Entrevista
concedida por el
Cardenal Gerhard Ludwig Müller
a Raymond
Arroyo para EWTN
grabada en
Estados Unidos el 12 de mayo de 2017
ARROYO: Quiero comenzar con su
libro, “The Cardinal Müller Report”, que tiene una vaga referencia al de su
predecesor, “Cardinal Ratzinger Report”, de hace muchos años. Se centra en la
esperanza y las diversas dimensiones de la esperanza en toda la Iglesia, el mundo,
la familia. ¿Dónde hay más carencia de esperanza, en su opinión, y cómo la
gente la echa de menos?
MÜLLER: Bueno, el título no es sólo
una vaga referencia, sino un vínculo directamente buscado, porque él habló
en el informe sobre la fe, y tenemos otra virtud teologal que es la
esperanza muy vinculada con la fe y el amor y nosotros conocemos y
recordamos la gran encíclica de Benedicto, Deus Caritas Est, Dios es
Amor. Y, por lo tanto, en nuestro tiempo lo que creemos que necesitamos es
esperanza, tener orientación para este corto tiempo de nuestra vida terrenal.
Pero estamos esperando una larga vida, la eternidad, porque estamos creados
para la comunión con Dios en el amor. Y, por lo tanto, no podemos restringir
nuestra existencia solamente a los esfuerzos en este mundo.
ARROYO: Usted ha hablado
extensamente sobre el terrorismo islámico, terrorismo islámico radical que
usted llama, del mismo modo que lo llama el presidente Trump. ¿Cuál es el papel
de la Iglesia hoy en la lucha contra el terrorismo islámico radical? ¿Puede
realizar una oposición teológica? ¿Presentar una visión diferente? ¿Cuál es su
opinión?
MÜLLER: Creo que la tarea de los
estados y la comunión de los estados es diferente de la de la Iglesia. La
Iglesia es el cuerpo de Jesucristo. Es una representación, una revelación de la
encarnación de Dios y, por lo tanto, debemos entrar en la discusión con las
autoridades islámicas sobre la contradicción de Dios con el amor y este
terrorismo que se perpetra en el nombre de Dios … por lo tanto, es una contradicción
interna entre esta violencia, violencia destructiva contra los seres
humanos que son creados a imagen de Dios, y Dios mismo que es Amor
Encarnado.
ARROYO: Quiero volver a los asuntos
de la Iglesia… Hablemos de Amoris Laetitia, una
exhortación que es resultado de dos sínodos que han generado
mucha atención. Se han vertido ríos de tinta sobre lo que pretende Amoris
Laetitia y lo que
significa, particularmente, el octavo capítulo. Y en ella el Papa parece
sugerir, y algunos han sugerido, incluso en las Conferencias Episcopales de
todo el mundo, que un católico divorciado y “vuelto a casar” civilmente,
con el acompañamiento de su pastor, sin nulidad matrimonial, reciba los
sacramentos y sea bienvenido en los sacramentos, a pesar del hecho de que, en el
tiempo pasado, esto habría sido considerado “vivir en pecado.” ¿Qué opina
usted? ¿Es eso posible? ¿Es eso lo que se está avanzando?
MÜLLER: El Papa, al principio o
antes de los dos sínodos, habló a menudo de la rehabilitación de la comprensión
católica del matrimonio única y exclusivamente entre un hombre y una mujer,
porque esa es la voluntad de Dios. Y … las razones principales de los dos
sínodos y luego el resultado en Amoris Laetitia eran subrayar la importancia del
matrimonio y la familia, especialmente el matrimonio entre bautizados, el
matrimonio sacramental.
Es absolutamente imposible
que el Papa, como sucesor de San Pedro y vicario de Jesucristo, por la Iglesia
universal, presente una doctrina que se opone claramente a las palabras de
Jesucristo. Jesucristo es el relator. El Papa y su Magisterio son sólo el
intérprete. Y, por lo tanto, la doctrina en relación con la
indisolubilidad del matrimonio, del matrimonio sacramental, es absolutamente
clara.
El acercamiento del Santo
Padre es para ayudar y no perder de vista a todas aquellas personas que,
viviendo en esta sociedad secularizada, no entienden plenamente lo que es la
vida y el pensamiento cristianos. Él no quiere decir: “O usted acepta todo
desde el principio o está absolutamente fuera”. Su pensamiento son todas
aquellas personas que no están tan ligadas a la Iglesia y tienen algunas
dificultades, debemos guiarlas, como buenos pastores hasta este punto, hasta
que puedan aceptar completamente la doctrina cristiana y la vida cristiana y
nuestra comprensión.
Y la famosa nota donde se
dice aquí, en algunos casos hay posibilidad de acceso a los sacramentos de la
penitencia y de la Santa Comunión. ¿Qué es el sacramento de la penitencia? En
el caso de un pecado mortal, contra los Diez Mandamientos u otros mandamientos
de Dios, de la cuenta de Dios contra el amor, primero necesitas la conversión.
La conversión interna del corazón, la penitencia y … debes tener la clara
voluntad de no pecar en cuanto tengas la próxima oportunidad. Y luego está el
caso de que ellos estén dispuestos a vivir como hermano y hermana, pero no es
posible vivir con dos esposas legales, con una con matrimonio sacramental, con
la otra sólo civilmente. No es posible porque no aceptamos la poligamia.
ARROYO: Para ser claros, muchos están
interpretando esto y muchos tienen un no doctrinal pero pastoral
nulidad. Así que al estar pastoralmente abiertos a estas personas, de
alguna manera puedes evitar la nulidad y aún así acceder al sacramento con tu
esposa o marido civil…
MÜLLER: Siempre he
criticado esta idea o esta posición de dejar la doctrina tal como es y
sobrepasarla con la pastoral, un pensamiento que no es católico, porque para
nosotros lo dogmático y lo pastoral es lo mismo.
ARROYO: La práctica es la creencia
….
MÜLLER: … es la creencia. No
porque… sería… esta interpretación sería una evidencia revelación de una
herejía cristológica… Cristo como la palabra de Dios, la doctrina de la Iglesia
y Cristo como el buen pastor son la misma persona. (risas)
ARROYO: Exactamente…
MÜLLER: No se puede separar …
distinguir entre Jesucristo como maestro de la Palabra… y el buen pastor que
dio su vida. Y algunas de esas personas que se presentan a sí mismas como
consejeras del Papa y que dicen que en la teología pastoral que a veces dos y
dos pueden ser cinco… Eso no es posible porque tenemos teología.
ARROYO: Dado todo eso, su
Eminencia, según todo lo que ha dicho, que legítimamente está dentro de un
contexto tanto doctrinal como histórico, ¿le preocupa que tantas conferencias
episcopales estén en desacuerdo con su interpretación de Amoris Laetitia? Sus
hermanos alemanes están diciendo, “Ustedes pueden comulgar sin una
nulidad”. Los obispos malteses están diciendo cosas similares. Y los
canadienses y los estadounidenses van en una dirección diferente. ¿No le parece
un catolicismo protestante?
MÜLLER: No es bueno que las
conferencias episcopales estén interpretando oficialmente al Papa. Eso no es
católico. Tenemos este documento del Papa y debe leerse en el contexto de la
tradición católica completa. No tenemos dos Magisterios, uno del Papa y otro de
los obispos. Pienso que es un malentendido, un malentendido malo que hace daño,
podría hacer daño a la Iglesia Católica.
ARROYO: ¿Por qué cree que Amoris
Laetitia ha sido tan… era un documento destinado, creo yo, a reunir a todos en
torno a la centralidad del matrimonio y la familia, y sin embargo ha causado
tal división global. Me refiero al propio Papa, cuando aprueba la
interpretación de los obispos argentinos, que parece dar credibilidad y peso al
absoluto opuesto de lo que está usted interpreta… de la interpretación que está
usted haciendo: Que no se puede cambiar esto y que nada ha cambiado y que no
hay posibilidad de esto. El Papa parece dar una preferencia a los argentinos
que dicen que hay un camino nuevo…
MÜLLER: No tengo muy
claro todas esas acciones, los obispos interpretan al Papa, el Papa
interpreta a los obispos. Y, tenemos algunas reglas sobre cómo actuar en la
Iglesia. Tenemos sínodos, nos reunimos y luego el Papa hace un resumen y con su
autoridad papal da su explicación o escribe los documentos y después de haber
terminado, no con interpretación de la interpretación; Eso no es bueno para la
Iglesia. Y digo esto como teólogo católico.
ARROYO: ¿Qué opina de las Dubía que
presentaron esos cinco cardenales? ¿Debería el Papa responder a la Dubia, sólo
para cerrar el asunto? ¿De una vez por todas, usar su autoridad papal para
silenciar todas estas voces e interpretaciones diferentes? ¿Es hora de hacer
eso en su opinión?
MÜLLER: Bueno, una cosa es el
contenido de esta Dubia, preguntas legítimas al Papa. Y otra cosa es que esto
se hizo público, y hubo una discusión pública y tensiones entre el Papa… el
Papa y algunos cardenales que no es bueno en nuestro mundo de los medios de
comunicación. Nuestros enemigos se alegran de que pase esto en la Iglesia… de
ver en la Iglesia en cierta confusión. Como Prefecto dije que dogmáticamente y
doctrinalmente Amoris Laetitia está muy bien. Los malentendidos de los dos
lados son… tiene que ver con la visión ideológica de las cosas y los
prejuicios. Y algunos entraron en el Sínodo con este planteamiento: “debemos
luchar por nuestras ideas”. Y habían discutido demasiado… demasiado
ideológicamente.
Debemos tener también la
responsabilidad de mantener la unidad de la Iglesia. Y no es bueno hacer
presión solo, o entrar como una olla a presión con nuestras ideas propias en el
Sínodo. Y hay un problema que la Iglesia tiene en el mundo de hoy: que tenemos
dos alas, alas ideológicas, extremos y todo el mundo quiere ganar ¿no? la
batalla contra el otro, pero tenemos una revelación que viene de Dios: la
Revelación, la palabra de Dios, que unifica a los creyentes. Y no es nuestra
tarea unificar, de una manera totalitaria: “todo el mundo debe pensar como yo”,
porque el pensamiento de otra persona no es importante para mi salvación. Sólo
la palabra de Dios puede unificar a la Iglesia y salvar a todos.
ARROYO: Usted menciona el Sínodo y
este principio de sinodalidad que ha surgido en los últimos años,
particularmente con el Papa Francisco: lo menciona usted en su libro. Háblame
del principio de la sinodalidad. ¿Se siente cómodo con eso y cómo encaja en la
trayectoria y la tradición de la Iglesia?
MÜLLER: El principio de la
sinodalidad es el principio de la responsabilidad común. No podemos decir que
tengamos una parte pasiva de la Iglesia, como los laicos, y que los obispos
tienen la parte activa. Tenemos una responsabilidad común. Tenemos el
sacerdocio común de todos. Todos somos profetas. Tenemos la responsabilidad de
transmitir los comienzos del Evangelio, las familias, todas las instituciones
católicas, los colegios católicos, las universidades y Cáritas. Tenemos una
responsabilidad común, pero no como la Iglesia Protestante, sino que todos
tienen una responsabilidad pero los obispos y el Papa tienen una
responsabilidad especial.
ARROYO: Hablemos de los laicos que
toman decisiones. Hubo mucha agitación…un grupo de personas que querían que el
Papa permitiera a las mujeres ser sacerdotes. Abrió un estudio, una comisión.
¿Cuándo espera que concluya la labor de esa comisión, y dónde piensa que esto
conducirá en la Iglesia?
MÜLLER: El Papa no habló de las
mujeres diaconisas en el triple y único sacramento del orden sacerdotal, sino
que dijo que esta comisión debe hacer una recopilación de todos los estudios
sobre las “diaconisas” o las mujeres diáconos en la antigüedad. En algunas
partes de la antigua Iglesia había mujeres y viudas que ayudaban en casos de
bautismo y de mujeres y en la caridad, las “diaconisas” ayudaban y tenían el
título de “diaconisas”. Pero tenemos tantos documentos… yo mismo hice una gran
colección de todos estos documentos… 400 páginas… traducido todo de griego y
latín …
ARROYO: ¿Y cuál es su opinión?
¿Tenían órdenes sagradas o no?
