lunes, 31 de julio de 2017
La oración " Alma de Cristo" comentada - Mons. Antonio Montero Moreno
REZO MEDITADO
DEL "ALMA DE CRISTO"
por S.E.R. Mons. Antonio Montero Moreno
Arzobispo de Mérida-Badajoz
DEL "ALMA DE CRISTO"
por S.E.R. Mons. Antonio Montero Moreno
Arzobispo de Mérida-Badajoz
Doy por seguro, Señor, que
millares y millares, por no decir millones, de hombres y de mujeres, a lo largo
de más de cuatro siglos, han recitado el Alma de Cristo, siguiendo la
recomendación de San Ignacio, para el final de la oración personal o en momentos
de especial intensidad religiosa. Esas letrillas litánicas, que el santo
nombraba todavía en latín, te presentan, Señor crucificado, un recital breve y
silencioso de querencias íntimas, nacidas todas ellas de nuestra pobreza
radical. Son las cuentas preciosas de un misterio del rosario, a la vez
doloroso y glorioso. Intentaré repasar, grano a grano, esta espiga de
invocaciones.
Alma de
Cristo, santifícame
Tú sabes mejor que yo a cuántos
equívocos se presta hoy el nombre mismo del alma. Entiendo por alma con la
Biblia, la Iglesia y la tradición cultural a la que pertenezco, esa otra
dimensión fundante, invisible e inmortal de mi ser, que anima y sostiene la vida
de mi cuerpo, que con él me hace persona, donde se asientan la inteligencia, la
libertad, el amor y la dignidad del hombre. De donde brotan también, por su
cara obscura, el pecado y la maldad, la abyección y la podredumbre moral.
Sobre mi alma, que soy yo mismo,
sobre su desnudez indigente y pecadora, derrama, ¡oh Cristo!, la gracia, la luz
y la santidad de la tuya.
Cuerpo
de Cristo, sálvame
domingo, 30 de julio de 2017
Cartas del diablo a su sobrino XV - C.S. Lewis
XV
Mi
querido Orugario:
Por
supuesto, había observado que los humanos estaban atravesando un respiro en su
guerra europea —¡lo que ingenuamente llaman "La Guerra"!—, y no me
sorprende que haya una tregua correlativa en las inquietudes del paciente. ¿Nos
conviene estimular esto, o mantenerle preocupado? Tanto el temor torturado como
la estúpida confianza son estados de ánimo deseables. Nuestra elección entre
'ellos suscita cuestiones importantes.
Los
humanos viven en el tiempo, pero nuestro Enemigo les destina a la Eternidad. Él
quiere, por tanto, creo yo, que atiendan principalmente a dos cosas: a la
eternidad misma y a ese punto del tiempo que llaman el presente. Porque el
presente es el punto en el que el tiempo coincide con la eternidad. Del momento
presente, y sólo de él, los humanos tienen una experiencia análoga a la que
nuestro Enemigo tiene de la realidad como un todo; sólo en el presente la
libertad y la realidad les son ofrecidas. En consecuencia, Él les tendría
continuamente preocupados por la eternidad (lo que equivale a preocupados por
Él) o por el presente; o meditando acerca de su perpetua unión con, o
separación de, Él, o si no obedeciendo la presente voz de la conciencia,
soportando la cruz presente, recibiendo la gracia presente, dando gracias por
el placer presente.
sábado, 29 de julio de 2017
Máximas de San Juan Bosco sobre la humildad
HUMILDAD
Haced
todo el bien que esté a vuestro alcance, pero sin ostentación; la violeta
aunque esté escondida, se descubre por su fragancia.
Sé
siempre agradecido a quien te dé avisos.
La
falta de humildad es siempre perjudicial para la unidad de un colegio; por el
amor propio de un superior, éste caerá en ruinas.
Si
poseemos las ciencias sin la humildad., no seremos nunca hijos de Dios, antes
bien hijos de aquel que es padre de la soberbia: el demonio.
Aunque
no digas siempre todo lo que sepas, da a entender bien lo que dices.
Sobre
Dios piensa según te dicte la fe; de tu prójimo, según te inspire la caridad,
de ti, con humildad. De Dios habla siempre con veneración, del prójimo, como
quisieras que hablaran de ti, de tu persona, habla con humildad o mejor calla.
La
falta de modestia en el hablar, indica falta de criterio.
Habla
poco de los demás y menos de ti mismo.
Más
bien que disculparte de tus defectos, procura enmendarte de ellos.
