MALAS COMPAÑÍAS
·
Cuando os encontréis con un compañero que profiere blasfemias,
desprecia la religión o procura alejaros del servicio de Dios o es malhablado o
inmodesto, huid de él, como de la peste.
·
Tanto los malos consejeros como los mal aconsejados, corren un
peligro inminente de su gran ruina.
·
Huid de un mal compañero como de la vista de una serpiente
venenosa.
·
Para vivir como buen católico, debe alejarse de los que hablan mal
de la religión.
·
Hay que vivir con tal rectitud que haya siempre motivos para que
hablen bien de nosotros.
·
Por malos compañeros se entienden: l) Aquellos que hablan cosas
deshonestas o hacen cosas contrarias a la bella virtud. 2º) Los que hablan con
desprecio de la religión. 3) Los que se alejan de las funciones religiosas y os
invitan faltar a vuestros deberes.
·
Se llama mal compañero aquel que de alguna manera ocasiona la
ofensa de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario