Misas de la Virgen
X (Cuaresma I):
"Santa María,
discípula del Señor"
MISA COMPLETA, GUION Y COMENTARIO
El
tiempo de Cuaresma es un «camino» que los fieles recorren «entregados más
intensamente a escuchar la palabra de Dios y a la oración» (SC 109) y llevando
la cruz con ánimo más generoso (cf. Lc 14, 27), para que, purificados
interiormente, lleguen a una digna celebración de las fiestas pascuales. De
este modo se convierten en auténticos discípulos de Cristo, que escuchan sus
palabras y se esfuerzan por retenerlas (cf. Lc 8, 15), siguen sus huellas
negándose a sí mismos (cf. Mt 16,24) y procuran estar fielmente junto a la Cruz
de Jesús (cf. Jn 19, 26).
Por
todo ello, si, por justa causa, se celebra la Misa de Santa María Virgen, se
emplea oportunamente este formulario, en el que la Madre del Señor es venerada
como «el modelo del discípulo fiel que cumple la palabra» de vida (Oración
colecta). La Santísima Virgen, en efecto, que, por un don singular de Dios, fue
Madre de Cristo, fue también, por una razón especialísima, su «primera y más
perfecta (...) discípula» (MC 35).
Esta
Misa pone de manifiesto la importancia de la «palabra de Dios» o «mensaje de
salvación» en la vida de los discípulos (cf. Oración colecta, Oración después
de la comunión), implora para ellos la divina sabiduría (cf. Oración sobre las
ofrendas), ensalza la perfección de la ley del Señor y la justicia de sus
mandamientos (Salmo responsorial, cf. Sal 18 [19], 8-11), pone ante la mirada
de los fieles el Corazón de la Virgen, que guardaba las palabras del Señor
(Antífona de entrada, Evangelio, Lc 2,41-52), para que sigan su ejemplo (cf.
Oración después de la comunión).
Entre
los textos eucológicos destaca el Prefacio Cuya Madre, la
gloriosa Virgen María,en el que resuena en cierto modo la voz de Cristo,
que, a la alabanza de aquella mujer anónima («Dichoso el vientre que te llevó y
los pechos que te criaron») respondió: «Mejor, dichosos los que escuchan la
palabra de Dios y la cumplen» (Lc 11, 27-28); es también como un eco de la
frase de san Agustín al comentar aquel lugar del evangelio «¿Quién es mi
madre?» (Mc 3, 33): «Ciertamente, cumplió Santa María, con toda perfección, la
voluntad del Padre, y, por esto, es más importante su condición de discípula de
Cristo que la de Madre de Cristo, es más dichosa por ser discípula de Cristo
que por ser Madre de Cristo» (Sermo 25, 7: PL 46, 937).
Antífona de entrada
Dichosa eres, María, que al recibir el anuncio del Ángel te has hecho
Madre del Verbo de Dios. Dichosa tú, que, meditando en silencio las palabras
del cielo, te has convertido en discípula del Señor.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, que en la bienaventurada Virgen María nos das el
modelo del discípulo fiel que cumple tu palabra, abre nuestros corazones para
escuchar el mensaje de salvación que, en virtud del Espíritu Santo, ha de
resonar diariamente en nosotros y producir fruto abundante. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
Daré
gracias al que me enseñó
Lectura del libro del Eclesiástico 51, 13-18. 20–22
Siendo aún joven, antes de torcerme,
deseé la sabiduría con toda el alma,
la busqué desde mi juventud
y hasta la muerte la perseguiré;
crecía como racimo que madura,
y mi corazón gozaba con ella,
mis pasos caminaban fielmente
siguiendo sus huellas desde joven,
presté oído un poco para recibirla,
y alcancé doctrina copiosa;
su yugo me resultó glorioso,
daré gracias al que me enseñó;
decidí seguirla fielmente,
cuando la alcance no me avergonzaré.
Mi alma la siguió desde el principio
y la poseyó con pureza;
con sus consejos conseguí prudencia,
por eso no la abandonaré;
mis entrañas se conmovían al mirarla,
por eso la adquirí como posesión preciosa;
el Señor me concedió lo que pedían mis labios,
con mi lengua le daré gracias.
Palabra de Dios
Salmo
responsorial Sal 18, 8. 9. 10-11. 15 (R.: cf. Jn 6, 63c)
R. Tus palabras,
Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.
