CELEBRACIÓN
DEL
DOMINGO
DE RAMOS
Y DE LA PASIÓN
Y DE LA PASIÓN
DEL SEÑOR
HOMILÍA DEL
SANTO PADRE
FRANCISCO
Plaza
de San Pedro
XXIX Jornada Mundial de la Juventud
Domingo 13 de abril de 2014
XXIX Jornada Mundial de la Juventud
Domingo 13 de abril de 2014
Esta semana comienza con una procesión
festiva con ramos de olivo: todo el pueblo acoge a Jesús. Los niños y los
jóvenes cantan, alaban a Jesús.
Pero esta semana se encamina hacia el
misterio de la muerte de Jesús y de su resurrección. Hemos escuchado la Pasión
del Señor. Nos hará bien hacernos una sola pregunta:
¿Quién soy yo?
¿Quién soy yo ante mi Señor?
¿Quién soy yo ante Jesús que entra
con fiesta en Jerusalén?
¿Soy capaz de expresar mi alegría, de
alabarlo?
¿O guardo las distancias?
¿Quién soy yo ante Jesús que sufre?
Hemos oído muchos nombres, tantos
nombres. El grupo de dirigentes religiosos, algunos sacerdotes, algunos
fariseos, algunos maestros de la ley, que habían decidido matarlo. Estaban
esperando la oportunidad de apresarlo. ¿Soy yo como uno de ellos?
También hemos oído otro nombre:
Judas. 30 monedas. ¿Yo soy como Judas?
Hemos escuchado otros nombres: los
discípulos que no entendían nada, que se adormentaron mientras el Señor sufría.
Mi vida, ¿está adormecida?
¿O soy como los discípulos, que no
entendían lo que significaba traicionar a Jesús?
¿O como aquel otro discípulo que
quería resolverlo todo con la espada? ¿Soy yo como ellos?
¿Soy yo como Judas, que finge amar y
besa al Maestro para entregarlo, para traicionarlo?
¿Soy yo, un traidor?
¿Soy como aquellos dirigentes que organizan
a toda prisa un tribunal y buscan falsos testigos?
¿Soy como ellos? Y cuando hago esto,
si lo hago, ¿creo que de este modo salvo al pueblo?
¿Soy yo como Pilato? Cuando veo que la situación se pone difícil,
¿me lavo las manos y no sé asumir mi responsabilidad, dejando que condenen – o
condenando yo mismo – a las personas?
¿Soy yo como aquel gentío que no
sabía bien si se trataba de una reunión religiosa, de un juicio o de un circo,
y que elige a Barrabás? Para ellos da igual: era más divertido, para humillar a
Jesús.
¿Soy como los soldados que golpean al
Señor, le escupen, lo insultan, se divierten humillando al Señor?
¿Soy como el Cireneo, que volvía del
trabajo, cansado, pero que tuvo la buena voluntad ayudar al Señor a llevar la
cruz?
¿Soy como aquellos que pasaban ante
la cruz y se burlaban de Jesús : «¡Él era tan valiente!... Que baje de la cruz
y creeremos en él»? Mofarse de Jesús...
¿Soy yo como aquellas mujeres
valientes, y como la Madre de Jesús, que estaban allí y sufrían en silencio?
¿Soy como José, el discípulo
escondido, que lleva el cuerpo de Jesús con amor para enterrarlo?
¿Soy como las dos Marías que
permanecen ante el sepulcro llorando y rezando?
¿Soy como aquellos jefes que al día
siguiente fueron a Pilato para decirle: «Mira que éste ha dicho que
resucitaría. Que no haya otro engaño», y bloquean la vida, bloquean el sepulcro
para defender la doctrina, para que no salte fuera la vida?
¿Dónde está mi corazón?
¿A cuál de estas personas me parezco?
Que esta pregunta nos acompañe
durante toda la semana.
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