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macrotendencias en 25 años de la LMP
Las ideologías y el extremismo religioso
son los principales focos
2017 representa el 25º año de publicación de la Lista Mundial de la
Persecución (World Watch List en inglés), la que ha sido y sigue siendo el
único estudio de carácter anual que analiza y enumera los países en los que es
más difícil practicar la fe cristiana. La consistencia de los datos es de
destacar. Solo tres países han ocupado el primer puesto de la clasificación en
estos 25 años: Arabia Saudí, siete veces (1993-1995 y 1998-2001); Somalia, dos
veces (1996 y 1997); y Corea del Norte, dieciséis veces (2002-2017). De hecho,
en términos de la suma total de puntos reunidos en estos 25 años, Corea del
Norte y Arabia Saudí ocupan los puestos 1 y 2, respectivamente, mientras que
Somalia es 4º, puesto que Irán ocuparía el nº3. Los otros países que les
acompañarían en el "top 10" de estas dos décadas y media serían:
Afganistán (5), Maldivas (6), Yemen (7), Sudán (8), Vietnam (9) y China (10).
Seis de estos diez países han clasificado también entre los diez primeros en la
LMP 2017.
El mundo ha visto ocurrir cambios muy importantes en los últimos 25 años
y Puertas Abiertas ha querido analizar en profundidad cómo se han reflejado
estos cambios en el estudio de la Lista Mundial de la Persecución. En este
período, hemos podido comprobar siete cambios inmensos o "macrotendencias"
que han tenido un gran impacto en la situación de persecución a los cristianos.
1. China se abre al mundo y se descubre la
Iglesia perseguida más grande
Todo empezó en 1978 cuando Deng Xiaoping decidió modernizar la
economía china a través de su política de puertas abiertas. Este fue un intento
concertado de la fuerza comunista más grande del mundo para entrar en el
mercado mundial, cuyo exitoso resultado se comprueba en la posición actual de
China como mayor fuerza económica mundial en 2016 y hasta 2023 según los
pronósticos. Aunque la liberalización política no estaba en la agenda del
gigante asiático como se pudo comprobar en la masacre de manifestantes
prodemocráticos en junio de 1989, la apertura económica alivió la tensión
política y se otorgaron mayores concesiones a la sociedad, entre ella la
Iglesia china, especialmente durante las presidencias de Jiang Zemin
(1993-2003) y Hu Jintao (2002-2012).
Esto ha sido de gran significancia ya que la Iglesia china era
entonces la Iglesia más grande y perseguida del mundo, y continuó su
crecimiento exponencial, duplicándose desde los 50 millones de cristianos en la
década de 1980 a los casi 100 millones de hoy. Aunque el Partido Comunista
chino está muy lejos aún de conceder a los cristianos de China una posición de
libertad religiosa, los días de detenciones masivas, de prohibición de Biblias
y textos cristianos y de irrupciones violentas de la policía en reuniones
clandestinas parecen haber dado paso a una manipulación más sofisticada. No
obstante, el actual presidente Xi Jinping ha retrasado el reloj a otro tiempo
en términos de relación Iglesia-estado.
Desde 1993 a 2008 China ha estado en el "top 10" de la
Lista Mundial de la Persecución hasta en 12 ocasiones, ocupando el puesto más
alto en 1997 (3º), pero desde 2008 ha caído rápidamente hasta ocupar los
puestos del 30 al 40 en los últimos años. A pesar de la sombra del presidente
Xi, no parece probable que China vuelva a estar entre los 20 primeros de la LMP
en los próximos años.
China ejerce influencia internacional en la manera en la que
controla a las iglesias y países como Vietnam y Laos copian sus tácticas.
Vietnam ha solido acompañar a China en el "top 10" de la lista. Desde
que entrase entre los primeros 20 en 1993, ha estado entre los primeros diez en
ocho ocasiones (1999 y 2001-2007) y se situó 3º en 2002 y 2004. Pero desde la
LMP 2011, el país ha salido de las primeras diez posiciones y se posicionó,
casi al igual que China, solo entre los primeros treinta puestos. Pero tanto
Vietnam como Laos han vuelto a subir, puede que imitando el giro ensombrecedor
dado por el presidente chino Xi. Por supuesto, en medio de todo ello, el
régimen más comunista de todos, Corea del Norte, ha dominado la Lista Mundial
de la Persecución desde 2002 y observa a China para prevenir cualquier
posibilidad de cambio de régimen. En 2016, el Gobierno norcoreano se ha aislado
todavía más.
