ENTRADA:
Hermanos: En las responsabilidades cotidianas estamos llamados a santificar el mundo y santificarnos nosotros en él, llevando junto con el cumplimiento de nuestro deber de estado, una vida de oración que vivifique, en la Misa dominical al glorificar a Dios encontramos también la fortaleza que nos permite vivir la vocación cristiana. Nos ponemos de pie y cantamos...
INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS:
Escuchar atentamente la palabra de Dios nos ilumina, guía y pacifica ayudándonos a centrar nuestra vida en lo que es verdaderamente importante. Abramos nuestro corazón al Señor que nos habla.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
A Cada Intención Respondemos: “Señor, atiende nuestra súplica”
· Por el papa Francisco y los jóvenes que se reunirán junto a él, para que pueda fortalecerlos en la escucha y el seguimiento de Cristo. Oremos…
· Para que todas las comunidades cristianas sean verdaderas escuelas de Oración. Oremos...
· Para que los países desarrollados se abran generosamente a los pueblos necesitados de ayuda solidaria. Oremos...
· Para que los que viven en soledad encuentren hospitalidad y caritativo afecto de nuestra parte. Oremos...
· Por nosotros; para que el Evangelio que hemos meditado renueve nuestras vidas y nos enseñe a ser serviciales como Marta y como María vivir siempre en la escucha atenta y dócil de la Palabra del Señor. Oremos...
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Después de alimentarnos con la Palabra de Dios, preparamos la mesa de la Eucaristía y junto con el pan y el vino presentamos al Señor nuestro propósito de ser fieles a su palabra. Cantamos...
COMUNIÓN:
Al comulgar, Cristo se hace nuestro huésped, para ayudarnos a llevar a la práctica su Palabra. Cantamos…
DESPEDIDA:
Alegres porque Jesús nos alienta y reconforta con su Palabra y con su Eucaristía, cantamos...
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