miércoles, 20 de mayo de 2020

Para rezar en familia 20 de mayo de 2020


Para hacer oración familiar, dejamos todos previsto: apagamos los celulares y la pantalla, sin prisa por la comida, generamos un ambiente de silencio, etc. De este modo seremos una Iglesia en el hogar.

Se reúne la familia en una sala de la casa en torno una mesa, cubierta con un mantel morado o blanco, colocamos un crucifijo, una imagen de la Sagrada Familia o de la Virgen María, y en el centro la Biblia junto a una vela encendida. Los padres, o uno de ellos, son los responsables de guiar a los hijos en este momento de oración para entrar en alabanza y diálogo con Dios.



1. + Señal de la cruz

2. Ven, Espíritu Santo. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre; que inspiras nuestras palabras. Ilumina nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.

3. En presencia de Dios, pedimos perdón:
· Señor, ten misericordia de nosotros.
(Respondemos) Porque hemos pecado contra ti.

· Muéstranos, Señor, tu misericordia.
(Respondemos) Y danos tu salvación.

4. Proclamamos Hechos de los Apóstoles 17,15.22-18,1 y el evangelio de Jesucristo según san Juan 16,12-15


Catequesis para mayores de 12 años
Hemos querido hacer presente esta primera lectura porque es una de las piezas más significativas de Hechos de los Apóstoles. Se trata de la inteligencia, astucia y fervor evangélico que profesa san Pablo en su visita al pueblo griego en Atenas. Vamos a descubrir algunas de las afirmaciones del Apóstol de los gentiles, según la interpretación de Monseñor Straubinger en sus maravillosos comentarios bíblicos.

“Al dios desconocido”. Ahora, vengo yo a anunciarles eso que ustedes adoran sin conocer.”

“¡Profundísima enseñanza! El que busca al Dios desconocido, ya lo ha encontrado, pues busca “al Dios que es”, sea quien sea ese Dios, y precisamente así se definió Dios: Yahvé significa “El que es”, o sea “el verdadero”; los otros son “los que no son”. Vemos, pues, que los que elevaron ese altar al Dios desconocido, no fueron ciertamente estos que aquí rechazan a san Pablo sino las almas rectas que, entre la tiniebla del paganismo, tenían el instinto sobrenatural de Dios como el centurión Cornelio.
Siendo así linaje de Dios: ¡Cosa infinitamente admirable! Lo que había soñado la fantasía de aquellos poetas griegos, se hizo realidad. “En el principio era el Verbo”, un solo Hijo divino, y ahora seremos muchos. Él era el único engendrado, y los hombres éramos creados. Ahora, Él será “el Primogénito de muchos hermanos”, porque nosotros también, gracias a Él, hemos sido engendrados de Dios por el Espíritu Santo lo mismo que Jesús, siendo desde entonces verdaderos hijos divinos, renacidos de lo alto por el nuevo Adán, y destinados, como verdaderos miembros del Cuerpo de Cristo, a vivir de su misma vida divina y eterna, como Él vive del Padre, y a ser consumados en la unidad de Ambos por el amor."
Este discurso es el arquetipo de un verdadero plan evangélico, por ser teocéntrico, evangélico y personal. ¡Cuánto podemos aprender de la predicación de Pablo!
Y sobre el Evangelio nos quedamos con esta célebre afirmación del Señor: “Cando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad.”
El Espíritu Santo nos guía para ahondar la verdad en esta vida hasta alcanzar la plenitud de la Verdad en la Vida eterna.
El Espíritu posibilita que se haga presente, aquí y ahora, la Palabra eterna del Verbo. El Espíritu permite que la Sabiduría de Dios se siga expresando en palabras y signos sensibles para que los hombres vean la verdad en el hoy. La Palabra de Dios contenida en la Biblia adquiere vida por el Espíritu. Dice que el catecismo que: «En la liturgia de la Palabra, el Espíritu Santo recuerda a la asamblea todo lo que Cristo ha hecho por nosotros y despierta así la memoria de la Iglesia».
El Espíritu actúa y se expresa en la comunidad eclesial, desde su jerarquía y en el sensus fidei (el sentido de los files). Como dijeron los Apóstoles en el primer concilio de la Iglesia (del que ya hemos comentado): «hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros...». La Iglesia Católica es iluminada por el Espíritu Santo para descubrir la profundidad de las verdades reveladas, es guiada en la evolución armónica del dogma y es conducida en el gobierno pastoral de las almas.

