El Arzobispo Buti Joseph Tlhagale (61) de Johanesburgo está horrorizado con el comportamiento de los fieles en relación al Santísimo.
Algunos católicos no demuestran fe alguna en la presencia real de Cristo- enfatizó el Prelado.
Muchos no hacen la señal de la cruz con agua bendita al entrar en la iglesia y no se arrodillan frente a Cristo en el Sagrario – ni siquiera una genuflexión.
Como una plaza de mercado
El Arcebispo Tlaghale criticó la destrucción de muchos comulgatorios. Así, los fieles no son invitados a arrodillarse para recibir la comunión.
“Nuestras iglesias son como plazas de mercado antes y después de las misas –en parte porque colocamos el Sagrario en un espacio separado, o simplemente porque perdemos el sentido de la presencia de lo sagrado. Abandonamos el silencio y la atmósfera devota en las iglesias”.
Monseñor Tlaghale recomienda volver a colocar el Sagrario en el centro de la iglesia, así como la recuperación de la práctica de las genuflexiones y del silencio.
Chicles durante la Misa
En su homilía el Arzobispo elogió a los sacerdotes que rezan con los acólitos antes y después de las misas.
El clero también debe fomentar la adoración y propagar los documentos eclesiales sobre la Eucaristía.
“El Derecho Canónico exige el ayuno de una hora antes de recibir la Comunión. Los chicles durante la misa es algo simplemente repugnante."
Con el Santísimo en el supermercado
El Arzobispo criticó también la forma de administrar la Comunión a los enfermos. Las hostias consagradas son dadas a los laicos.
Ustedes ya saben cómo es; ocasionalmente, ellos se paran en el camino para hablar con los amigos: “de vez en cuando ellos hacen unas compritas antes de ir a la casa del enfermo”.
Para algunos tampoco sería infrecuente llevar el Santísimo para casa debido a la ausencia del enfermo y al hecho de encontrar la iglesia cerrada en el camino de vuelta.
Publicado por Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina
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