La
virtud que se debe inculcar de una manera particular a los estudiantes, es la
humildad; porque un estudiante soberbio es un pobre ignorante.
viernes, 28 de julio de 2017
Cartas del diablo a su sobrino XIV - C.S. Lewis
XIV
Mi
querido Orugario:
Lo
más alarmante de tu último informe sobre el paciente es que no está tomando
ninguna de aquellas confiadas resoluciones que señalaron su conversión
original. Ya no hay espléndidas promesas de perpetua virtud, deduzco; ¡ni
siquiera la expectativa de una concesión de la "gracia" para toda la
vida, sino sólo una esperanza de que se le dé el alimento diario y horario para
enfrentarse con las diarias y horarias tentaciones! Esto es muy malo.
Sólo
veo una cosa que hacer, por el momento. Tu paciente se ha hecho humilde: ¿le
has llamado la atención sobre este hecho? Todas las virtudes son menos
formidables para nosotros una vez que el hombre es consciente de que las tiene,
pero esto es particularmente cierto de la humildad. Cógele en el momento en que
sea realmente pobre de espíritu, y métele de contrabando en la cabeza la
gratificadora reflexión: "¡Caramba, estoy siendo humilde!", y casi
inmediatamente el orgullo —orgullo de su humildad— aparecerá. Si se percata de
este peligro y trata de ahogar esta nueva forma de orgullo, hazle sentirse
orgulloso de su intento, y así tantas veces como te plazca. Pero no intentes
esto durante demasiado tiempo, no vayas a despertar su sentido del humor y de
las proporciones, en cuyo caso simplemente se reirá de ti y se irá a la cama.
Pero
hay otras formas aprovechables de fijar su atención en la virtud de la
humildad. Con esta virtud, como con todas las demás, nuestro Enemigo quiere
apartar la atención del hombre de sí mismo y dirigirla hacia Él, y hacia los
vecinos del hombre. Todo el abatimiento y el autoodio están diseñados, a la
larga, sólo para este fin; a menos que alcancen este fin, nos hacen poco, daño,
e incluso pueden beneficiarnos si mantienen al hombre preocupado consigo mismo;
sobre todo, su autodesprecio puede convertirse en el punto de partida del
desprecio a los demás y, por tanto, del pesimismo, del cinismo y de la
crueldad.
jueves, 27 de julio de 2017
Qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en el Sagrario 11 - Está repitiendo su nochebuena - San Manuel González García
El
CORAZÓN DE JESÚS ESTÁ
REPITIENDO SU NOCHEBUENA
Una gran alegría os anuncio:
os ha nacido el Salvador.
(Lc 2,10,11)
Cada
vez que paso junto a un Sagrario, los ángeles que en torno de él revolotean y
adoran podrían cantarme como en la Nochebuena: ¡Gran alegría! ¡El Salvador os
ha nacido!
En
realidad, para los cristianos que gozamos del Sagrario perpetuo, siempre es
Nochebuena y por consiguiente Pascua ¡hasta con sus aguinaldos!
¡Aguinaldos!
Es la palabra de los días de Navidad.
Es
tan elocuente y, si vale decirlo así, tan arrollador el sermón de generosidad
que se viene predicando hace veinte siglos en Belén, que hasta los más
apartados y sordos sienten sus influencias. Hablemos, pues, de aguinaldos.
¿De
quién y a quién?
De
todo el que tenga algo que dar, sea lo que sea, y a todo el que necesite algo,
sea también lo que sea.
Y
como todos podemos dar algo, por muy pobres e indigentes que seamos, y todos,
quien más, quien menos, algo necesitamos, todos estamos en situación de dar y
tomar aguinaldos.
Y
aquí surge como por encanto un tema muy fecundo para un rato de meditación
pascual ante mi Sagrario.
A
saber: ¿qué puedo yo dar de las cosas que necesitan los que a mi alrededor
viven?
Y
desarrollando la meditación, comienzo por hacer lista de necesidades que veo en
los que me rodean.
miércoles, 26 de julio de 2017
Carta a los ancianos- San Juan Pablo II
CARTA DEL SANTO PADRE
JUAN PABLO II
A LOS ANCIANOS
1999
JUAN PABLO II
A LOS ANCIANOS
1999
A mis hermanos y hermanas ancianos!
“ Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil
porque pasan aprisa y vuelan ”
(Sal 90 [89], 10)
“ Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil
porque pasan aprisa y vuelan ”
(Sal 90 [89], 10)
1. Setenta eran muchos años en el tiempo en que el Salmista escribía estas palabras, y eran pocos los que los superaban; hoy, gracias a los progresos de la medicina y a la mejora de las condiciones sociales y económicas, en muchas regiones del mundo la vida se ha alargado notablemente. Sin embargo, sigue siendo verdad que los años pasan aprisa; el don de la vida, a pesar de la fatiga y el dolor, es demasiado bello y precioso para que nos cansemos de él.
He sentido el deseo, siendo yo también anciano, de ponerme en diálogo
con vosotros. Lo hago, ante todo, dando gracias a Dios por los dones y las
oportunidades que hasta hoy me ha concedido en abundancia. Al recordar las
etapas de mi existencia, que se entremezcla con la historia de gran parte de
este siglo, me vienen a la memoria los rostros de innumerables personas,
algunas de ellas particularmente queridas: son recuerdos de hechos ordinarios y
extraordinarios, de momentos alegres y de episodios marcados por el
sufrimiento. Pero, por encima de todo, experimento la mano providente y
misericordiosa de Dios Padre, el cual “ cuida del mejor modo todo lo que existe
” (1) y que “ si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha ” (1 Jn 5,
14). A Él me dirijo con el Salmista: “ Dios mío, me has instruido desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas, ahora, en la vejez y las canas, no me
abandones, Dios mío, hasta que describa tu brazo a la nueva generación, tus
proezas y tus victorias excelsas ” (Sal 71[70], 17-18).
Mi pensamiento se dirige con afecto a todos vosotros, queridos ancianos de cualquier lengua o cultura. Os escribo esta carta en el año que la Organización de las Naciones Unidas, con buen criterio, ha querido dedicar a los ancianos para llamar la atención de toda la sociedad sobre la situación de quien, por el peso de la edad, debe afrontar frecuentemente muchos y difíciles problemas.
El Pontificio Consejo para los Laicos ha ofrecido ya valiosas pautas de reflexión sobre este tema.(2) Con la presente carta deseo solamente expresaros mi cercanía espiritual, con el estado de ánimo de quien, año tras año, siente crecer dentro de sí una comprensión cada vez más profunda de esta fase de la vida y, en consecuencia, se da cuenta de la necesidad de un contacto más inmediato con sus coetáneos, para tratar de las cosas que son experiencia común, poniéndolo todo bajo la mirada de Dios, el cual nos envuelve con su amor y nos sostiene y conduce con su providencia.
martes, 25 de julio de 2017
Santiago Apóstol, su significación en la cultura hispánica
Santiago
Apóstol
su
significación en la cultura hispánica
Por
Andrea Greco de Álvarez
Cristo tuvo por predilectos a:
Simón, Santiago y Juan. Ellos fueron los elegidos para presenciar los momentos
más solemnes: para verle transfigurado en el Tabor; para presenciar la
resurrección de la hija de Jairo; para acompañarlo en los momentos previos a la
Pasión en el Huerto de los Olivos. Sólo ellos tres recibieron de Cristo
sobrenombres especiales: a Simón, lo llamó Pedro; a Santiago y Juan, Boanerges
o sea “los hijos del trueno”.
Predicación de Santiago el
Mayor en España
Después de la pasión y muerte
de Nuestro Señor Jesucristo, Santiago hospedó en su casa a la Santísima Virgen,
encomendada por Cristo desde la Cruz, al cuidado de su hermano San Juan.
Dice el P. Zacarías de Vizcarra
que sin duda alguna la Virgen Santísima tuvo una influencia muy importante en
la resolución tomada por Santiago de dirigirse a predicar la fe al último
límite del mundo entonces conocido que era España, alejándose de Palestina
antes que ningún otro Apóstol, como si presintiera que su muerte estaba
cercana.
Según la tradición, Santiago
llegó a las playas de España a enseñar la nueva fe cristiana1. Los habitantes del lugar lo
recibieron con tanta dureza de corazón que el apóstol no lograba frutos.
Afligido y descorazonado por este motivo, recibió la visita de la Madre de
Cristo que vivía aún en casa de su hermano Juan en Jerusalén, sobre un pilar de
jaspe que lo alentaba a continuar sin desfallecer. Parece que la Santísima
Virgen también hubiera querido ser misionera de los españoles confirmando su fe
con su milagrosa presencia. La Virgen María como prenda de amor y como símbolo
de la firmeza que habría de tener la Iglesia fundada en España por Santiago le
dejó aquel pilar sobre el cual se había aparecido que se venera desde entonces
en Zaragoza.