Que te agraden las palabras de mi boca,
Y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R.
Aleluya y versículo antes del evangelio Cf. Lc 2, 19
Dichosa es la Virgen María que conservaba la Palabra de Dios,
meditándola en su corazón.
Evangelio
La
Madre de Jesús conservaba todo esto en su corazón
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-52.
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de
Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre,
y cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin
que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se
pusieron a bus caria entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los
maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían,
quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
— Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te
buscábamos angustiados.
Él les contestó:
— ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi
Padre?
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre
conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y
los hombres.
Palabra del Señor.
O
bien:
Señalando
con la mano a los discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.»
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus
hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó:
- «Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo.»
Y, señalando con la mano a los discípulos, dijo:
- «Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi
Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.»
Palabra del Señor.
En
lugar de este evangelio puede utilizarse el que figura en el Apéndice (del Misal de la
Virgen), núm.
19.
Oración sobre las ofrendas
Mira con bondad, Señor, los dones que te presentamos con alegría en la
memoria de la Virgen, madre y discípula de tu Hijo, y concédenos, por ella, la
gracia de la sabiduría, que no pretendemos alcanzar por nuestras fuerzas. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
La Bienaventurada Virgen, discípula del Verbo
encarnado, es proclamada dichosa
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Cuya Madre, la gloriosa Virgen María,
con razón es proclamada bienaventurada,
porque mereció engendrar a tu Hijo
en sus entrañas purísimas.
Pero con mayor razón
es proclamada aun más dichosa,
porque, como discípula de la Palabra encarnada,
buscó solícita tu voluntad
y supo cumplida fielmente.
Por eso,
con todos los ángeles y santos,
te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo.
Antífona de comunión
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
Oración después de la comunión
Alimentados con esta eucaristía, te pedimos, Señor, llenos de gozo, que,
siguiendo el ejemplo de la Virgen, seamos verdaderos discípulos de Cristo, que
escuchan diligentemente sus palabras y las cumplen con fidelidad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Introducción
En este bendito Tiempo de Cuaresma contemplamos a Santa María, Madre y
Modelo de todo discípulo. Precisamente porque fue discípula ejemplar es Maestra
incomparable. En su escuela queremos aprender a seguir a Jesús. A ella, Refugio
de los pecadores, nos acercamos quienes deseamos recorrer un auténtico camino
de conversión.
Con profunda devoción celebremos la Misa y pidamos al Señor por los
frutos de esta Cuaresma. Cantamos…
Lecturas
El poner en práctica la Palabra de Dios es la segunda actitud del
auténtico discípulo, luego de acogerla en el corazón, imitando a María
recibamos esta Palabra con esas disposiciones.
Oración de los fieles
R. Señor, escucha y ten piedad
-Para que durante su itinerario cuaresmal, la Iglesia llegue con su mensaje
de conversión hasta los corazones más endurecidos. Oremos.
-Para que el mensaje de Cuaresma del Santo Padre N sea acogido por
todas las comunidades cristianas como signo de hermandad y compromiso de
conversión. Oremos.
-Para que los que sufren corporal o espiritualmente unan sus
padecimientos a la Pasión salvadora del Señor y así experimenten el consuelo
celestial. Oremos.
-Para que los que se han alejado de la Iglesia vuelvan a ella, y
experimenten en el sacramento de la Reconciliación, el abrazo paternal de Dios
misericordioso. Oremos.
-Para que María, Refugio de los pecadores, interceda por las Almas del
Purgatorio, y les obtenga el perdón pleno de la pena. Oremos.
Ofertorio
Junto al pan y al vino, signo de nuestra entrega, con María, perfecta Discípula del Divino Maestro, llevamos al altar las intenciones de la gran familia de la Iglesia y de todos los hombres de buena voluntad. Cantamos…
Junto al pan y al vino, signo de nuestra entrega, con María, perfecta Discípula del Divino Maestro, llevamos al altar las intenciones de la gran familia de la Iglesia y de todos los hombres de buena voluntad. Cantamos…
Comunión
La Eucaristía es el Pan de los que peregrinamos por el desierto
cuaresmal de la vida terrena hacia la Pascua eterna de la eterna unión con
Cristo. Cantamos…
Despedida
Como discípulos y misioneros de Jesucristo, con María, la primera
discípula, sigamos transitando con esperanza este camino cuaresmal. Cantamos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario