La Santa Misa
Querido
principiante:
En mi última carta
mencioné que después de recibir la Eucaristía no deberías pensar demasiado en
ti. Al leerlo quizá tu reacción haya sido: “bueno, yo no pienso en mí. No estoy
pensando cómo tengo el pelo hoy o a qué santo debería parecerme ahora”. Pero pensar
en ti mismo también incluye pensar sobre lo que vas a hacer después en el día o
lo que has hecho antes, lo que esa persona te dijo o incluso cómo vas a
evangelizar el mundo entero. Sobra decir, ¿estás pensando en ti o en
Jesús?
La próxima vez que
vayas a Misa detente cuando vuelvas a tu banco y pregúntate: ¿qué tipo de
oración estoy haciendo ahora? ¿Cómo he recibido a este Huésped en mi
casa? Y pide a Jesús (que está dentro de ti) que te ayude a rezar. Estará
más que contento de hacerlo, estoy seguro, si al menos lo intentas.
Es el momento más
importante de tu día. Sinceramente, Jesús se ha hecho Alimento para
transformarte en Él. Habla con Él. Pregúntale si está contento de
estar dentro de tu alma, si le agrada lo que encuentra allí. Y dale gracias. Habla
con Él como San José lo hizo cuando lo cogía en brazos en Belén, como en brazos
de su Madre después de morir en la cruz. Pídele que te llene con su gracia,
amor y perdón. Dale gracias nuevamente. ¿Tienes una petición concreta, una
angustia, una pregunta? Habla con Él. Es como estar en adoración con la
excepción de que ahora eres tú la custodia.
Si no se te ocurre
nada que decirle, dale gracias y lleva contigo un libro de meditaciones. Es
verdad que hay poco tiempo antes de que el sacerdote continúe la Misa pero eso
no significa que Jesús te deja cuando la Misa termina. Quédate un poco de
tiempo -unos diez minutos- para darle gracias.
María Teresa
González-Quevedo, una novicia que murió a la edad de 19 años, vio que era
incapaz de captar el significado de la Presencia Eucarística en su alma. Así
que se encomendó a Nuestra Madre y le pidió que diese gracias mientras que
ella, María Teresa, hacía actos de amor lo mejor que podía.
De otro
principiante, pero con muy buenos maestros.
HNA. MICHELLE KLOBE
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