Misas de la Virgen
VI (Navidad III)
"La Virgen
María en la Epifanía del Señor"
MISA COMPLETA, GUION Y COMENTARIO
En
el tiempo de la Natividad del Señor la Iglesia celebra el misterio de la
aparición o manifestación del Verbo de Dios, hecho hombre, a todos los pueblos:
en primer lugar a los judíos, representados por los humildes pastores,
«primicias de la Iglesia de Israel» (Prefacio); luego a los paganos, de quienes
los Magos son «primeros retoños de la Iglesia» (Prefacio).
Estos
datos merecen especial atención en la Misa:
-
la celebración de la luz, que significa la gloria de Dios Padre, que amanece
sobre Jerusalén (cf. 1ª Lectura, Is 60, 1-6), que envolvió a los pastores (cf.
Prefacio, Lc 2, 9). Y que de un modo admirable condujo hasta Cristo a los
Magos, «guiados por la estrella» (Prefacio, cf. Evangelio, Mt 2,2.9-10,
Antífona de comunión); también a Jesucristo, «gloria de Israel y luz de las
naciones» (Oración colecta, cf. Lc 2, 32), que manifestado al mundo por el
Padre (cf. Oración colecta), manifestó él, a su vez, al mundo la gloria del Padre
(cf. Oración sobre las ofrendas);
-
la celebración de la misión salvadora de Cristo. Son muchos y de gran
importancia los «títulos cristológicos» que se hallan en este formulario:
Cristo es Hijo de Dios (cf. Oración colecta, Oración después de la comunión) e
Hijo de la Virgen (cf. Oración sobre las ofrendas, Prefacio); «la grandeza de
Dios y su poden», «el Excelso», que «quiso nacer humilde» (Antífona de
entrada); el «único Mediador y Salvador de todos los hombres» (Oración
colecta), cuyo Nacimiento nos salva (cf. Oración después de la comunión), cuya
vida estuvo consagrada totalmente a la salvación de los hombres (cf. Oración
sobre las ofrendas). Por esto los pastores «reconocen a Cristo Salvador«
(Prefacio) en el Hijo de la humilde Esclava, y los Magos «lo adoran como Dios,
lo proclaman como Rey y lo confiesan como Redentor» (Prefacio) en el Niño que
hallan con la Madre;
-
la celebración del misterio de la Iglesia, esbozada en la santa ciudad de
Jerusalén (cf. 1ª Lectura, Is 60, 1-6) y a la que parece significar la casa
donde se encuentra el Niño con su Madre (cf. Evangelio, Mt 2, 11); esta Iglesia
se basa en la fe en Cristo (cf. Oración colecta) y nace de la unión tanto de
israelitas como de paganos (cf. Prefacio), ya que el Padre atrae «a la fe del
Evangelio a todas las familias de los pueblos» (Prefacio);
-
la celebración de la mediación de la Virgen en la Epifanía del Señor, mediación
que algunos textos exponen claramente: «Brilló la grandeza de Dios y su poder
se manifestó por medio de una Virgen» (Antífona de entrada); «por la
bienaventurada Virgen / manifestaste tu Hijo al mundo» (Oración colecta); «por
mediación de la Virgen María / atraes a la fe del Evangelio / a todas las
familias de los pueblos» (Prefacio).
Antífona de entrada
Brilló la grandeza de Dios, y su poder se manifestó por medio de una
Virgen, porque así quiso el Excelso nacer humilde, para mostrar su majestad en
la misma humildad.
Oración colecta
Oh, Dios, que por la bienaventurada Virgen manifestaste tu Hijo al mundo
como gloria de Israel y luz de las naciones, concédenos que, siguiendo el
ejemplo de María, fortalezcamos nuestra fe en Cristo y lo reconozcamos como
único Mediador y Salvador de todos los hombres. Que vive y reina contigo.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 60, 1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz;
la gloria del Señor amanece sobre ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra,
y la oscuridad los pueblos,
pero sobre ti amanecerá el Señor,
su gloria aparecerá sobre ti.
Y caminarán los pueblos a tu luz,
los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira:
todos ésos se han reunido, vienen a ti;
tus hijos llegan de lejos,
a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, radiante de alegría;
tu corazón se asombrará, se ensanchará,
cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar
y te traigan las riquezas de los pueblos.
Te inundará una multitud de camellos,
de dromedarios de Madián y de Efá.
Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro,
y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 71, 12. 78. 1011. 1213 (R.: Cf. 11)
R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la Tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.
Que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan. R.
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.
Aleluya Mt
2, 2
Hemos visto salir su estrella y venimos a adorar al Señor.
Evangelio
Venimos
de Oriente a adorar al Rey
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
–«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto
salir su estrella y venimos a adorarlo.»
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él;
convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde
tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
–«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
"Y tú, Belén, tierra de Judea,
no eres ni mucho menos la última
de las ciudades de Judea,
pues de ti saldrá un jefe
que será el pastor de mi pueblo Israel."»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el
tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
–«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo
encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la
estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse
encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa,
vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después,
abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a
Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Consagra, Señor, con el poder del Espíritu Santo los dones que te
ofrecemos con gozo en la conmemoración de santa María, para que sean para
nosotros Cuerpo y Sangre de Cristo, que, nacido de una Virgen y Madre generosa,
manifestó tu gloria y consagró toda su vida a la salvación de los hombres. Que
vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio
Por mediación de la Virgen, Cristo se manifiesta al
mundo
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque por mediación de la Virgen María
atraes a la fe del Evangelio
a todas las familias de los pueblos.
Los pastores, primicias de la Iglesia de Israel,
iluminados por tu resplandor y advertidos por los
ángeles,
reconocen a Cristo Salvador.
Pero también los magos,
primeros retoños de la Iglesia de los paganos,
impulsados por tu gracia y guiados por la estrella,
entran en la humilde casa
y, hallando al Niño con su Madre,
lo adoran como Dios, lo proclaman como Rey
y lo confiesan como Redentor.
Por él,
los ángeles te cantan con júbilo eterno,
y nosotros nos unimos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo.
Antífona de comunión Cf. Mt 2, 2
Hemos visto salir la estrella del Señor y venimos con regalos a adorarlo.
Oración después de la comunión
El sacramento que acabamos de recibir, Señor, Dios nuestro, nos muestre
siempre tu misericordia, para que seamos salvados por el Nacimiento de tu Hijo
los que hemos celebrado con fe la memoria de su Madre. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Introducción
Introducción
El misterio del Niño Jesús que por nosotros ha nacido ilumina a todo el
mundo, tan necesitado de luz y pureza, de esperanza y unidad. El Hijo de Dios
ha nacido y ha querido fijar su morada entre nosotros. Ha venido a darnos la
paz y a abrazar a todos los hombres, sin distinción.
María, la Virgen que dio a luz a la Luz eterna, disipa toda tiniebla de
nuestro corazón y nos invita a dejarnos iluminar por su Pequeño Hijo, pues solo
así seremos plenamente felices. Cantamos…
Lecturas
La Palabra de Dios, nos ilumina y nos señala el camino para ser a ser
adoradores del único Dos Verdadero Recibámosla y dejémonos guiar por ella.
Ofertorio
Como los magos de oriente, junto al pan y al vino ofrezcamos al Señor lo
mejor de nuestras vidas. Cantamos…
Oración de los fieles
R. Escúchanos Señor.
-Para que la Iglesia Católica, Cuerpo Místico del que formamos
parte, sea, por nuestro modo de creer y de vivir, signo y modelo de la unidad
querida por Dios para todos los hombres. R.
-Para que por intercesión de los santos Magos orientales, que fueron
modelo de humildad y de respeto a la autoridad, el amor y la obediencia a la
persona del Sucesor de Pedro y a su Magisterio, sea una constante en nuestra
vida de fe. R.
-Para que los que tienen a su cargo el gobierno de las naciones, hallen
en María, Madre del Rey de reyes, un modelo de amor, humildad y servicio. R.
-Para que como las Magos de Oriente, los que viven en la abundancia, reconozcan a Cristo como la verdadera Riqueza de sus vidas. R.
-Para que como los sabios Magos, que en el humilde Niño adoraron a Dios hecho hombre, los cristianos sepamos reconocer a Cristo y servirlo en el hermano que sufre. R.
Comunión
Así como los Sabios de Oriente, guiados por la estrella de la
esperanza, pudieron reconocer a Dios en la fragilidad de un Niño, también
nosotros, iluminados por María, Lucero del alba, reconocemos al Salvador en la
frágil Hostia consagrada. Cantamos…
Despedida
Volvemos con esperanza a nuestro diario quehacer, pero teniendo la mirada fija en María, la Estrella que nos señala a Cristo, Sol de justicia. Cantamos…
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