Dicha advocación es la que
conocemos como la Virgen del Pilar, patrona de España. La única aparición de la
Virgen cuando aún no había sido asunta al cielo. Esta aparición renovó las
fuerzas del apóstol y empezó a recoger los anhelados frutos.
En el año 42 Santiago regresa a
Tierra Santa. Gobernaba por entonces Herodes Agripa, nieto de Herodes el que
ordena la matanza de los santos inocentes. Herodes para hacerse simpático a los
judíos a cuya raza no pertenecía, frecuentaba el templo y simulaba un celo
extremado por la ley de Moisés. Santiago, indignado ante la hipocresía de
Herodes, predicó sobre Jesucristo abiertamente. El gobernador, deseoso de
complacer a los judíos, se determinó a dar un gran golpe a los cristianos
ordenando la muerte de Santiago. Dice la Sagrada Escritura que lo mató a espada
(Hech. 12, 2). Se conocía que este era el apóstol más ardientemente promotor de
la predicación a los gentiles. Santiago acaba de llegar de España, acompañado
de varios discípulos españoles. Estos después de su martirio, volvieron a
España con el cadáver del apóstol y lo sepultaron en el sitio que actualmente
se encuentra bajo el altar mayor de la basílica de Compostela donde hasta hoy
es venerado.
Las misiones cumplidas por la
Iglesia de Santiago para exaltación y gloria de la Cristiandad han sido:
Máximas de San Juan Bosco sobre el estudio
ESTUDIO
·
Estudio,
trabajo, oración: he aquí tu lema que te conservará bueno.
·
La finalidad de sus estudios era: hacerse digno de su
vocación y habilitarse para la instrucción de la juventud.
·
Quien no tiene
temor de Dios, deje los estudios porque trabaja de balde.
·
En la ciencia natural se encuentra la ciencia
sobrenatural, la virtud consiste en hallar el modo de ponerla en práctica.
·
Medios para salir bien en los estudios: primero, temor
de Dios; segundo, no perder nunca ni un minuto de tiempo, frenar la fantasía;
tercero, habituarse a no seguir adelante, mientras no se haya entendido bien lo
que antecede; cuarto, vencer la dificultad que se encuentra en el estudio de
los autores; quinto, acordarse y recurrir a Jesús y a María. con cualquier
jaculatoria, este es el medio más eficaz; sexto, ocuparse exclusivamente en lo
que se refiere al estudio; séptimo, recurrir siempre a la protección de María.
lunes, 24 de julio de 2017
San Charbel Makhlouf, monje valiente gloria de la Orden Libanesa Maronita - Pablo VI
CANONIZACIÓN Charbel Makhlouf
HOMILÍA DE PABLO VI
Domingo, 09 de octubre 1977
Venerables hermanos y amados hijos,
Toda la Iglesia, de Oriente a Occidente, se invita hoy a una gran
alegría. Nuestro corazón se vuelve al cielo, donde ahora sabemos con gran
certeza que San Charbel Makhlouf se asocia con la felicidad inconmensurable de
los santos en la luz de Cristo, alabando e intercediendo por
nosotros. Nuestros ojos también gire allí donde él vivió, el querido país
de Líbano, nos complace saludar a los representantes: su beatitud patriarca
Antoine Pierre Khoraiche, con sus hermanos y e hijos maronitas, representantes
de otros ritos católicos, ortodoxos y, en el ámbito civil, la delegación del
gobierno y el Parlamento libanés a quienes agradecemos que nos gustaría dar las
gracias.
Su país, queridos amigos, había sido saludado con admiración por los
poetas bíblicos, impresionados por la fuerza de sus cedros que se convierten en
símbolos de la vida de los justos. Jesús mismo se acercó allí para recompensar
la fe de una mujer sirio fenicia: primeros frutos de salvación para todas las
naciones. Y este Líbano, un lugar de encuentro entre Oriente y Occidente se
convirtió en realidad el hogar de varios pueblos que se aferraban con valor a
su tierra y sus ricas tradiciones religiosas. La tormenta de recientes
acontecimientos ha causado profundas arrugas sobre su cara, y una sombra seria
en los caminos de la paz. Pero saben nuestra simpatía y afecto constante con
ustedes, tenemos la firme esperanza de la renovada cooperación entre todos
los hijos del Líbano.
