Dios y Pastor eterno,
que gobiernas y proteges siempre a tu Iglesia
concédele , en tu infinita bondad,
un pastor que te agrade por su santidad
y que nos guíe y acompañe con paternal solicitud.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
(Misal Romano Edición Argentina)