Conclusiones del Congreso
Las conclusiones
básicas del Congreso fueron:
1) El carácter
profético de la Encíclica, del Beato Pablo VI, Humanae vitae, su vigencia
irreformable y la necesidad de releerla desde la “teología del cuerpo”.
2) La
Encíclica Humanae vitae está en consonancia y continuidad con lo
expresado en la Gaudium et spes del Concilio Vaticano II, y realiza
su explicitación y concreción. El contenido moral presente en la Encíclica
exalta el amor humano con sus características y aclara el concepto de
paternidad responsable en consonancia «con criterios objetivos tomados de la
naturaleza de la persona y de sus actos» (Gaudium et spes, 51).
3) Es necesario
reconstruir el sujeto humano para alcanzar, desde la primacía de la gracia de
Dios, la verdad del amor humano y la grandeza de la indisolubilidad del
matrimonio. No hay paradigma moral cristiano que no pase por los criterios de
moralidad expuestos por San Juan Pablo II en la Encíclica Veritatis
splendor.
4) Para salvaguardar
los bienes de la persona es necesario afirmar la existencia de “actos
intrínsecamente malos” custodiados por los preceptos negativos que obligan en
todas las circunstancias, más allá de la intención del sujeto. La conciencia
moral es discípula, súbdita de la verdad y de matriz eclesial.
5) Necesitamos una
pastoral familiar y una pedagogía que conlleve la necesidad del anuncio
del Kerygma y de la iniciación cristiana. Además es necesario
recurrir a la educación afectivo-sexual, la formación en los métodos de
reconocimiento de la fertilidad natural humana, reafirmar el carácter sagrado
de la vida humana y acoger la vida débil. El espacio para la formación y la
iniciación cristiana, los itinerarios de preparación al matrimonio requieren la
revitalización de la comunidad cristiana.
6) Afrontar el
colapso demográfico y cultural de España, que pone en peligro el futuro de la
civilización cristiana, exige la presencia de matrimonios abiertos
generosamente a la vida y reclama urgentemente recuperar a la familia como
sujeto social, a la vez que exige políticas familiares adecuadas.
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