Lenguaje del cuerpo,
espacio sexuado y apertura al Creador:
releyendo Humanae Vitae
Rvdo. Dr. D. José Granados García, D.C.J.M
En La insoportable
levedad del ser, conocida novela del checo Milan Kundera, se describen los
modos conflictivos de vivir el sexo en nuestra época. Los dos protagonistas,
Tomás y Teresa, representan, respectivamente, una manera “leve” y “grave” de
entender amor y sexualidad. Frente al prolijo donjuán que es Tomás, Teresa
aspira a un amor único y estable, cuyo símbolo es la pesada maleta con la que
se presenta por primera vez en la casa de él. En un momento de la novela
Teresa, mirándose desnuda en el espejo, experimenta hastío:
Teresa está ante el
espejo como hechizada y mira su cuerpo como si fuera ajeno; ajeno y sin embargo
adjudicado precisamente a ella. Aquel cuerpo no tenía fuerzas suficientes como
para ser el único cuerpo en la vida de Tomás. Aquel cuerpo la había
decepcionado y traicionado. [...] De pronto tiene ganas de despedir a ese
cuerpo como a una criada. ¡Permanecer junto a Tomás sólo como alma y que el
cuerpo saliera a recorrer el mundo para comportarse allí tal como otros cuerpos
femeninos se comportan con los cuerpos masculinos! Si su cuerpo no es capaz de
convertirse en el único cuerpo para Tomás y si ha perdido la batalla más
importante de su vida, ¡que se vaya! 1
Este cuerpo le ha
defraudado, y de ahí que le inspire asco. Y se consuela solo al considerar que
su alma única podrá unirse de modo único a su amante, aunque su cuerpo, incapaz
de competir con el de cientos de mujeres, sea expulsado del ámbito del amor.
Se suscitan así varias
preguntas: ¿qué peso tienen, en el relato de nuestra vida, las experiencias que
vivimos en el cuerpo? ¿Son acciones que, por fortuitas, resultan casi
inexistentes, o nos jugamos en ellas el destino? La paradoja del título de la
novela de Kundera es que la levedad de estas experiencias se hace muy cargante
al hombre. ¿Será entonces el dualismo, esa separación entre la persona y el
cuerpo que añora Teresa, la única vía para alcanzar relaciones duraderas, pero
separadas así de la fábrica concreta de la vida?