Vigésimo primer domingo del Tiempo
Ordinario
CEC 551-553: las
llaves del Reino
CEC 880-887: el
fundamento de la unidad: el colegio episcopal y su cabeza, el sucesor de Pedro
CEC 551-553: las
llaves del Reino
551 Desde el comienzo de su vida
pública Jesús eligió unos hombres en número de doce para estar con Él y
participar en su misión (cf. Mc 3, 13-19); les hizo partícipes
de su autoridad "y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar"
(Lc 9, 2). Ellos permanecen para siempre asociados al Reino de
Cristo porque por medio de ellos dirige su Iglesia:
«Yo, por mi parte,
dispongo el Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí, para que
comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a
las doce tribus de Israel» (Lc 22, 29-30).
552 En
el colegio de los Doce, Simón Pedro ocupa el primer lugar (cf. Mc 3,
16; 9, 2; Lc 24, 34; 1 Co 15, 5). Jesús le
confía una misión única. Gracias a una revelación del Padre , Pedro había
confesado: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Entonces
Nuestro Señor le declaró: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella" (Mt 16,
18). Cristo, "Piedra viva" (1 P 2, 4), asegura a su Iglesia,
edificada sobre Pedro, la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro, a
causa de la fe confesada por él, será la roca inquebrantable de la Iglesia.
Tendrá la misión de custodiar esta fe ante todo desfallecimiento y de confirmar
en ella a sus hermanos (cf. Lc 22, 32).
553 Jesús
ha confiado a Pedro una autoridad específica: "A ti te daré las llaves del
Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y
lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16,
19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios,
que es la Iglesia. Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10, 11)
confirmó este encargo después de su resurrección: "Apacienta mis
ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de "atar y desatar"
significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias
doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta
autoridad a la Iglesia por el ministerio de los Apóstoles (cf. Mt 18,
18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien éÉl confió
explícitamente las llaves del Reino.
CEC 880-887: el fundamento de la unidad: el colegio episcopal y su cabeza, el sucesor de Pedro
880 Cristo, al instituir a los
Doce, "formó una especie de colegio o grupo estable y eligiendo de entre
ellos a Pedro lo puso al frente de él" (LG 19). "Así como, por
disposición del Señor, san Pedro y los demás apóstoles forman un único Colegio
apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice,
sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los Apóstoles"(LG 22;
cf. CIC, can 330).
881 El
Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la
piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16,
18-19); lo instituyó pastor de todo el rebaño (cf. Jn 21,
15-17). "Consta que también el colegio de los apóstoles, unido a su
cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro" (LG 22).
Este oficio pastoral de Pedro y de los demás Apóstoles pertenece a los
cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa.
882 El Sumo
Pontífice, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, "es el principio y
fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la
muchedumbre de los fieles "(LG 23). "El Pontífice Romano, en
efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y
Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede
ejercer siempre con entera libertad" (LG 22; cf. CD 2. 9).
883 "El colegio
o cuerpo episcopal no tiene ninguna autoridad si no se le considera
junto con el Romano Pontífice [...] como Cabeza del mismo". Como tal, este
colegio es "también sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda la
Iglesia" que "no se puede ejercer a no ser con el consentimiento del
Romano Pontífice" (LG 22; cf. CIC, can. 336).
884 La
potestad del colegio de los Obispos sobre toda la Iglesia se ejerce de modo
solemne en el Concilio Ecuménico "(CIC can 337, 1). "No existe
Concilio Ecuménico si el sucesor de Pedro no lo ha aprobado o al menos aceptado
como tal" (LG 22).
885 "Este
colegio, en cuanto compuesto de muchos, expresa la diversidad y la
universalidad del Pueblo de Dios; en cuanto reunido bajo una única cabeza,
expresa la unidad del rebaño de Dios" (LG 22).
886 "Cada
uno de los obispos, por su parte, es el principio y fundamento
visible de unidad en sus Iglesias particulares" (LG 23). Como tales
ejercen "su gobierno pastoral sobre la porción del Pueblo de Dios que le
ha sido confiada" (LG 23), asistidos por los presbíteros y los
diáconos. Pero, como miembros del colegio episcopal, cada uno de ellos
participa de la solicitud por todas las Iglesias (cf. CD 3), que
ejercen primeramente "dirigiendo bien su propia Iglesia, como porción de
la Iglesia universal", contribuyen eficazmente "al Bien de todo el
Cuerpo místico que es también el Cuerpo de las Iglesias" (LG 23).
Esta solicitud se extenderá particularmente a los pobres (cf. Ga 2,
10), a los perseguidos por la fe y a los misioneros que trabajan por toda la
tierra.
887 Las
Iglesias particulares vecinas y de cultura homogénea forman provincias
eclesiásticas o conjuntos más vastos llamados patriarcados o regiones
(cf. Canon de los Apóstoles 34). Los obispos de estos
territorios pueden reunirse en sínodos o concilios provinciales. "De igual
manera, hoy día, las Conferencias Episcopales pueden prestar una ayuda múltiple
y fecunda para que el afecto colegial se traduzca concretamente en la
práctica" (LG 23).
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