·
La devoción y el amor a María Santísima es una gran
protección y un arma poderosa contra las asechanzas del demonio.
·
Aun cuando María os obtuviera muchas gracias, de nada
os servirían, si no os consiguiera la de no caer en pecado mortal.
·
Estad seguros de que cuanto más puras sean vuestras
miradas y palabras, tanto más agradaréis a la Virgen María y mayores gracias os
obtendrá Ella de su divino Hijo y Redentor nuestro.
·
Si queréis, amados jovencitos, ser los verdaderos
amigos de Jesús y María, debéis no tan sólo huir de los escandalosos, sino
esforzaros con el buen ejemplo a reparar el gran mal que éstos hacen a las
almas.
·
Si María favorece tanto a este miserable cuerpo,
¿cuántos favores no concederá a las almas que la invocan?
·
Si todos los hombres fuesen verdaderamente devotos de
María, qué felicidad habría en este mundo.
·
Nuestra Madre concede grandes favores a los que hacen
bien su novena.
·
Con la frecuente comunión vosotros mereceréis ser muy
queridos de Dios y de. los hombres y María Santísima os concederá la gracia de
no morir sin los Santos Sacramentos al fin de la vida.
·
Humildad, obediencia y castidad os harán gratos a
María Santísima.
·
En todos los peligros invocad a María y os aseguro que
seréis librados.
·
Es casi imposible llegar a Jesús, si no es por medio
de María.
·
María quiere la realidad, no las apariencias.
·
Seamos devotos, sobre todo, de María Santísima;
invoquémosla de corazón y Ella nos protegerá.
·
Desgraciadamente peregrinamos aún por este valle de
lágrimas y estamos lejos de la patria celeste y de nuestra querida Madre; sin
embargo confiemos en Ella, invoquemos a María, con toda piedad, que es toda
bondad para con nos otros.
·
Asistir con devoción a la Santa Misa, visitar a Jesús
Sacramentado, recibir la Comunión Sacramental o al menos hacerla espiritual,
son prácticas de sumo agrado a María y un conducto eficaz para obtener gracias
especiales.
·
A nuestra Congregación la conduce Dios y la protege
María Santísima.
·
Propagad constantemente la devoción a María Santísima
Auxiliadora y a Jesús Sacramentado. (Recuerdos a los primeros misioneros)
·
(Recomendación de Don Bosco moribundo) Cuando habléis
o prediquéis, insistid sobre la devoción a María Santísima.
·
Vosotros ni remotamente podéis daros cuenta qué
privilegio tan grande es haber ingresado en el oratorio. En nombre de Dios os
lo aseguro: Basta que un joven entre en una casa salesiana para que la Virgen
Santísima lo tome inmediatamente bajo su protección especial.
·
La Santísima Virgen María continuará protegiendo
nuestra Congregación y las obras salesianas, si seguimos poniendo toda nuestra
confianza en Ella y nos esforzamos en propagar su culto.
·
Publíquese, dígase y predíquese por todos los medios,
que María Auxiliadora ha obtenido y obtendrá gracias particulares y aún
extraordinarias y milagrosas, a los que ayudan cristianamente a la juventud en
peligro, con obras, consejos con el buen ejemplo o simplemente con la oración.
·
La fiesta de la Santísima Virgen y más aun sus
solemnidades, sus novenas, sus triduos, el mes a Ella consagrado, sean siempre
fervorosamente inculcados en público y en privado; con folletos, con libros,
con medallas, con imágenes, con publicar o simplemente contar gracias y
bendiciones que nuestra celeste Bienhechora concede a cada instante a la
humanidad doliente.
·
En charlas particulares gánense las confidencias
indistintamente de todos los alumnos: evítense las amistades. particulares y la
parcialidad entre los alumnos; cuando ocurran solemnidades o simplemente
fiestas en honor de la Virgen, no se deje pasar la oportunidad sin anunciarlo.
·
La Virgen Santísima nos consiga de su Divino Hijo,
días de paz y acierto, a fin de poder amar y servir a Dios en la tierra y gozar
un día la bienaventuranza en el cielo.
·
(Don Bosco al fin de su vida): Recomendad la frecuente
comunión y la devoción a María Santísima Auxiliadora.
·
Para obtener una gracia especial. la jaculatoria más
eficaz es ésta: María Auxiliadora, rogad por nosotros.
·
En el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos al
conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por nosotros en la tierra.
·
Si quieres
saber qué son los milagros, o cuando tengas alguna angustia o necesidad,
simplemente se debe repetir durante todo el día: “María Auxiliadora rogad por
nosotros” y veréis lo que son los milagros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario