Para quien quiera usar
la corona de Adviento le puede ser útil saber lo que indica el
"Bendicional":
1235. La "Corona de Adviento"
o "Corona de las luces de Adviento" es un signo que expresa la
alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por medio de la bendición de la corona
se subraya su significado religioso.
1236. La luz indica el camino, aleja el
miedo y favorece la comunión. La luz es un símbolo de Jesucristo, luz del
mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona muestra
la ascensión gradual hacia la plenitud de la luz de Navidad. El color verde de
la corona significa la vida y la esperanza.
1237. La corona de Adviento es, pues,
un símbolo de la esperanza de que la luz y la vida triunfarán sobre las
tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros,
y con su muerte nos ha dado la verdadera vida.
1241. La "Corona de
Adviento", que se ha instalado en la iglesia, se puede bendecir al
comienzo de la Misa. La
bendición se hará después del saludo inicial, en lugar del acto penitencial.
Monición
introductoria:
"Hermanos:
Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta
corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos
recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida
y la esperanza. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de que la luz y la
vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte, porque el Hijo de Dios se ha
hecho hombre y nos ha dado la verdadera vida.
El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la
corona debe significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad. Por eso hoy,
primer domingo de Adviento, bendecimos esta corona y encendemos su primer
cirio".
1242. Luego el
ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas... dice la
oración de bendición:
Oremos.
La
tierra, Señor, se alegra en estos días,
y tu
Iglesia desborda de gozo
ante tu
Hijo, el Señor,
que se
avecina como luz esplendorosa,
para
iluminar a los que yacemos en las tinieblas
de la
ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de
esperanza en su venida,
tu
pueblo ha preparado esta corona
con
ramos del bosque
y la ha
adorando con luces.
Ahora,
pues, que vamos empezar el tiempo de preparación
para la
venida de tu Hijo,
te
pedimos, Señor,
que,
mientras se acrecienta cada día
el
esplendor de esta corona, con nuevas luces,
a
nosotros nos ilumines
con el
esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo,
iluminará
todas las oscuridades.
Él que
vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
(se
enciende la primera vela de la corona)
Oraciones Para encender la vela de la “Corona de Adviento”
Después del saludo inicial, se enciende la vela de la
“Corona de Adviento” y se acompaña con una oración que haga presente la
esperanza de María. Alguien de la asamblea, o el propio celebrante, enciende un
cirio de la “Corona de Adviento”. Entre tanto, se puede cantar otra estrofa del
canto de entrada.
Primer domingo de Adviento: ¡Vigila!
Rito de la
“Corona de Adviento”:
Ahora
encenderemos el primer cirio de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino
hacia la Navidad.
Encendemos , Señor, esta luz, como aquél que permanece vigilando,
en vela, esperando para salir el encuentro del Señor que viene.
Muchas
sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen
En
esta primera semana de Adviento, queremos estar atentos y preparados, como
María, para acoger al mensajero que nos trae la mejor noticia, la más profunda
y la alegría más verdadera.
¡Ven,
Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Segundo domingo de Adviento: ¡Prepárate!
Rito de la
“Corona de Adviento”:
Ahora
encenderemos dos cirios de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino hacia la Navidad.
Los
profetas mantenían encendida la esperanza de Israel y los pobres del mundo
anhelan la liberación. En María se acumulan las esperanzas.
Nosotros,
como símbolo de la nueva justicia, encendemos estas dos velas. Que cada uno de
nosotros, Señor, sea tierra preparada, como María, para que aniden en ella y
nos invada el Salvador.
¡Ven
pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
Tercer domingo de Adviento: ¡Alégrate!
Rito de la
“Corona de Adviento”:
Ahora
encenderemos tres cirios de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino hacia la Navidad.
En
Nazaret se rasgaron los cielos por la acogida de una mujer, en el desierto
clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: el Señor llega. Preparad los caminos,
porque ya se acerca.
Con
su “hágase”, María despejó y preparó el camino al Señor.
Cuando
encendemos estas tres velas, cada uno de nosotros quiere ser luz que refleje a
la antorcha de la mañana.
¡Ven
pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
Cuarto domingo de Adviento:
¡Entrégate!
Rito de la
“Corona de Adviento”:
Ahora
encenderemos cuatro cirios de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino hacia la Navidad.
Al
encender estas cuatro velas, en el último domingo, pensamos en ella, la Virgen , tu Madre y nuestra
madre.
Nadie
te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor. Nadie te recibió con
más alegría.
Te
sembraste en ella como el grano de trigo se siembra en el surco. En sus manos
encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos entregarnos así: en
la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven
pronto, Señor! ¡Ven, a salvarnos!
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