miércoles, 14 de mayo de 2014

Máximas de San Juan Bosco sobre la comunión eucarística

COMUNIÓN
 
·                    Las Comuniones hacedlas como se debe. Hay algunos que se acercan a la Santa Comunión y no piensan en corregirse de sus defectos: hacen la Comunión por la mañana y durante el día tienen a veces conversaciones inconvenientes con los compañeros. Murmuran de esto o de aquello, de los superiores, de los compañeros... Cómo se podrá decir que han hecho una buena comunión?
·                    Después de la Comunión entreteneos al menos un cuarto de hora en dar gracias. Sería una gravísima irreverencia, si pocos minutos después de haber recibido el Cuerpo, la Sangre, el Alma y Divinidad de Jesucristo, uno saliese de la Iglesia.
 
·                    ¿Queréis saber mi deseo? Comulgad diariamente. El Concilio de Trento dice: Sacramentaliter. ¿Entonces? Entonces hacedlo así. Cuando no podáis comulgar sacramentalmente, comulgad al menos espiritualmente.
 
·                    ¡Cuántos niños hay que no escuchan la instrucción religiosa, las explicaciones sobre la santa ley de Dios! Preparadlos para recibir con frecuencia los Santos Sacramentos... ¡Ah!... Parvuli petierunt panem, et non erat qui frangeret eís. (Tr., IV, 4). (Los niños pidieron panes y no hubo quien se los diera)
 
·                    Mostradme un jovencito que frecuente la Confesión y Comunión; lo veréis florecer en su juventud, llegar a una edad viril y alcanzar, si así place a Dios, la más avanzada edad, con una conducta que será para ejemplo de quienes lo conozcan.
 
·                    Quien no se acerca a la comunión con un desprendimiento de afectos mundanos y no se arroje incondicionalmente en los brazos de Jesús, no podrá sacar los frutos que teológicamente se sabe que deben ser los efectos de la comunión.
 
·                    Dicen algunos que para comulgar es necesario ser santo. ¡No es cierto! ¡Esto es un error! La Comunión es para quien quiere llegar a ser santo, no para los santos; los remedios se dan a los enfermos, el alimento a los débiles.
 
·                    La comunión es alimento que proporciona vida, fuerza.
 
·                    La base de la vida feliz de un jovencito es la comunión, porque en ella encuentra la fuente de toda energía.
 
·                    Un joven de confesión y comunión frecuente impresiona mucho más a sus compañeros que cualquier sermón.
 
·                    Un consejo para ser feliz: evitar el pecado y frecuentar la Santa Comunión.
 
·                    Alejarse de la comunión es dar cabida a las insinuaciones del demonio.
 
·                    La comunión es fuente de energías que debe ayudaros durante toda vuestra vida.
 
·                    Jesús Sacramentado es y debe ser para vosotros el único y verdadero amigo.
 
·                    Recordemos que Jesús está presente en el Santísimo Sacramento y es rico en gracias para distribuirlas a quienes las imploran. (Joven Instruido.
 
·                    En cuanto a la primera comunión: antes que el vicio se apodere de un joven, sea el Señor quien se posesione de su corazón.
 
·                    El tesoro más grande que se puede hallar en el cielo y en la tierra, está en el Sagrario, pues ahí habita el dueño de todo lo creado.
 
·                    ¿Queréis que el demonio os asalte? Visitad raramente a Jesús Sacramentado. ¿Queréis que huya de vosotros? Visitad frecuentemente a Jesús.
 
·                    ¿Queréis que el Señor os conceda muchas gracias? Visitadlo con frecuencia. ¿No os importa que os conceda Pocas? Visitadlo raramente.
 
·                    Todos tienen necesidad de la comunión: los buenos, para mantenerse virtuosos; los malos, para enmendarse.
 


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