sábado, 25 de enero de 2020

Histórico discurso del presidente Donald Trump en defensa de la vida y la libertad religiosa en la marcha por la vida



DISCURSO DEL PRESIDENTE DONALD TRUMP
EN LA 47ª MARCHA POR LA VIDA
EN ESTADOS UNIDOS
(24 de enero de 2020)

Muchas gracias, Jeanne. Es un gran honor ser el primer presidente de la historia en asistir a la Marcha por la Vida. Estamos aquí por una razón muy simple: defender el derecho de cada niño, nacido y no nacido, a cumplir su potencial dado por Dios. Durante 47 años, los estadounidenses de distintos orígenes han viajado desde todo el país para defender la vida. Y hoy, como Presidente de los Estados Unidos, estoy realmente orgulloso de estar con ustedes.

Quiero dar la bienvenida a decenas de miles, es una participación tremenda, decenas de miles de estudiantes de secundaria y universitarios que hicieron largos viajes en autobús para estar aquí en la capital de nuestra nación. Y para que se sientan aún mejor, hay decenas de miles de personas afuera que pasamos por el camino hacia aquí. Si alguien quiere dejarle su lugar a otro, podemos resolverlo. Tenemos un tremendo grupo de personas afuera. Miles y miles que querían entrar. Esto ha sido un gran éxito.

Los jóvenes son el corazón de la Marcha por la Vida. Y es tu generación la que está haciendo de Estados Unidos una nación pro familia y pro vida.

El movimiento por la vida está siendo dirigido por mujeres fuertes, líderes religiosos increíbles y estudiantes valientes que continúan con el legado de los pioneros que lucharon por elevar la conciencia de nuestra nación y defender los derechos de nuestros ciudadanos. Ustedes abrazan a las madres con cuidado y compasión. Ustedes están empoderados por la oración y motivados por un amor desinteresado. Ustedes están agradecidos y nosotros estamos muy agradecidos, estas son personas increíbles, a las que se unirán el Secretario Alex Azar y Kellyanne Conway.


Y gracias también a los senadores Mike Lee y James Lankford que están aquí. Gracias amigos. Y a los representantes [diputados nacionales] Steve Scalise, Chris Smith, Ralph Abraham, Warren Davidson, Bob Latta, John Joyce, Lloyd Smucker, Brian Fitzpatrick y Brad Wenstrup. Gracias a todos. Tengo que decir, y lo veo, tenemos muchos más políticos en la audiencia. Pero si no les molesta, no los presentaré a todos.

Todos nosotros aquí entendemos una verdad eterna: cada niño es un regalo precioso y sagrado de Dios. Juntos, debemos proteger, apreciar y defender la dignidad y la santidad de toda vida humana. Cuando vemos la imagen de un bebé en el vientre, vislumbramos la majestad de la creación de Dios. Cuando sostenemos a un recién nacido en nuestros brazos, sabemos el amor sin fin que cada niño trae a una familia. Cuando vemos crecer a un niño, vemos el esplendor que irradia de cada alma humana. Una vida cambia el mundo, desde mi familia, quiero decirles que les envío amor, un gran amor, y que desde el primer día en el cargo [de Presidente], he tomado medidas históricas para apoyar a las familias de Estados Unidos y proteger a los no nacidos.

Y durante mi primera semana en el cargo, restablecí y amplié la Política de la Ciudad de México [esta ley prohíbe que compañías abortistas giren fondos desde los Estados Unidos a otros países] y emitimos una regla histórica pro vida para regular el uso de los fondos del contribuyente del Título X [esta ley prohíbe que compañías abortistas reciban aportes estatales]. Le notifiqué al Congreso que vetaría cualquier legislación que debilite la política pro vida o que aliente la destrucción de la vida humana.

Ante las Naciones Unidas dejé en claro que los burócratas globalistas no tienen por qué atacar la soberanía de las naciones que protegen la vida inocente. Los niños no nacidos nunca han tenido un defensor más fuerte en la Casa Blanca.

Como nos enseña la Biblia, cada persona es creada de modo maravilloso.

Hemos tomado medidas decisivas para proteger la libertad religiosa, algo muy importante, porque la libertad religiosa ha sido atacada en todo el mundo y, francamente, ha sido fuertemente atacada en nuestra nación. Ustedes lo entienden mejor que nadie. Pero lo estamos frenando. Y nos ocupamos de cuidar médicos, enfermeras, maestros y grupos religiosos como las Pequeñas Hermanitas de los Pobres.

Estamos preservando la adopción basada en la fe y, para poder ser fieles a nuestros documentos fundacionales, hemos designado a 187 jueces federales que aplican la Constitución tal como está escrita, incluidos dos jueces fenomenales de la Corte Suprema: Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.

