GOZOS A LA VIRGEN DE LA MERCED
Versión tradicional
Virgen Madre de
Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la
muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Cándido Iirio del
valle
Pura y fragante
azucena
Esbelta palma que
cubres
con dulce sombra la
tierra,
fuente de límpidas
aguas
que nos da la vida
eterna.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Madre piadosa, que
siempre
el ser madre
desempeñas,
en los conflictos
prestando
Mercedes a manos
llenas;
y en tu santo
escapulario
armas, escudo y defensa.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Madre mejor que
Raquel,
mejor que Sara y
Rebeca,
que Débora, Judith,
Esther,
que Jael, Betsabé y
Resfa,
y que todas cuantas
madres
se han visto ni ver se
espera.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Madre tan grande y
sublime,
tan soberana y
excelsa,
que hacerte mayor no
pudo
ni Dios con su
omnipotencia,
pues Madre de mejor
Hijo
es quimera manifiesta.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Tu me levantas caído;
si triste Tú me
consuelas;
si estoy enfermo me
sanas,
y si débil me das
fuerza,
porque eres maná del
alma
que todo sabor
encierra.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Ea, pues, Madre
admirable
mi amor, mi señora y
Reina,
recíbeme por tu Hijo,
y dame esa prenda
cierta
que tus amantes
consiguen
de la salvación eterna.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Acuérdate que no se ha
oído,
ni en ningún siglo se
cuenta
llorase desarnparado
el que recurre a tus
puerta
pues al toque de los
rueqos,
son tus Mercedes
respuesta.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Échanos tu bendición
como Madre verdadera,
de la gracia da a
gustar
ese suavísimo néctar,
favor que si lo
practicas,
no será la vez
primera.
Virgen Madre de Mercedes, Reina de Cielos y Tierra;
En la vida y en la muerte ampáranos, Madre Nuestra.
Pues nadie se ha de
salvar
sin que tu amor
intervenga,
a tu corazón la cito
para mi hora
postrimera;
en tus manos desde
ahora
mi espíritu se
encomienda,
porque entonces sea mi
dicha
de tu Merced
consecuencia.
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