Jueves de la 14ª semana
EFECTOS DEL AMOR
I. El amor significa
cierta adaptación de la virtud apetitiva a un bien. Mas nada de lo que se
adapta a una cosa que le es conveniente, se perjudica por esta unión, sino que
más bien, a ser posible, se mejora y perfecciona; en cambio, lo que se une a
algo que no le es conveniente, se perjudica y deteriora. Luego, el amor del
bien conveniente es perfectivo y mejorativo del amante; pero el amor del bien
no conveniente al amante le daña y deteriora.
Por consiguiente, el
hombre se mejora y perfecciona, sobre todo, por el amor de Dios; y se daña y
deteriora por el amor al pecado, según aquello de Oseas: Se hicieron
abominables, como aquellas cosas que amaron (Os 9, 10).
Todo lo que acabamos
de decir se refiere a lo que hay de formal en el amor por parte del apetito.
II. Pero en cuanto a
lo que hay de material en la pasión del amor, que es alguna alteración
corporal, el amor hiere accidentalmente, por el exceso de inmutación, como
acontece en el sentido y en todo acto de alguna potencia del alma, ejercido por
alguna alteración de un órgano corporal.
III. A cuanto pueda
oponerse en contrario debe decirse que pueden atribuirse al amor cuatro efectos
inmediatos, a saber: la liquefacción, la fruición, la languidez y el fervor. Lo
primero es la liquefacción, que se opone a la congelación, pues las cosas
congeladas son compactas en sí mismas, de modo que no pueden fácilmente ser
penetradas por otro. Mas al amor pertenece que el apetito se haga adecuado para
recibir al bien amado, puesto que el amado está en el amante. De ahí es que la
congelación o dureza de corazón es una disposición que repugna al amor, pero la
liquefacción o derretimiento importa cierto ablandamiento del corazón, que le
hace hábil para que penetre en el objeto amado. Así, pues, cuando el objeto
amado está presente y se lo posee, se produce la delectación o fruición; mas
estando ausente, resultan otras dos pasiones: la tristeza de la ausencia, que
se manifiesta por la languidez, y el deseo ardiente de conseguir el objeto
amado, expresado por el fervor.
Tales son, en verdad,
los efectos del amor considerados formalmente, según la aptitud de la potencia
apetitiva respectó de su objeto; pera en la pasión del amor surgen algunos
efectos proporcionados a éstos según la alteración del órgano.
(1ª 2ae , q. XXVIII,
a. 5)
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