AUTORIDAD
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La Congregación tiene
como fin especial el sostener la autoridad de la Santa Sede doquiera que se
encuentre y dondequiera que trabaje.
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Recomendemos siempre la
obediencia la autoridad civil, porque quien gobierna está puesto por Dios para
mandar.
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Respetad todas las
autoridades constituidas como ciudadanos, pero como católicos depended del Sumo
Pontífice.
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La religión Católica es
el fundamento de la prosperidad en los estados, porque los súbditos no serán
fieles a la autoridad civil si no son fieles primero a Dios.
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Mi mejor consejo es
éste: Examinar de un modo práctico cómo dar al César lo que es del César, para
que al mismo tiempo se dé a Dios lo que pertenece a Dios.
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Cuando surja alguna
dificultad con la autoridad temporal o eclesiástica, procurad presentaros a
explicar la razón de vuestro proceder. La exposición personal de vuestras
intenciones disminuye bastante y posiblemente desvanece el juicio que alguna
mentalidad pudiera haberse formado de vosotros.
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