Y es que hoy veneramos juntos, a un hijo de todo el Líbano,
especialmente la Iglesia maronita, pueden estar orgullosos: Charbel
Makhlouf. Un hijo singular, paradójicamente un artesano de la paz, ya que
quería alejarse del mundo, sólo en Dios. Pero su lámpara está encendida encima
de la montaña de su ermita, desde el siglo pasado, ha brillado un
resplandor creciente y unánimemente hasta su santidad. Ya le
habíamos rendido honores al declararlo Beato el 5 de diciembre de 1965 en
la clausura del Concilio Vaticano II. Hoy, en la canonización y la extensión de
su culto a toda la Iglesia, damos un ejemplo para todo el mundo, este monje
valiente gloria de la Orden Libanesa Maronita y digno representante de las
Iglesias de Oriente y su gran tradición monástica.
No es necesario trazar en detalle biografía, además de sencillo. Es
importante tener en cuenta, al menos, cómo el ambiente cristiano de su infancia
enraizada en la fe a los jóvenes Youssef - que era su nombre de pila - y lo
preparó para su vocación: la familia de modestos campesinos, trabajadores,
unido ; animada por una fe fuerte, familiar de la oración litúrgica del pueblo
y la devoción a María; tíos dedicados a la vida del ermitaño, y la madre
especialmente admirable, piadoso, mortificado al ayuno continuo. Escuchar las
palabras que el que se informa después de la separación de su hijo: "Si no
tiene que ser un buen religioso, diría: Vuelve a casa. Pero ahora sé que el
Señor te quiere en su servicio. Y en mi dolor de estar separado de ti, dije
resignadamente: él te bendiga, mi hijo, y te haga un santo "(P. PAUL
DAHER, Charbel, un borracho de Dios Monasterio S. Maron Annaya, Líbano Jbail,
1965, p. 63). Las virtudes de la casa y ejemplo de los padres son siempre un
entorno privilegiado para el nacimiento de vocaciones.
domingo, 23 de julio de 2017
Martín Lutero: mitos y realidades
Artículo de
María Elvira Roca Barea
Publicado en el Diario
"EL País" (España)
Dice la leyenda que el 31 de octubre de 1517 el monje agustino Martín Lutero (1483-1546),
escandalizado por el vergonzoso espectáculo que la Iglesia ofrecía e indignado por la venta de indulgencias, clavó en las
puertas de la iglesia de Wittenberg las 95 tesis
que desafiaban el poder de Roma. Se cumplen por tanto 500 años y Alemania está celebrando con fasto este aniversario. Merkel
y Obama homenajearon el 25 de mayo a Lutero en la puerta de Brandeburgo y
por las mismas fechas se inauguró una espectacular exposición en Wittenberg.
Esto, por citar sólo alguno de los eventos más destacados. Desde que acabó la
II Guerra Mundial los aniversarios luteranos (nacimiento, muerte, 95 tesis,
iluminación divina durante la tormenta de 1505…) apenas revestían relevancia.
Pero ahora esto ha cambiado. ¿Por qué?
El gesto descrito a las
puertas de la iglesia de Wittenberg es la representación mítica y ritual
de lo que significó Martín Lutero para el entonces llamado Sacro Imperio
Germánico. Hace mucho que se duda de que clavara sus tesis; las
menciones al acto desafiante aparecen mucho después conforme se va adornando y
mitificando al personaje Lutero y al cisma que trajo consigo. Pero, si non è vero, è ben trovato.
Resulta mucho menos heroico mandar por correo —que es lo que con toda
probabilidad sucedió— el texto de protesta al obispo de Maguncia. Así que el
gesto simbólico conserva hoy toda su prosopopeya teatral pero era mucho más
épico en aquel tiempo, porque el hombre del siglo XVI sabía que este era el
modo en que se daban a conocer los llamados carteles de desafío, con
los que un caballero insultaba públicamente a otro y le retaba a duelo. Había
que responder, si no, quedaba deshonrado para siempre. Hay en la figura de
Lutero un componente de heroísmo a toro pasado muy interesante para comprender
su significado en la historia de Alemania y sí, no se sorprenda el lector, en
la de España.
sábado, 22 de julio de 2017
Santa María Magdalena en la Escritura y la Tradición
LA MAGDALENA, APOSTOLA APOSTOLORUM
por RODOLFO VARGAS RUBIO
No cabe duda que santa María Magdalena, cuya fiesta se celebra hoy, es
uno de los personajes más fascinantes del Evangelio. En torno a ella se han
tejido leyendas que, si han contribuido a difundir extraordinariamente su
culto, también han desdibujado su perfil histórico. No vamos a entrar, por
supuesto, en la burda patraña difundida recientemente por la literatura de
ficción con pretensiones pseudo-históricas. Intentaremos, en cambio, dilucidar
la figura de la Magdalena de acuerdo con los datos aportados por la Sagrada
Escritura y la Tradición, así como por la piedad cristiana.