Estamos protegiendo los derechos de los estudiantes pro vida a la libertad de expresión en los campos universitarios. Y si las universidades quieren dólares de los contribuyentes federales [impuestos], deben defender tu derecho a la libertad de expresión para decir lo que piensas. Y si no lo hacen, van a pagar una multa financiera muy grande, que no estarán dispuestos a pagar.

Lamentablemente, la extrema izquierda está trabajando para borrar nuestros derechos otorgados por Dios, cerrar organizaciones benéficas basadas en la fe, prohibir a los líderes religiosos de la esfera pública y silenciar a los estadounidenses que creen en la santidad de la vida. Vienen detrás de mí porque estoy luchando por ustedes y porque estamos luchando por aquellos que no tienen voz. Y vamos a ganar porque sabemos cómo ganar. Todos sabemos cómo ganar. Todos sabemos cómo ganar. Ustedes han estado ganando por mucho tiempo. Ustedes han estado ganando por mucho tiempo.

Juntos, somos la voz de los que no tienen voz. Cuando se trata del aborto, y ya saben esto, ya han visto lo que sucedió: los demócratas han adoptado las posiciones más radicales y extremas y vistas en este país durante años y décadas, e incluso puedo decir que durante siglos. Casi todos los demócratas en el Congreso apoyan el aborto financiado por los contribuyentes hasta incluso el momento del nacimiento. El año pasado, los legisladores en Nueva York aplaudieron con deleite la aprobación de la legislación que permitiría que un bebé fuera desgarrado del vientre de la madre hasta momentos antes del parto.

También tuvimos el caso del gobernador demócrata del estado de Virginia, la comunidad de Virginia. Y amamos la comunidad de Virginia, pero ¿qué está pasando en Virginia? ¿Qué esta pasando? El gobernador declaró que ejecutaría a un bebé incluso después del nacimiento. Ustedes lo recuerdan.Los demócratas del Senado incluso bloquearon la legislación que brindaría atención médica a los bebés que sobreviven a los intentos de aborto. Y es por eso que invité al Congreso, y a dos de nuestros grandes senadores aquí y a muchos de nuestros congresistas aquí, los invité a defender la dignidad de la vida y aprobar una legislación que prohíba el aborto tardío de niños que ya pueden sentir dolor en el vientre de su madre.

Este año, la Marcha por la Vida celebra el centésimo aniversario de la decimonovena enmienda de la Constitución, que consagró para siempre los derechos de las mujeres a votar en los Estados Unidos por la constitución de los Estados Unidos. Un gran evento. Hoy en día, millones de mujeres extraordinarias en todo Estados Unidos están utilizando el poder de sus votos para luchar por el derecho, y todos los derechos [que emanan de este] según lo estipulado en la Declaración de Independencia: este es el derecho a la vida.

Para todas las mujeres que están aquí hoy, su devoción y su liderazgo eleva a toda nuestra nación y les agradecemos por eso. Las decenas de miles de estadounidenses reunidos hoy no solo defienden la vida, sino que es realmente aquí donde la defienden tan orgullosamente juntos. Y quiero agradecer a todos por eso. Ustedes defienden la vida todos los días. Brindan vivienda, educación, trabajo y atención médica a las mujeres que atienden. Les encuentran familias amorosas a los niños que necesitan un hogar para siempre. Organizan baby showers para las futuras mamás. Ustedes hacen, simplemente hacen, que la misión de sus vidas sea ayudar a difundir la gracia de Dios.

Y a todas las madres aquí hoy, las celebramos y declaramos que las madres son héroes. Su fuerza, devoción y empuje es lo que impulsa a nuestra nación. Gracias a ustedes, nuestro país ha sido bendecido con almas increíbles que han cambiado el curso de la historia humana. No podemos saber qué lograrán nuestros ciudadanos aún no nacidos. Los sueños que imaginarán. Las obras maestras que crearán. Los descubrimientos que harán. Pero sabemos esto: cada vida trae amor a este mundo. Cada niño trae alegría a una familia. Vale la pena proteger a cada persona.

Y, sobre todo, sabemos que cada alma humana es divina y que cada vida humana, nacida y no nacida, está hecha a la imagen sagrada del Dios Todopoderoso.

Juntos defenderemos esta verdad a lo largo de todo nuestro magnífico país. Vamos a liberar los sueños de nuestra gente. Y con una esperanza decidida, esperamos todas las bendiciones que vendrán de la belleza, el talento, el propósito, la nobleza y la gracia de cada niño estadounidense. Quiero agradecerles a todos. Este es un momento muy especial. Es algo grandioso representarlos [como Presidente]. Los amo a todos. Y les digo con verdadera pasión, gracias a todos, que Dios los bendiga y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América. Gracias a todos. Gracias.


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