A los
sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos
El Santo Padre
Benedicto XVI, durante el Consistorio Ordinario Público del 11 de febrero
de2013, ha anunciado que renunciará al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de
San Pedro, a partir del 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas de Roma.
El Santo Padre
afirmó que, después haber examinado ante Dios reiteradamente su conciencia, ha
llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, no tiene fuerzas para
ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Por eso la sede de San Pedro
quedará vacante y deberá ser convocado el Cónclave para la elección del nuevo
Sumo Pontífice.
Por este motivo, hoy es un día muy particular
para la Iglesia católica, y para el mundo; ya que de este modo hemos conocido
la próxima renuncia de Su Santidad el Papa Benedicto XVI al ministerio de
Obispo de Roma y sucesor del San Pedro. Seguramente cada uno de ustedes está
profundamente conmovido por esta noticia como yo mismo, ya que la luz de su
pontificado nos llega a todos nosotros como una estrella brillante, con su
cercanía de padre y su magisterio luminoso.
Además de los hondos sentimientos que
experimentamos, confiamos que esta decisión suya brota de su sabiduría y de su
corazón humilde; y por ello los invito en nombre propio y de todo el
Arzobispado a unirnos a sus intenciones, elevar oraciones y súplicas
agradeciendo a Dios nuestro Señor por el paterno servicio que el Santo Padre
presta a la Iglesia, así como lo hizo en los ocho años de su Pontificado, y
encomendar al querido Santo Padre Benedicto XVI.
Al mismo tiempo les ruego pedir por el próximo
Cónclave, cuya delicada misión será la de elegir al Sucesor de San Pedro para
guiar la Nave de la Iglesia; con la seguridad y confianza de que la Iglesia
está viva y es joven. Como nos enseñaba el mismo Santo Padre Ella está viva
porque Cristo está vivo, porque Él ha resucitado verdaderamente. Ella lleva
consigo la misión encomendada por Jesús, y nos señala el camino futuro (cfr.
Benedicto XVI, 22.IV.2005).
Como concluye
el Santo Padre : “Ahora, confiamos al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor
Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna
bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a
mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa
Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria” (11.II.2013).
Por ello le ruego particularmente que en las
próximas celebraciones se pida en las Oraciones de los fieles por las
intenciones del Santo Padre Benedicto XVI ; y se implore al Espíritu Santo por
la próxima elección del Sucesor de San Pedro.
Los saludo cordialmente y bendigo.
+José Luis Mollaghan
Arzobispo de Rosario
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