Entrada:
Como con sus
discípulos después de la resurrección en cada Eucaristía Jesús vuelve para
reavivar nuestra fe, atraernos, convertirnos y llevarnos al conocimiento de las
riquezas de su corazón y a la salvación. Para iniciar esta celebración nos
ponemos de pie y cantamos…
Lecturas:
En su Palabra Dios nos ofrece su paz y nos abre la inteligencia
para participar de la alegría del Resucitado. Recibamos con fe este anuncio de
salvación.
Oración de los fieles:
A cada intención respondemos: Escúchanos Señor
·
Por el Santo Padre y todos los Obispos, para que su predicación y
testimonio de vida transmitan al mundo la coherencia de la fe y de las obras
que inspira el evangelio de Jesucristo. Oremos.
·
Para que la paz de Cristo Resucitado se extienda a todas las
naciones, y de un modo particular llegue a Siria y fortalezca a los cristianos
perseguidos. Oremos.
·
Para que toda vida humana sea recibida, cuidada y protegida desde
la concepción hasta la muerte natural. Oremos.
·
Por los misioneros de la
Iglesia, para que, configurando sus vidas con el Misterio que celebran, sepan
llevar al mundo el secreto gigantesco del cristiano, que es la alegría, dada a
luz por la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor. Oremos.
·
Por las familias de todo el mundo, para que se comprometan a buscar
ardientemente la unión con Dios en el cumplimiento de los deberes familiares,
profesionales y sociales, y así alcancen la santidad. Oremos.
Ofrendas:
Junto al pan y el
vino, presentemos al Señor el deseo de ser alegres testigos de su resurrección.
Lo hacemos cantando…
Comunión:
En el misterio de la
Eucaristía Jesús nos habla en silencio y cada vez nos recuerda que seguirlo es
salir de nosotros mismos y hacer nuestra vida no una posesión nuestra, sino un
don a Él y a los demás. Cantamos…
Salida:
María Santísima,
causa de nuestra alegría, nos ayude a que participando siempre con mayor fervor
de la Eucaristía nos identifiquemos con su Hijo viviendo una vida nueva.
Cantamos…
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