domingo, 13 de octubre de 2019

Ser creyente en una sociedad postcristiana ¿Es posible el diálogo? Mons. José Ignacio Munilla

Diálogo:
·        Medio para el encuentro con la Verdad
·        Intercambio de ideas (logos)
·        La verdad que no se expresa se va debilitando
·        Diálogo parte de una identidad profunda
·        Hace falta la convicción de sentido, la Revelación de Cristo
·         Necesita disposición para la conversión ante la verdad descubierta

Cuatro presupuestos
1.    Estar en el mundo sin ser mundanos. Ser resistentes a la mundanización. El mayor peligro no es ser minoritarios sino insignificantes
2.    Tener conciencia que tenemos una unidad de destino con quienes dialogamos.
3.    Tomar conciencia de nuestra vocación social frente a un individualismo hegemónico. Ser realmente solidarios no sólo teóricamente solidarios.
4.    Santa rebeldía en defensa del principio de subsidiariedad frente a una creciente estatización.

José Manuel de Prada - Origen de la crisis actual:
Desarraigo espiritual
Desarraigo existencial
Desarraigo intelectual
Desarraigo moral
Desarraigo familiar y social.

En el diálogo debemos tratar de sanar estos desarraigos

Frente al pensamiento único del nuevo orden mundial caracterizado por ser:
Teológicamente gnóstica
Filosóficamente relativista
Ideológicamente marxista
Económicamente capitalista liberal
Psicológicamente freudiana

Gnosticismo de la nueva era es una involución a la no revelación. Frente a esto debemos que reivindicar que Dios ha hablado.

El relativismo es mentira, es una estrategia de poder que cuando es alcanzado se acaba el relativismo y se transforma en dictadura que pretende el pensamiento único. Frente a esto afirmar que estamos creados para la verdad y subrayar la libertad de conciencia en fidelidad a esa verdad.

Marxista en el sentido de una hermenéutica de enfrentamiento y lucha de clases y nos impide pensar por nosotros mismos encuadrándonos en estos encasillamientos dialécticos.

Frente al capitalismo liberal ser convencidos de la doctrina social de la Iglesia.

Frente al pensamiento freudiano de negación del pecado original, propugnar al hombre como dueño de su voluntad y esclavo de su conciencia.

¿Cuál es el motor del mundo? ¿el placer, el poder, el dinero? En el diálogo mostrar que el motor del mundo es el amor. Dios es Amor y hemos sido creados por amor y hechos para amar. El amor sin Dios se transforma en una esclavitud afectiva. Hay que luchar contra las idolatrías que nos esclavizan.  Frente a estas ideologías panteístas anunciar a Cristo es nuestro liberador


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