En los Evangelios aparecen cuatro mujeres que han sido identificadas
individualmente y entre sí con el personaje al que la liturgia católica venera
como santa María Magdalena, la penitente:
1. María de Magdala, de la cual se dice que Jesús echó siete demonios
(Marc. XVI, 9; Luc. VIII), que le seguía junto con otras mujeres y le asistía
con sus riquezas (Luc. VIII, 1-3), que estuvo al pie de la cruz (Matth. XXVII,
55-56; Marc. XV, 40; Ioann. XIX, 25), que asistió al entierro del Señor (Matth.
XXVII, 61; Marc. XV, 47; Luc. XXIII, 55) y que acudió con otras dos al sepulcro
la mañana de Pascua, apareciéndosele el Maestro, cuya resurrección anunció a
los discípulos (Marc. XVI, 9-11; Luc. XXIV, 1-10; Ioann. XX, 11-18).
2. María de Betania, hermana de Lázaro y Marta (Luc. X, 38-42; Ioann.
XI, 1-45), que ungió a Jesús durante una cena en Betania, en casa de Simón el
Leproso: en la cabeza según unos (Matth. XXVI, 6-13; Marc. XIV, 3-9) y en los pies
según otro (Ioann. XII, 1-8).
3. La pecadora arrepentida que ungió los pies de Jesús en casa de un
fariseo (Luc. VII, 36-50).
4. La mujer adúltera, llevada por los escribas y fariseos, con intención
de apedrearla, a Jesús, mientras predicaba en el Templo, y que la perdona
(Ioann. VIII, 1-11).
Edificar la Iglesia Doméstica - Conferencia en Roma de Mons. Juan Antonio Reig Pla
EDIFICAR LA
IGLESIA DOMÉSTICA.
PRÁCTICAS
FAMILIARES
PARA HABITAR
EN LA IGLESIA
JUAN ANTONIO
REIG PLA
OBISPO DE
ALCALÁ DE HENARES
VICEPRESIDENTE
DEL PONTIFICIO
INSTITUTO
JUAN PABLO II
PARA ESTUDIOS
SOBRE
EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(SECCIÓN
ESPAÑOLA)
ROMA, 28 DE
JUNIO DE 2017
ÍNDICE
- Edificar la casa
- Edificar requiere de fe
- Madurar la propia identidad
- Ser una sola carne
- El amor que promete una
vida
- Ser más como introducción
en una cultura
- La oración en familia
- El perdón
- La fiesta, el domingo y el
Año Litúrgico
- El camino de la belleza
como práctica familiar
- Edificar el hogar de la
misericordia
¿Es la Iglesia habitable? (1) Es una pregunta que muchos se hacen
ante el rechazo que les causa una institución que se presenta como poco
adecuada al estilo actual de vida. Para muchos la Iglesia y lo religioso
adquiere la imagen del museo, que sirve para admirar la belleza de unos objetos
inspirados, pero que ninguno imagina como su propia casa. Todo es para
contemplar, nada se puede tocar ni cambiar de puesto. Sirve para sentirse en
paz, pero no para responder a las preguntas inquietantes que ofrece el futuro.
La pregunta inicial en todo caso nace desde una desafección
eclesial extendida en grandes sectores de la sociedad en un proceso creciente y
dirigido en gran medida a la propuesta moral cristiana. Al tomarla como una
propuesta ajena entre otras muchas se siente una mayor incomodidad al
escucharla. En verdad lo que está en juego es la “habitabilidad”: encontrar en
ella un espacio donde vivir. Este es el problema por encima de la racionalidad
de la fe que fue en cambio lo que, en otro tiempo, hacía más difícil admitir la
propuesta cristiana (2) . La cuestión tiene que ver entonces con el modo de
vivir con un contenido moral indudable.
No podemos dejar de tomar en serio la radicalidad de la pregunta,
pero como es natural, desde una perspectiva más grande que el tono
reivindicativo con el que se suele formular. En el ámbito público en el que se
formula aquello que implícitamente se pide es que la Iglesia sería más
habitable si adaptara su doctrina y moral a las claves más usuales en la
sociedad, aquellas por las que las personas sienten la vida más agradable. Es
una propuesta miope. Lo erróneo de la misma consiste en no captar que,
precisamente, uno de los obstáculos mayores para la vida buena es buscar en
primer lugar lo que agrada. Esto no es nunca un principio de habitabilidad,
sino solo de agradabilidad. Ya lo vio el mismo Epicuro el cual, con su teoría
del “jardín”, planteaba la habitabilidad más como protección del mal que como
vida agradable. La simple adaptación a las condiciones ambientales no crea
habitabilidad en el hombre, éste habita en el mundo cuando comprende sus
exigencias internas y la creatividad propia, no cuando mira simplemente el exterior.
Una choza, el fuego, el templo, los referentes para la habitabilidad, son
creaciones humanas no una imitación. El hombre ha sido capaz de vivir en todos
los ambientes del globo porque siempre ha construido algo y nunca se ha
contentado solo en adaptarse. La Iglesia no es más habitable por presentarse
más atractiva, sino por ofrecer una vida buena plena, donde otros ofrecen
simplemente sentirse bien. Es la diferencia entre una casa y un hotel. En este
último todo son servicios que el huésped paga porque no cuenta con nada propio.
Todos aceptan la Iglesia como pieza de visita, incluso como marco para un
evento, pero habitar es considerarla “suya” como una casa llena de vida.
viernes, 21 de julio de 2017
"San Lorenzo de Brindis cultivó una vida espiritual de fervor excepcional, dedicando mucho tiempo a la oración y de modo especial a la celebración de la santa misa" Benedicto XVI
BENEDICTO
XVI
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles 23 de marzo de 2011
Miércoles 23 de marzo de 2011
San Lorenzo de Brindis
Queridos hermanos y
hermanas:
Recuerdo aún con alegría la acogida
festiva que me reservaron en 2008 en Brindis, la ciudad donde nació, en 1559,
un insigne doctor de la Iglesia, san Lorenzo de Brindis, nombre que Giulio
Cesare Rossi asumió al entrar en la Orden de los capuchinos. Desde la infancia
se sintió atraído por la familia de san Francisco de Asís. De hecho, huérfano
de padre a los siete años, fue encomendado por su madre a los cuidados de los
frailes conventuales de su ciudad. Algunos años después, sin embargo, se
trasladó con su madre a Venecia, y precisamente en el Véneto conoció a los
capuchinos, quienes en aquel tiempo se habían puesto generosamente al servicio
de toda la Iglesia para incrementar la gran reforma espiritual impulsada por el
concilio de Trento. En 1575 Lorenzo, con la profesión religiosa, se convirtió
en fraile capuchino y en 1582 fue ordenado sacerdote. Ya durante los estudios
eclesiásticos mostró las eminentes cualidades intelectuales de las que estaba
dotado. Aprendió fácilmente las lenguas antiguas, como el griego, el hebreo y
el siriaco, y las modernas, como el francés y el alemán, que se añadían al
conocimiento de la lengua italiana y de la latina, que en esa época se hablaba
con fluidez entre los eclesiásticos y los hombres de cultura.
Gracias al dominio de tantos idiomas
Lorenzo pudo realizar un intenso apostolado entre diversas clases de personas.
Predicador eficaz, conocía de modo tan profundo no sólo la Biblia, pero también
la literatura rabínica, que los propios rabinos se quedaban asombrados y
admirados, y le manifestaban estima y respeto. Teólogo versado en la Sagrada
Escritura y en los Padres de la Iglesia, era capaz de ilustrar de modo ejemplar
la doctrina católica también a los cristianos que habían adherido a la Reforma,
sobre todo en Alemania. Con su exposición clara y serena, mostraba el
fundamento bíblico y patrístico de todos los artículos de fe puestos en
discusión por Martín Lutero. Entre ellos el primado de san Pedro y de sus
sucesores, el origen divino del episcopado, la justificación como
transformación interior del hombre y la necesidad de las buenas obras para la
salvación. El éxito alcanzado por Lorenzo nos ayuda a comprender que también
hoy, al proseguir con gran esperanza el diálogo ecuménico, la confrontación con
la Sagrada Escritura, leída en la Tradición de la Iglesia, constituye un
elemento irrenunciable y de fundamental importancia, como recordé en la
exhortación apostólica Verbum Domini (n. 46).
