ENTRADA:
La Santa Misa es la renovación del Misterio Pascual de Cristo, es
decir, de su muerte y resurrección, participando dignamente de ella recibimos
la fuerza necesaria para peregrinar en esta vida y seguirlo como sus
discípulos. Para iniciar esta celebración nos ponemos de pie y cantamos…
LECTURAS:
La Palabra de Dios nos invita a responder a la llamada de Jesús que
exige una ruptura con la situación anterior. A partir de este encuentro con Él
todas las realidades quedan transformadas. Recibamos esta Buena Noticia
dispuestos a seguirlo más de cerca.
ORACIÓN DE LOS
FIELES:
A cada intención respondemos: Escúchanos Señor
Por la Iglesia, para que siga anunciado a todos el Reino de Dios y
la necesidad de conversión, acogiendo la Buena Noticia. Oremos.
Por nuestra patria, para que todos sepamos discernir lo que es
bueno a los ojos del Señor y tengamos el valor y la perseverancia para llevarlo
a la práctica. Oremos.
Por las distintas vocaciones, para que el Señor suscite en los
jóvenes su llamada a servir y amar a la humanidad desde el proyecto del Reino,
como sacerdotes, como religiosos, como laicos. Oremos.
Por nuestra comunidad, para que sepa vivir en continua conversión y
logre ser una comunidad eclesial
trinitaria, sinodal y profética. Oremos.
OFRENDAS:
Ofrezcamos al Señor nuestro compromiso de colaborar en la misión de
Jesús y de su Iglesia. Cantamos:
COMUNIÓN:
El encuentro con Cristo en la Eucaristía suscita el compromiso de la
evangelización y el impulso a la solidaridad; despierta en el cristiano el
fuerte deseo de anunciar el Evangelio y testimoniarlo. Que Jesús transforme
nuestro corazón para que seamos fieles hijos de Dios Padre. Cantamos…
SALIDA:
Que María Santísima, nuestra tierna y bondadosa Madre, nos alcance
la gracia de buscar con intensidad al Señor en la intimidad del corazón que
tanto desea darse a nosotros. Cantamos…
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