jueves, 30 de abril de 2015
3° Ponencia La formación cristiana: una urgencia catequética en el Beato Manuel González - Prof. D. Daniel Padilla Piñero Universidad de La Laguna (Tenerife)
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miércoles, 29 de abril de 2015
Ponencia inaugural 1° Congreso Internacional Beato Manuel González García
Acto de apertura
- Hna.
Mª Leonor Mediavilla. Superiora General de la Congregación de Misioneras
Eucarísticas de Nazaret.
- S.Em.R.
D. Angelo Card. Amato, s.d.b. Prefecto de la Congregación para las Causas
de los Santos
- S.Em.R.
D. Ricardo Card. Blázquez Pérez. Arzobispo de Valladolid y Presidente de
la CE Española
- S.E.R.
D. Jesús García Burillo. Obispo de Ávila
- P.
Francisco Javier Sancho Fermín, o.c.d. Director del CITES
- Prof.ª
Dr.ª D.ª Aurora María López Medina. Universidad de Huelva
domingo, 12 de abril de 2015
Misericordiae Vultus
BULA DE CONVOCACIÓN
DEL JUBILEO EXTRAORDINARIO
DE LA MISERICORDIA
DEL JUBILEO EXTRAORDINARIO
DE LA MISERICORDIA
FRANCISCO
OBISPO DE ROMA
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS
A CUANTOS LEAN ESTA CARTA
GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ
OBISPO DE ROMA
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS
A CUANTOS LEAN ESTA CARTA
GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ
1. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de
la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto
viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, « rico de
misericordia » (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a
Moisés como « Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en
amor y fidelidad » (Ex34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios
modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la «
plenitud del tiempo » (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según
su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para
revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9).
Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona[1] revela la misericordia de Dios.
2. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la
misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para
nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la
Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios
viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el
corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra
en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre,
porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de
nuestro pecado.
3. Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados
a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos
signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo
Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la
Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.
El Año Santo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la
Inmaculada Concepción. Esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios
desde los albores de nuestra historia. Después del pecado de Adán y Eva, Dios
no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y
quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfr Ef 1,4), para
que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios
responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande
que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona.
En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta
Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través
de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que
consuela, que perdona y ofrece esperanza.
El domingo siguiente, III de Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la
Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán. Sucesivamente se abrirá la
Puerta Santa en las otras Basílicas Papales. Para el mismo domingo establezco
que en cada Iglesia particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para
todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial
se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia.
A juicio del Ordinario, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta
de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en
el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia
particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo
como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El
Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias
particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia.
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