
indicado, nos pasaremos uno a uno, la Cruz del altar familiar para adorarla,
hacer una genuflexión y besarla.
El Sábado Santo: Mantener un espíritu penitencial de recogimiento y
oración. Rezar el Santo Rosario.
Leer para toda la familia: Meditación del Sábado Santo, de un autor
antiguo. Descenso del Señor a los infiernos.
La Vigilia Pascual: Nos arreglarnos como para cuando salimos a la
fiesta de un casamiento y participamos de la Misa de la Vigilia. Preparemos
todo previamente.
10 Hacemos la mejor cena de todo el año y la compartimos con gozo
en el corazón.
Domingo de Resurrección: Expresemos la alegría de la victoria de
Jesús y nuestra salvación. Ver y escuchar:
Podemos hacer una Oración familiar con las lecturas del día y
comentarlas: Hechos 10,34-43 Colosense 3,1-4. Juan 20,1-9, luego el resto de
las oraciones. Comienza la Octava de Pascua.
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