MÜLLER: No. Imposible. No saldrá
esa conclusión. De todos modos, no es necesario. Tenemos hoy más mujeres en
posiciones responsables que tienen más responsabilidad… están en una
posición más alta que las antiguas “diaconisas”.
ARROYO: Eminencia, yo estaba con un
periodista, un muy respetado periodista de televisión hace unas semanas.
Estábamos en un plató. Él no es católico y se volvió hacia mí y dijo: “estoy
tan exaltado que el Papa está abriendo ahora la posibilidad de mujeres
diaconisas, mujeres diáconos. Este es un gran paso hacia las mujeres
sacerdotes”. ¿Por qué la comisión si, como usted dice, no es posible… no hay
nada en la historia de la Iglesia o la documentación para apoyar esto? ¿Por qué
autorizar la comisión y con ello dejar que se cree una especie de confusión de
que hay una posibilidad?
MÜLLER: El Papa Francisco negó la
posibilidad de mujeres diaconisas, pero dijo que podíamos estudiar los
documentos antiguos para tener alguna inspiración, para promover el compromiso
de las mujeres en la Iglesia de hoy. Algunos cargos, que no son cargos
sacramentales, tenemos tantas (muchas) mujeres, mujeres católicas, mujeres
importantes y famosas que están a cargo como profesores de fisiología y en
otros casos directoras de escuelas…
ARROYO: Canales de televisión
…
MÜLLER: …maestros, y todo esto
(risas) … y toda esta responsabilidad que tenemos todos para con el mundo. Pero
también creo que la gente fuera de la Iglesia no entiende la misión de la
Iglesia. Ellos piensan que la Iglesia es una organización como cualquier otra y
tenemos que promover en un sentido generalmente abstracto la emancipación de
las mujeres, pero eso no tiene nada que ver con esto, no es un ejemplo para la
emancipación general de las mujeres. Fuera de la Iglesia tienen que respetar
que la Iglesia no es una organización política o hecha por el hombre, sino que
es el Cuerpo de Cristo. Es el Pueblo de Dios, el Templo del Espíritu Santo.
Tiene un carácter absolutamente diferente de todas las organizaciones humanas.
ARROYO: Usted menciona la
organización y que algunos han sido perturbados por la presencia en algunas
Academias y Pontificias Comisiones, porque en los últimos días se ha invitado a
estas Comisiones a personas como Paul Ehrlich, que escribió un libro llamado
“La bomba de población” que básicamente pide el exterminio de personas para
ayudar al planeta. O Stephen Hawking, que dijo que deberíamos dejar el planeta,
que los seres humanos necesitan salir. ¿Están ustedes confundidos…no están
perturbados en absoluto por la presencia de estas personas que hacen que
parezca que la Iglesia está abrazando sus ideas por su presencia? ¿Eso es lo
que está pasando?
MÜLLER: Creo que estas personas
podrán ser muy buenos científicos, pero antropológicamente tienen algunas
carencias… algunas carencias profundas. Y, siempre debemos respetar la ley
natural, la moral natural, que es común y la dignidad del hombre que es la base
de nuestra vida juntos, y no sólo la realización de algunas ideas, ¿no? La
población, la superpoblación del mundo podrá ser un problema, pero no podemos
resolver el problema con el asesinato de la mitad de la humanidad. No podemos
tirar una bomba atómica… porque somos muchos y la mitad debe morir… y no
podemos decir que sólo nuestro estilo de vida del mundo occidental es decisivo
y estas personas que viven en África y Asia son personas de segundo grado.
Todas las personas somos iguales y todos tienen derecho a la vida.
ARROYO: Entonces, ¿le preocupa que
al invitar a estas personas que sostienen y han avanzado estas ideas durante
muchos años estemos elevando o dando credibilidad moral o apoyo, de alguna
manera, a esas mismas nociones?
MÜLLER: Podría ser peligroso…
podría ser el peligro. Pero, debemos evitar el peligro y debemos ser muy claros
y creo que el Papa Francisco fue muy claro en contra de la ideología de género,
contra el trans-humanismo…, y creo que por lo que conozco al Papa Francisco
como persona, no sólo como Papa, quiere impresionar y no excluir a estas
personas, que deben aprender un poco de nuestra buena antropología, que
tendrían más respeto por la vida humana. Y el problema de este pueblo agnóstico
es que entienden sólo a las otras personas como objetos … objetos de la
ciencia, de la investigación, y no como sujetos.
