Sábado de la 19ª semana
PRESENCIA DE DIOS EN TODAS PARTES
1º) Dios está en todas
las cosas, no como parte de su esencia o como accidente, sino como un agente
está en aquello, donde obra. Siendo Dios ser por esencia, es necesario que el
ser creado sea su efecto más propio, como quemar es el efecto propio del fuego.
Dios produce ese efecto en las cosas, no sólo en el primer momento de su
existencia, sino mientras las conserva en el ser, como la luz es producida en
el aire por el sol, mientras el aire está iluminado. Por tanto, mientras una
cosa tiene existencia, es necesario que Dios esté presente a ella, conforme con
su modo de existir. Y como el existir es lo que hay de más íntimo en cada cosa
y lo más profundamente unido, puesto que es formal respecto de todo lo que hay
en la cosa, se deduce que Dios está íntimamente en todas las cosas.
2º) Está en todo
lugar, es decir, en todas partes, como dice la Escritura: ¿Acaso no lleno, yo
el cielo y la tierra, dice el Señor? (Jer 23, 24).
Así como Dios está en
todas las cosas, dándoles el ser, la virtud y la acción, del mismo modo está en
todo lugar, dándole el ser y la virtud locativa. Es más, llena todos los
lugares porque da el ser a todos los objetos colocados, los cuales llenan todos
los lugares. Estar en todas partes conviene por sí y primariamente a Dios y es
cosa propiamente suya, porque, sean cuales fueren los lugares que se pongan, es
necesario que Dios esté en cada uno de ellos, no como parte, sino según su
propio ser.
3º) Dios está en todo
lugar por esencia, presencia y potencia.
Se dice que Dios está
en alguna cosa de dos maneras: 1ª, como causa agente, y así está en todas las
cosas creadas por él; 2ª, como objeto de operación en el operante; lo cual es
propio de las operaciones del alma, por cuanto el objeto conocido está en el
cognoscente, y el deseado en el que desea. De esta segunda manera es como Dios
está especialmente en la criatura racional, que lo conoce y ama actual y
habitualmente. Y como la criatura racional obtiene esto por la gracia, se dice,
en este sentido, que está por gracia en los santos.
Mas para saber cómo está en las otras cosas creadas por él, es preciso examinarlo por analogía con las cosas humanas. Se dice que un rey está en todo el reino por su poder, aunque no esté presente en todas partes. Se dice que una cosa está presente en todas las cosas que están ante su mirada, igual que de todas las cosas que están en una casa se dice que están presentes a alguno; el cual, sin embargo, no está sustancialmente en cada parte de la casa. Se dice que una cosa está esencial o sustancialmente en un lugar en el cual su sustancia existe.
Por consiguiente, Dios
está por potencia en todo, porque todo está sometido a su poder; está en todo
por presencia, porque todo está descubierto a sus ojos; y está en todo por
esencia, porque se halla presente en toda cosa como causa de su ser.
(1ª, q. VIII, a. 1, 2,
3)
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