CONFIANZA
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Haz el bien sin esperar
el agradecimiento de nadie, sino de Dios únicamente.
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Insisto que hay
necesidad de tener suma confianza con los superiores en asuntos del alma; es la
llave de la paz interior, el arma más eficaz para ahuyentar la melancolía, el
secreto para encontrar la certeza y la satisfacción tanto en la vida como en la
muerte y para alcanzar la perfección cristiana.
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Dios permite las
tribulaciones, para sacar mayor bien y mostrar su misericordia y poder.
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Os comunico un secreto
que puede haceros mucho bien: abrid vuestro corazón al superior, depositad en
él vuestra confianza y sed escuetamente sinceros.
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No se deben aceptar a
los aspirantes al estado eclesiástico si no dan garantía de una moralidad a
toda prueba o mientras no se dejen conocer lo suficiente y no tengan confianza
en los superiores.
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Mirad, hay ciertos individuos
que son herméticos: no hablan, no abren nunca su corazón al superior; guardan
siempre en su interior sus secretos;, estad atentos: Latet anguis in
herba". Son un verdadero flagelo, verdadera pesadilla para la
congregación.
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De la familiaridad nace
afecto, el afecto lleva a la confianza; esta abre los corazones de los jóvenes
que manifiestan todo a sus maestros, a los asistentes y a los superiores. Serán
sinceros en todo, estarán dispuestos para todo si se dan cuenta que son amados.
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