2. En 1989 cae el
Muro de Berlín y la Unión Soviética se desintegra, produciendo la apertura del
bloque de países post comunistas hasta 1998, cuando el control es reinstaurado.
Cuando el líder de la URSS Mijaíl Gorbachov se negó a enviar tropas
rusas para disuadir el levantamiento democrático en Alemania del Este, fue
cuestión de tiempo que los países del Europa del Este abandonaran el bloque
soviético. Si la LMP se hubiera realizado a mediados de los ochenta, no cabe
duda que la Unión Soviética y todos los países del este europeo hubieran estado
en los primeros 20 lugares de la lista. Después de 1989, estos países no han
estado en el ranking de la LMP, excepto Rusia, que estuvo una vez en el puesto
50 en la LMP de 2011.
Este sorprendente periodo de apertura fue usado por misioneros
occidentales para establecer nuevas iglesias en Rusia y en los países de Asia
Central, recién independizados. Pero la puerta se cerró en 1998 y desde ese
momento los países de Asia Central (donde sus poderosas elites rigen el país a
través del miedo y la intimidación) han aparecido en la lista de manera
significativa. Uzbekistán, la más poblada de las llamadas "-stán",
entró dentro de los 20 primeros de la LMP en 1997, cayó y volvió a estar dentro
de los diez primeros de la LMP en 2008, donde ha estado hasta el 2012 y desde
entonces se ha mantenido entre los 20 primeros.
Turkmenistán tuvo un extravagante culto a la persona de Saparmurat
Niyazov y fue apodada la Corea del Norte de Asia Central. Estuvo en el ranking
entre los diez primeros de la LMP del 2001 al 2004 y se ha mantenido con
obstinación dentro de los 20 primeros puestos desde entonces. Otros países de
Asia Central como Tayikistán, Kazakstán y Azerbaiyán han sido habituales de la
lista de 50. Una parte del mundo que ha pasado desapercibida y olvidada es la
de los creyentes de trasfondo musulmán que tienen que enfrentarse a la
vigilancia intrusiva de sus gobiernos y la persecución cultural. No obstante,
la región ha experimentado un avivamiento entre los creyentes nativos. Rusia
formó parte de la lista con el número 50 en 2011, pero si algunas de sus
republicas fueran estados separados, como Chechenia y Daguestán, estarían entre
los primeros 20 por la agresiva persecución a los creyentes de trasfondo
musulmán. Muchas de las naciones llamadas post-comunistas siguen teniendo un
estilo de liderazgo dictatorial en la sociedad.
3. A mediados de
los 90, milicias islámicas comienzan a expandir su campo de acción, mientras
Arabia Saudí se dedica a financiar el wahabismo a nivel mundial y África
Subsahariana se convierte en un escenario de persecución
Actualmente, los expertos dicen que en el mundo hay dos raíces
permanentes de opresión islámica: el dinero saudí y el adoctrinamiento
pakistaní. Este es el análisis que hacen observadores como Patrick Cockburn en
sus acreditados libros "El Ascenso del Estado
Islámico" y
"El Retorno de la Yihad". Los saudís usan sus petrodólares
para construir y mantener sus mezquitas wahabís alrededor del mundo y evitan
las protestas de Occidente a través de la compra de su armamento. A menudo,
esta es la forma en la que se permiten radicalizar a las personas. Pero para el
entrenamiento necesitan ir al norte de Pakistán, donde agentes muyahidines y
talibanes los entrenan para la guerra. Estos guerreros forman un grupo que ha
llevado el terror alrededor del mundo a Siria, Libia, Irak y aún Indonesia y
Malasia.
Por supuesto, es más complejo que esto. También está el papel de
Irán, que ha estado exportando su extremismo chiita desde 1979. Y también a
mediados de los 90, algo que se olvida con frecuencia, es que Sudán fue una
incubadora de ideología extremista. Después de que Omar al-Bashir tomara el
poder en un golpe de estado en 1989, su jefe de ideología islámica fue un
clérigo llamado Hasan al Turabi, quien no sólo comenzó a imponer la sharía en la mayor parte del país, sino que
también ofreció protección a líderes terroristas y engendró nuevos movimientos
terroristas. Osama Bin Laden lideró sus operaciones de Al-Qaeda desde allí de
1991 a 1996. Otros grupos como Hamás, Hezbolá, Abu Nidal, la Yihad Islámica de
Egipto y Argelia también recibieron un inestimable entrenamiento, apoyo y guía estratégica
en Sudán en ese tiempo.
En 1993, Sudán fue el número 3 en la primera Lista Mundial de
Persecución (LMP) y el número 2 en 1994 y 1999. Desde 1993 hasta el 2000 se ha
mantenido en los primeros diez lugares de la lista y en 2002-2005 y 2007 estuvo
en los primeros 20, donde volvió a estar en 2012 (16) y 2014 (11), y a partir
del 2015 volvió al "top 10". En 2017 su puesto en la LMP es el 5º, el
puesto más alto desde la LMP del 2000. Esto refleja el progreso en la amenaza
de Al-Bashir en 2011 de convertir todo el país en un estado regido por la ley sharía,
especialmente cuando una gran parte de la población cristiana en 2011 estaba en
la nueva Sudán del Sur, independiente. De este país africano han tomado su
influencia muchos de los grupos insurgentes más peligrosos y violentos de
África Subsahariana, como Al-Shabab en Somalia y Boko Haram en el norte de
Nigeria.
4. El nacionalismo
hindú y budista renace en los 90 y empiezan a acorralar a las iglesias
cristianas de Asia.
Esta fue la tendencia que el mundo se resistió a aceptar. El
nacionalismo religioso empezó a tomar ritmo en Asia. India fue el primer país
en el que se dejó caer. Los nacionalistas hindúes se reorganizaron de forma
brillante en los principios de los 90 bajo su "archiestratega" L. K.
Advani y se aprovecharon del vacío político causado por la corrupción del
Partido del Congreso. Los nacionalistas se hicieron con el poder en 1996, pero
incluso entonces, si en un seminario de líderes cristianos en Delhi se les hubiese
anunciado que se preparasen para la persecución de los extremistas hindúes, el
resultado más probable hubiesen sido las risas. Entonces, los extremistas
hindúes formaron Gobierno en 1997 y se levantó la veda para la persecución de
musulmanes y cristianos.
La India ha sido incluida en la LMP desde su primer año en 1993
(puesto 33) y ha ido subiendo sostenidamente incluso durante el periodo en el
que los extremistas hindúes fueron rechazados en las urnas entre 2004 y 2014.
En la LMP 2000 y 2006 se sitúo entre los primeros treinta puestos y finalmente
pasó por debajo del nº20 en 2016. Este año 2017 ocupa la posición nº15, la más
alta hasta ahora. El nacionalismo religioso ha salido a preservar la cultura y
el territorio para una sola religión y está buscando alejar a todos aquellos
que pertenezcan a otra. Para los nacionalistas hindúes, la llanura
Indogangética del norte es sagrada y no puede ser contaminada por los no
hindúes. Sin embargo, también ha sido consecuencia de una reacción al rápido
crecimiento de la Iglesia india, especialmente entre los oprimidos Parias (intocables), que ven
con desagrado el sistema ancestral de castas que promueven los nacionalistas
hindúes. Además, encuentran en el cristianismo un empoderamiento mucho más
radical. La Iglesia en la India es inmensa: 64 millones de cristianos en 2016.
Por su lado, el nacionalismo hindú también ha crecido, con mayor
notoriedad en Sri Lanka, donde se ha empezado a formar un fuerte movimiento
nacionalista. También en Myanmar, donde una dictadura militar impopular buscó
el apoyo social realzando la religión nacional y persiguiendo a los cristianos
y otras minorías. "Te hacen sentir que esta ya no es tu casa", dijo a
Puertas Abiertas un líder cristiano de la etnia chin en 2010, y añadió:
"para ser un verdadero birmano debes ser budista". Como mínimo, 97 millones
de cristianos de los 215 millones que Puertas Abiertas estima perseguidos en el
mundo viven en países asiáticos.
5. El 11-S y la
posterior ocupación de Afganistán e Irak provoca la oleada de violencia y
sentimiento anticristiano en Oriente Medio
Los ataques sobre las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de
septiembre de 2001 dejaron paralizados a los líderes occidentales, los cuales
empezaron a recalibrar de arriba abajo sus políticas de seguridad. El
extremismo islámico pasó a ser la amenaza número 1 para Occidente y la coalición
occidental liderada por EEUU centró sus objetivos en Afganistán e Irak. Sin
embargo, aunque se consiguió una victoria bélica con rapidez, se demostró
imposible instaurar sociedades coherentes y tolerantes con las minorías. Irak
se sumió en el caos, especialmente cuando la elite chiita intentó limpiar el
país de cristianos y musulmanes sunitas. En los años 2007 y 2008, Irak ocupó
por primera vez los primeros 20 puestos de la LMP de Puertas Abiertas, debido
en gran parte a los terribles informes de secuestros a cristianos en Bagdad en
busca de rescates. Con el país luchando con sus problemas y la guerra civil
entrando en escena, Irak entró en el "top 10" de la Lista Mundial de
la Persecución de 2011 y ahí se ha quedado desde entonces. En la LMP de 2015
ocupó el puesto nº3 con la aparición del Estado Islámico y el establecimiento
de su califato de horror en el norte del país.
