Domingo dentro de
la octava de Navidad
(o, en su defecto, el 30 de diciembre)
LA SAGRADA FAMILIA:
JESÚS, MARÍA Y JOSÉ
Siendo María, su madre, desposada con José... (Mat 1, 18).
1. ¿Existió verdadero matrimonio? Debe contestarse afirmativamente, porque
allí existieron los tres bienes del matrimonio, a saber: la prole, el mismo
Dios; la fidelidad, pues no existió ningún adulterio; y sacramento, porque hubo
unión indisoluble de las almas.
Pero ¿cómo existió el matrimonio? Porque el voto impide contraer matrimonio.
Como quiera que la Bienaventurada Virgen hizo voto de virginidad, parece que no
se dio verdadero matrimonio. Debe decirse que (María) se sentía angustiada por
dos cosas. Por un lado, le angustiaba la maldición de la ley a que estaba
sujeta la mujer estéril; por otra parte, el propósito de guardar castidad; y
por eso no se cree que, antes de desposarse con José, hubiese hecho voto
absoluto de virginidad, sino únicamente bajo la condición de si agradaba a Dios;
y aun cuando la hubiese tenido de deseo, sin embargo, sometió su voluntad
acerca de esto al arbitrio divino. Pero después, una vez que tomó esposo,
conforme a lo que exigían las costumbres de aquellos tiempos, y después que
hubo conocido que aquello era grato a Dios, de común acuerdo hizo con José voto
absoluto de virginidad, y esto precisamente antes del anuncio del Ángel, pues
respondió a éste: ¿Cómo será esto, porque no conozco varón? (Lc 1, 34), lo cual
no hubiese dicho con verdad, si primero no hubiese dedicado su virginidad a
Dios.
(In Matth., I, y 3ª q. XXVIII,
a. 4)
II. Fue conveniente que Cristo naciese de una virgen desposada, ya por él
mismo, ya por su madre, ya por nosotros.
A causa del mismo Cristo: 1º, para que no fuese rechazado por los
infieles como nacido ilegítimamente;
2º, para que, según la forma acostumbrada, se describiese su genealogía por
línea masculina; 3º, para tutela del niño nacido, a fin de que el diablo no
procurase daño contra él con mayor violencia; por eso dice San Ignacio que ella
se desposó para ocultar el parto al diablo; 4º, para que fuese alimentado por
San José; y por eso fue llamado su padre corno nutricio.
Por razón de la Virgen: 1º, porque por esto se hizo libre de la pena, esto
es, para que no fuese apedreada por los judíos; 2º, para librarse de la infamia;
prefirió el Señor que algunos dudasen de su origen a que dudasen del pudor de
la madre, pues sabía que el recato de la virgen es delicado, y juzgó que su
nacimiento no debía causar injuria a la fidelidad de la madre; 3º, para que San
José la ayudase, ya cuando huyese a Egipto, ya después de regresar de allí.
Fue conveniente para nosotros: 1º, porque por el testimonio de José fue probado
que Cristo nació de una virgen, por lo cual dice San Ambrosio 1: “Como testigo más elocuente del pudor de María
está su esposo, el cual podría
quejarse de la
injuria y vengar
el oprobio, si
no conociese el misterio"; 2º, porque las mismas
palabras de la virgen madre, que atestigua su virginidad, se hacen más
creíbles; puesto que la desposada no tuvo motivo para mentir, ya que el premio
del matrimonio y la gracia de las nupcias es la fecundidad de las mujeres; 3º,
porque con esto se simboliza toda la Iglesia, que siendo virgen, se desposó,
sin embargo, con un solo varón, Cristo. Puede haber además otro motivo para que
la madre del Señor fuese desposada y virgen, el que en su persona fuesen
honradas la virginidad y el matrimonio contra los herejes que han atacado a la
una y al otro.
(3ªq. XXIX, a. 1)
Nota:
Super Luc., cap. I, In mense
sexto.
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