Santo del día: Beata María Crescencia Pérez María Angélica Pérez nació en Buenos Aires en 1897, quinta de once hijos de inmigrantes españoles. Fue criada en un ámbito de fe, rezos diarios del Rosario y visitas a misa cada domingo, sin importar lo lejos que estuvieran de la Iglesia. Tuvo el ejemplo del sacrificio y del servicio a los demás.
Ingresó como interna al “Hogar de Jesús”, una institución educativa de Pergamino que estaba a cargo de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora del Huerto. Aportaba alegría, buena disposición, generosidad, también piedad religiosa y hábitos de orden, obediencia y sacrificios. De buen carácter y tono muy dulce, siempre estaba dispuesta a ayudar a todos. En 1924 se consagró a Dios con la profesión perpetua tomando el nombre de Hermana Crescencia.
Es trasladada al Hospital Marítimo de Mar del Plata. Estaba en el pabellón Santa Rosa de Lima que albergaba a las niñas que padecían tuberculosis ósea. Las ayudaba en el aseo y su higiene personal, era la responsable de su alimentación y de su educación. Además, les enseñaba a orar, les daba clases de catequesis y las preparaba para recibir su primera comunión. Las niñas internadas amaban a la Hermana Crescencia.
En 1928 Crescencia llega a la comunidad de Vallenar, Chile, localidad que había sufrido una fuerte epidemia y un terremoto, para entregar su amor y servir a una comunidad tan necesitada. Pero ella ya estaba enferma y no se le permitía estar en contacto con los pacientes, por lo que asumió el resto de las tareas de la casa. Contrajo bronconeumonía y luego tuberculosis pulmonar. En su agonía rezaba con las palabras que el mismo Señor el enseñó: “Corazón de Jesús, por los sufrimientos de tu Divino Corazón, ten misericordia de nosotros”. Tuvo la visita espiritual de la Virgen del Huerto con el Niño y de san Antonio María Gianelli.
Su deseo de unirse a Jesús era vehemente, por eso exclamó: "No me detengan más... Sí, que todos vayan al Corazón Santísimo de Jesús. Allí encontrarán la salvación de su alma". Finalmente dijo sonriendo: "Padre... en tus manos encomiendo mi espíritu”. Tras meses de dolor y sufrimiento, falleció un 20 de mayo de 1932, a los 34 años de edad. La llamaban “La Santita” o “Sor Dulzura”. Ese mismo día, en Quillota a 600km, la Comunidad de las Hermanas del Huerto olía un aroma a violetas que perfumaba todos los ambientes. Era mayo, no era temporada de violetas. Actualmente sus restos descansan incorruptos en la capilla del Colegio Nuestra Señora del Huerto de la Ciudad de Pergamino, Provincia de Buenos Aires.
San Juan Pablo II dijo sobre ella: “Si, la Iglesia entera se alegra por esta Hija suya predilecta, Argentina puede estar orgullosa de haber dado a la patria una gran benefactora.”
El milagro reconocido para la beatificación fue de una joven con hepatitis A fulminante, agravada por una diabetes. Invocada la intercesión de la Hermana Crescencia sobre una reliquia de la Sierva de Dios, a los cinco días el mal había desaparecido totalmente sin ninguna explicación científica.

Oración: “San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.”

Catequesis para menores de 12 años
· Se proclama el evangelio y se ayuda a los niños a recomponer el relato, buscando los detalles.
· Se explica desde las ideas centrales de la catequesis de adultos (el texto anterior).
· Reflexionamos las palabras: “El Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad.”
· En silencio meditamos con el corazón el significado de estas palabras y las compartimos.

Oración: Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. Hasta que alcance los brazos de Jesús, María y José.

5. Cada uno de la familia dice una acción de gracias.
Dios Padre, te damos gracias por … .

6. Ahora, cada uno hace una petición.
Dios misericordioso, te pedimos por ... .

7. Presentación de las ofrendas. En la Pascua, Jesús se ofrece como cordero sacrificado al Padre por nosotros. Ahora nosotros, unidos a Cristo, también podemos hacernos Eucaristía. En este momento, cada uno de la familia, dice cuál es la ofrenda que le presenta a Dios. Ejemplos: ayudar en casa, estudiar, rezar alguna oración, llamar a alguien para saludarlo, hacer un pequeño sacrificio, estar al servicio, etc..

8. Oramos como Jesús nos enseñó:
Padre nuestro…

9. Nos damos la Paz del Señor, como gesto de amor.

10. Oramos a nuestra Madre:
Dios te salve María…

11. Comunión espiritual:
Creo, Jesús mío, que estás en el Santísimo Sacramento; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. (breve silencio).
Y ahora, como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de ti.

12. Oremos: Dios misericordioso, concédenos experimentar en todo tiempo los frutos del misterio pascual que hoy celebramos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Sagrada Familia de Nazaret: Ruega por nosotros.

13. Los padres se bendicen entre ellos y bendicen a los hijos, haciendo una cruz en la frente. Nos hacemos la Señal de la cruz diciendo: + El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la Vida eterna. Amen.


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