Por su parte, Afganistán siempre ha sido un lugar donde vivir la fe
cristiana de forma libre es virtualmente imposible y ha estado entre los 10
primeros de la LMP en diecisiete ocasiones. Sumando los 25 años de la LMP,
Afganistán sería el 5º país por puntos acumulados. En la primera LMP de 1993 ya
ocupó el 2º puesto por detrás de Arabia Saudí. Los cristianos que hay en el
país son casi todos cristianos de trasfondo musulmán y los grupos musulmanes
son estrictos a la hora de castigar a los que se convierten. Su país vecino,
Pakistán, también se vio afectado por el conflicto post-11S. En materia de
persecución a cristianos, ha pasado a formar parte habitual del "top
10" de países de la LMP (2002, 2003, 2012 y 2014-2017). Este año ocupa el
puesto más alto de siempre (4º).
6. La Primavera
Árabe de 2010 supone el "invierno" para los cristianos de Oriente
Medio y las guerras civiles que le siguen les cuestan un alto precio tras la
renuncia occidental a comprometerse militarmente
Empezó de forma prometedora. La Primavera Árabe fue en sus inicios
un movimiento prodemocracia y anticorrupción que ganó sus primeras batallas en
Túnez y Egipto, pero los grupos y milicias islámicas se ocuparon de sofocar el
ímpetu de libertad. Los cristianos de Egipto fueron devastados cuando los
Hermanos Musulmanes lograron colocar a su líder Mohammed Morsi al frente de la
presidencia. Morsi desatendió el encargo popular y procedió a una islamización
vertiginosa del país hasta que fue depuesto por los militares en julio de 2013
para alivio del pueblo egipcio. Los movimientos extremistas islámicos, bien
financiados y habilidosamente violentos, se extendieron por todo Oriente Medio
en una oleada de insurgencias. Libia, Irak, determinadas parte de Egipto y
Siria se vieron abocados a la guerra civil, provocando desplazamientos humanos
masivos, entre ellos el de cientos de miles de cristianos de lo que es su
tierra natal desde tiempos ancestrales. Esto fue posible en parte por la
renuncia de EEUU y sus aliados a intervenir de nuevo después de las costosas e
cuestionables intervenciones en Irak y Afganistán. En la Lista Mundial de la
Persecución, Siria nunca estuvo ni siquiera entre los primeros 20 países, pero
se ha convertido en habitual del "top 10" desde 2014, al igual que
Irak desde 2011.
Las oleadas de inestabilidad del norte de África se desplazo hacia
el sur hasta alcanzar incluso los países de África Subsahariana y la formación
y evolución de milicias islámicas en lugares como Mali o República
Centroafricana fue en aumento. Las cifras sobre las matanzas se hicieron
aterradoras. Solo en el norte de Nigeria, la tasa de cristianos muertes al año
pasó a ser de entre 2.000 y 3.000 víctimas mortales, provocadas por Boko Haram
y los ganaderos de la etnia musulmana Hausa-Fulani. Esta región sigue siendo la
más violenta del mundo para los cristianos a día de hoy. Otros países africanos
como Somalia, Eritrea y Sudán son perennes en el "top 20" de la LMP.
Por otra parte, algo que es de recalcar, aunque no sea tan conocido, es la
tendencia de radicalización que ha empezado a afectar a muchos países de
mayoría cristiana de África Subsahariana como Kenia, República Centroafricana,
Camerún, Tanzania y Costa de Marfil. Kenia es el país que más alto se sitúa en
la LMP 2017 de los países de mayoría cristiana, en el puesto nº18.
Existe una séptima "macrotendencia" en torno a la
persecución de cristianos que, aunque no venga dada por la investigación de la
Lista Mundial de la Persecución, Puertas Abiertas también considera de una
relevancia creciente y que afecta principalmente a los países occidentales.
Puertas Abiertas lo denomina "Intolerancia Secular". Se prevé que
esta tendencia se vea reflejada en la Lista Mundial de la Persecución de la
lista de 50 países más difíciles para vivir la fe cristiana con libertad, y
puede que no tarde en hacerlo.
7. La
"Intolerancia Secular" se establece en Occidente para alejar la
religión de la vida pública
Históricamente, algunos pensadores cristianos influyentes como John
Locke han promovido el secularismo como un principio positivo en el que el
Estado se compromete a permanecer neutral entre las diferentes religiones y
denominaciones en vez de promover una sola religión a expensas de las otras. En
lugares como la India, el secularismo ha sido vital para prevenir que el Estado
promueva el hinduismo y discrimine otras religiones, aunque las circunstancias
en los últimos años sean diferentes. El concepto de secularismo siempre se ha
mostrado conforme a que el Estado promueva la religión o religiones en la vida
pública, sin discriminación entre ellas. Ahora, sin embargo, ha nacido una
nueva definición de secularismo que propone que el Estado ya no sea un actor
neutral entre religiones, sino que se convierta en un Estado ateo, con énfasis
en que el campo de acción del Estado no contenga ningún tipo de actividad de
orden religioso. En otras palabras, el nuevo secularismo prohíbe la religión en
la vida pública, y si lo hace debe ser de una forma que evite promocionar o
evangelizar. Esto se ha convertido en una seria problemática ya que las
instituciones cristianas han sido responsables de escuelas, hospitales y otras
propiedades para el bienestar social durante muchas generaciones y, de hecho,
han enseñado al Estado a hacerse cargo de estas actividades caritativas. Ahora,
muchas de estas instituciones se enfrentan a la pérdida de la financiación
pública debido a su afiliación religiosa.
El profesor de Derecho de la Universidad de Harvard, Stephen
Carter, se opuso a esta visión secularista en su libro God’s Name in Vain del año 2000. En su obra, que en
concreto se refiere a la situación de EEUU, subraya que si la religión se
hubiese expulsado de la vida pública nunca se hubiese producido la abolición de
la esclavitud en el siglo XIX, ni la protección ante la explotación laboral a
principios del siglo XX ni el Movimiento por los Derechos Civiles de segunda
mitad del siglo XX, todos ellos iniciados y liderados por iniciativas
cristianas.
Esta versión del secularismo es intolerante porque rechaza admitir
que, mientras busca prohibir la cosmovisión religiosa, desea favorecer la
cosmovisión no religiosa. Estamos viviendo una época en la que el mundo
occidental, que ha defendido fervientemente la libertad de religión, puede
encontrarse en un proceso de ruptura con tal defensa. Existe una creciente
preocupación en torno a esto, incluso en las esferas intelectuales más altas.
Por ejemplo, mucho tiempo Gran Rabino de Gran Bretaña y ganador del prestigioso
premio Templeton de 2016, el doctor Jonathan Sacks, escritor y pensador en
torno al denominado "choque de civilizaciones", que ha alertado
durante años sobre la somnolencia de las naciones occidentales en tanto a su
patrimonio de tolerancia del cual hacen bandera. En recibir el premio, Sacks
dijo: "El futuro de Occidente y su singular forma de libertad de la que ha
sido pionera en los últimos siglos está en riesgo". Otros apuestan por
llamarlo "secularismo agresivo", pero hay debate en cuanto a la
conceptualización. Después están quienes, dentro de las elites culturales de
las naciones occidentales, piensan que solo habrá paz en la sociedad cuando se
hayan deshecho de la religión.
Y a pesar de todo la Iglesia crece...
A través de estas tendencias, sin embargo, la Iglesia ha crecido con una rapidez sorprendente, al menos en la mayoría de las estas regiones. ¿Quién podía imaginarse una Iglesia de 100 millones de cristianos en China en la década de los 80? ¿O quién podía predecir que los cristianos protestantes en Vietnam sumaran 1,5 millones en tiempos de Saigon en 1973, cuando solo se contaban unos pocos miles? También hemos vivido un movimiento de musulmanes convirtiéndose a Cristo, aunque los números deban guardarse en secreto, y no está de menos mencionar que los extremistas musulmanes han sido evangelistas muy eficaces del cristianismo entre los propios musulmanes como resultado de su pavoneo violento y apático.
La Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas seguirá, esperamos, siendo un instrumento vital para destacar las tendencias que moldean el curso de la Iglesia en el mundo. Si nos paramos a considerarlas, lo cual no deja de ser difícil en el ritmo vertiginoso de la de la era actual, podremos renovar la fe mientras vemos como Dios nunca se ve intimidado por la maldad, sino que es capaz de usar incluso lo que parece traer muerte, para traer vida. El patrón de la Resurrección en los caminos de Dios se ve como la luz del día cuando consideramos la historia de los cristianos perseguidos.
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