Síntesis del Catecismo en breves preguntas y respuestas
Síntesis del Catecismo en preguntas
- PRÓLOGO
- PRIMERA PARTE: LA PROFESIÓNDE FE
- PRIMERA SECCIÓN: "CREO"
-"CREEMOS"
- CAP. I: EL HOMBRE ES "CAPAZ" DE DIOS
- CAP. II: DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE
- CAP. III: LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS
- SEGUNDA SECCIÓN: LA PROFESIÓNDE LA FE CRISTIANA
- CAP. I: CREO EN DIOS PADRE
- CAP. II: CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS
- CAP. III: CREO EN EL ESPIRITU SANTO
- SEGUNDA PARTE: LA CELEBRACIÓNDEL MISTERIO
CRISTIANO
- PRIMERA SECCIÓN: LA ECONOMÍASACRAMENTAL
- CAP. I: EL MISTERIO PASCUAL EN EL TIEMPO DE LA
IGLESIA
- CAP. II: LA CELEBRACIÓNSACRAMENTAL DEL MISTERIO
PASCUAL
- SEGUNDA SECCIÓN: LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA
IGLESIA
- CAP. I: LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓNCRISTIANA
- CAP. II: LOS SACRAMENTOS DE CURACIÓN
- CAP. III: LOS SACRAMENTOS AL SERVICIO DE LA
COMUNIDAD
- CAP. IV: OTRAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS
- TERCERA PARTE: LA VIDA EN CRISTO
- PRIMERA SECCIÓN: LA VOCACIÓNDEL HOMBRE, LA VIDA
EN EL ESPÍRITU
- CAP. I: LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
- CAP. II: LA COMUNIDAD HUMANA
- CAP. III: LA SALVACIÓNDE DIOS: LA LEY Y LA GRACIA
- SEGUNDA SECCIÓN: LOS DIEZ MANDAMIENTOS
- CAP. I: "AMARÁSAL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU
CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS"
- CAP. II: AMARÁSA TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO
- CUARTA PARTE: LA ORACIÓNEN LA VIDA CRISTIANA
- PRIMERA SECCIÓN: LA ORACIÓNEN LA VIDA CRISTIANA
- CAP. I: LA REVELACIÓNDE LA ORACIÓN. LA LLAMADA
UNIVERSAL A LA ORACIÓN
- CAP. II: LA TRADICIÓNDE LA ORACIÓN
- CAP. III: LA VIDA DE ORACIÓN
- SEGUNDA SECCIÓN: LA ORACIÓNDEL SEÑOR: "PADRE
NUESTRO"
1.- ¿Qué es el catecismo?
Es un don de Dios y de la Iglesia a todos los cristianos y hombres de
buena voluntad.
2.- ¿Por qué se llama de la Iglesia universal?
Porque vale para todos los fieles católicos en cualquier parte del mundo.
PRÓLOGO
3.- ¿De qué trata el catecismo?
De cuatro cosas (13).
4.- ¿Cuáles son?
Primera, lo que debemos creer o el credo; segunda, lo que debemos
celebrar o la liturgia; tercera, cómo debemos vivir o los mandamientos; y
cuarta, cómo debemos orar o el padrenuestro.
PRIMERA PARTE: LA PROFESIÓNDE FE
PRIMERA SECCIÓN: "CREO"
-"CREEMOS"
CAPÍTULO PRIMERO: EL HOMBRE ES "CAPAZ" DE
DIOS
5.- ¿Qué significa creer?
Creer es la respuesta del hombre a Dios que se revela y se entrega a
él(26).
6.- ¿Por qué el hombre puede responder a Dios?
Porque el hombre es un ser religioso por naturaleza y vocación(44).
7.- ¿Qué quiere decir que es religioso?
Que el hombre está hecho para vivir en amistad con Dios, en quien
encuentra su felicidad (45).
8.- ¿Qué quiere decir por naturaleza?
Que el hombre puede conocer a Dios por la luz natural de la razón(36).
9.- ¿Qué quiere decir por vocación?
Que el hombre es llamado por Dios para que le conozca y le ame (27).
10.- ¿Podemos los hombres hablar de Dios?
Sí, podemos, por medio de nuestro lenguaje humano, por muy imperfecto
que sea (48).
11.- ¿Por qué los cristianos debemos hablar de Dios?
Porque sin Dios, la vida del hombre no tiene sentido (49).
CAPÍTULO SEGUNDO: DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE
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