domingo, 9 de agosto de 2020

Meditaciones del tiempo ordinario con textos de Santo Tomás de Aquino 132

 Domingo de la 19ª semana

 

EL PURGATORIO

Purgatorio - Ludovico Carraci

 

Si alguno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja…, la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego (1 Cor 3, 12-13).

 

Por el oro se significa la contemplación de Dios, como dice San Agustín*; por la plata, el amor al prójimo; por las piedras preciosas, las obras buenas; mas por la madera, el heno y la paja se significan los pecados veniales que se mezclan en las obras de los que procuran las cosas terrenas; porque así como estas cosas se acopian en la casa y no pertenecen a la substancia del edificio; mas pueden quemarse y permanecer el edificio; del mismo modo también los pecados veniales se multiplican en el hombre, y queda el edificio espiritual; por ellos sufre el fuego o de la tribulación temporal en esta vida o del purgatorio en la otra, pero puede lograr, no obstante, la salvación eterna.

(1ª 2ae , q. LXXXIX, a. II)

 

Los pecados veniales, unidos a la caridad, pueden ser consumidos por otra pena; por eso, es una metáfora apropiada la de designarlos por-esas materias que el fuego consume, y puesto que cuanto más grave es un pecado tanto más difícilmente es expiado, y entre los pecados veniales hay unos más graves que otros; por eso convenientemente se significa su diferencia por la diversidad de las materias que más fácil y tardíamente son consumidas por el fuego.

(4, Dist. 21, q. I, a. 2)

 

Mas porque todas las cosas se incluyen en tres, que son principio, medio y fin, conforme con esto todos los grados de los pecados veniales se reducen también a tres: a la madera, que permanece más tiempo en el fuego; a la paja, que rapidísimamente se consume, y al heno que guarda un promedio; porque, según que los pecados veniales sean de mayor o menor adherencia o gravedad, así se purificarán por el fuego más rápidamente o con más tardanza.

(1ª 2ae , q. LXXXIX, a. 2, ad 4um)

.

 

Algunos pecados veniales son de mayor adherencia que otros, según que la voluntad se incline más hacia ellos o se fije más fuertemente en ellos. Y como los que son de mayor adherencia tardan más tiempo en purificarse, por eso unos serán atormentados en el purgatorio durante más tiempo que otros, según el grado pon qué la voluntad haya estado unida a ellos.

 

Pero como la acerbidad de la pena corresponde propiamente a la cantidad de la culpa, y la duración a la radicación de la culpa en el sujeto, por eso puede ocurrir que uno permanezca más tiempo, aunque con menos penas, y viceversa.

(4, Dist. 21, q. I, a. 3)

Nota:

* De fide et operibus, c. 15.

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