ARROYO: Así que usted ve esto como
el objetivo al que quiere llegar el Papa Francisco, la encarnación de sus
ideas, salir a las periferias de la sociedad, incluyendo …
MÜLLER: Sí …
ARROYO: …la ciencia y las artes y
estas áreas, con personas que, a veces, pueden estar en desacuerdo con la
Iglesia. ¿Ves esto como una mano casi evangélica que se les ofrece?
MÜLLER: Y en otros pontificados nos
acusaron de ser exclusivos y de no estar en contacto con las ciencias y con
otros grupos ideológicos. Estaba un poco separado de esto, de otros grupos y
movimientos, pero creo que el Papa tiene este plan que la Iglesia Católica no
es sólo un punto de vista, un punto de vista correcto, sino que también debemos
comunicar nuestra visión del mundo.
ARROYO: Cuando le oigo hablando del
Papa Francisco pensaba que tenía una posición tan singular en la que ha servido
y conocido muy bien al Papa Benedicto y ahora al Papa Francisco. Ha servido
bajo ambos y ha conocido a los dos. Dígame las similitudes y diferencias de
ellos… en un nivel personal. La forma en la que interactúan con usted, y lo que
ha aprendido de cada uno de ellos.
MÜLLER: A nivel personal, no quiero
hablar demasiado …
ARROYO: No, no me refería a eso.
Sólo estaba preguntado… ¿hay diferentes enfoques e interacciones con usted de
uno a otro? Algunos son más directos, quieren hablar, quieren tener más
conversación, otros quizás prefieren las comunicaciones escritas y no les ves
tanto, a eso es a lo que me refería.
MÜLLER: No, su contacto
institucionalizado, no es sólo un contacto privado para tomar café y hablar
sobre esto y estos temas… pero tenemos nuestras tareas especiales. Tenemos una
oficina doctrinal para esta cuestión doctrinal de la preparación de los
documentos y los estamos preparando y luego llevarlos al Santo Padre, que los
aprueba o no. Y las decisiones que tenemos que tomar en casos disciplinarios,
casos matrimoniales, en este contacto oficial no tenemos contacto privado, sino
que es un contacto institucional.
ARROYO: Hubo una historia que
surgió en Navidad y habló de tres sacerdotes que trabajaron en su oficina en la
Congregación para la Doctrina de la Fe y la historiaera que fueron despedidos
sumariamente. El Papa los eligió y dijo que no quería que siguieran adelante y
que usted puso una cierta resistencia. ¿Esa historia es verdadera? ¿Sucedió
eso?
MÜLLER: Es cierto que estoy a favor
de un mejor trato de nuestros funcionarios en la Santa Sede porque no sólo
podemos hablar de la doctrina social sino que también debemos respetarla, y el
propio Papa dijo que tenemos algunos comportamientos de las viejas cortes, y
estoy absolutamente en contra de este tratamiento y creo que sólo podemos
despedir a personas si se equivocan y los criterios para nuestros colaboradores
en nuestra Congregación deben ser la ortodoxia y la integridad de la vida moral
y sacerdotal y la competencia en la materia y otros “Criterios”: deben hablar
italiano o necesitamos personas de diferentes idiomas y culturas. Esa fue mi
posición.
ARROYO: Eran hombres…
MÜLLER: Permítame aclarar que no
soy un hombre de la corte.
ARROYO: Sí, eran hombres de
verdadera competencia, según me dicen…
MÜLLER: Sí … sí … como antiguo
profesor alemán, hemos sido claros.
ARROYO: Ese fue el informe. Que
usted estaba muy preocupado por ellos… los tres de ellos. Dígame qué tan cerca
estamos de la reconciliación canónica con la Compañía de San Pío X. Sé que
había una declaración doctrinal escrita que tienen que afirmar. ¿Donde nos
encontramos ahora?
MÜLLER: Necesita tiempo. Lo que
necesitamos es una reconciliación más profunda, no sólo la firma de un
documento porque la doctrina de la Iglesia es muy clara de que lo que es
necesario para la plena comunión con la Iglesia Católica, no tenemos
velocidades diferentes, no es posible. Todo el que quiere ser católico tiene
que aceptar el credo católico y los Concilios y aceptar los siete sacramentos y
otras doctrinas y tiene que aceptar la comunión jerárquica con el obispo local
y la comunidad de todos los obispos y el Santo Padre que tenemos.
Aquí necesitamos una
reconciliación más profunda. Deben tener un acercamiento más profundo,
sujetando el corazón a la plena comunión de la Iglesia. Algunos de ellos están
pensando que son los católicos “correctos” como lo habían sido desde 1962 y el
resto es todo abuso. Y eso es imposible de decir. Hay abusos litúrgicos y
muchos errores en la esfera dogmática, pero debemos superar estos errores y
abusos y no justificar su propia separación, el separatismo de la Iglesia. Y perteneciendo
a la liturgia siempre la creencia católica de que el Papa o los sínodos locales
y otros ritos tienen el derecho y también el deber de reorganizar las formas
externas de la liturgia. La sustancia de la liturgia es dada por la revelación
y no puede ser cambiada.
ARROYO: ¿Compartes la crítica del
Cardenal Sarah de que hoy tenemos una crisis litúrgica y esa forma más
reverente, particularmente la Forma Extraordinaria, presentada por el Papa
Benedicto, es algo importante que el resto de la Iglesia debe reconocer y
abrazar?
MÜLLER: Sí, tenemos una crisis
litúrgica pero no comienza con el Concilio Vaticano II. Romano Guardini dijo en
1948 en Mainz en mi ciudad que la gente moderna tiene, con la tecnología y
todos los que tienen grandes dificultades con el misterio, el misterio para el
contacto con Dios y tienen una comprensión más funcional de la liturgia, más
para el entretenimiento religioso y debemos llegar a este punto para comprender
el misterio de Dios, lo sagrado. Ese es el problema, pero no podemos hacerlo
sólo con el intercambio exterior, con la forma exterior. Sabemos también que en
la antigua forma de la liturgia, también era posible celebrar en una rutina…
ARROYO: De manera separada…
MÜLLER: … celebrar en diez minutos
la liturgia. ¿Qué tiene esto que ver con el sentimiento del misterio de Dios,
con la presencia de Jesucristo, depende de la actitud interior y entendimiento
que tengas.
ARROYO: Mi última pregunta, Su
Eminencia, y gracias por todo el tiempo. ¿Cuál es la parte más difícil de esta posición
que usted tiene hoy como hombre, personalmente?
MÜLLER: Nuestra Congregación tiene
este objetivo, esta tarea, de promover la Fe en todo el mundo y en toda la
Iglesia y también defender la Fe, pero también tenemos los casos disciplinarios
y los casos matrimoniales y el privilegio Paulino y el Petrino. Tenemos que
preparar las decisiones del Papa y ese es nuestro trabajo, pero lo importante
hoy es ayudar a superar el secularismo, el agnosticismo, la vida sin Dios
porque tenemos tanta gente en nuestro mundo occidental que sale de las
tradiciones cristianas, que piensan que nuestra fe católica o fe cristiana está
muy retirada y atrasada en los viejos tiempos, que no estamos al día …
prejuicios… pero creo que nuestra convicción es que precisamente desde el
Evangelio tenemos las respuestas a las grandes preguntas de hoy.
ARROYO: Hablando de todo eso, de
los casos clericales que conozco, de los casos matrimoniales, de estos grandes
temas doctrinales que ahora se han convertido en cosas de periódicos de primera
plana. ¿El peso de eso le afecta personalmente? Quiero decir, ¿siente el peso
de esa oficina?
MÜLLER: Sin duda siento el peso y
la responsabilidad, pero la responsabilidad del Papa es mayor.
ARROYO: ¿Y cómo lidia con eso?
MÜLLER: Quiero ayudarle con nuestra
Fe y vida espiritual también, con nuestras visiones y experiencias
intelectuales de la historia de la Iglesia y no somos pelagianos … con la ayuda
de la Gracia podemos enfrentar todas estas cuestiones.
ARROYO: Eminencia, gracias de
nuevo.
MÜLLER: Muchas gracias.
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