viernes, 18 de septiembre de 2020

Meditaciones del tiempo ordinario con textos de Santo Tomás de Aquino 170

 

Viernes de la 24ª semana

LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

 

Bendita tú entre las mujeres (Lc 1, 28).

 

I. Eres bendecida por Dios Padre, porque comunicas con él en el mismo Hijo; por el Hijo porque le preparas digna morada; por el Espíritu Santo, porque por la acción de él engendras al Salvador del mundo.

 

II. Por los Ángeles, porque inicias en la tierra su vida, reparas su ruina y te humillas ante su mensaje.

 

III. Por los pecadores, porque los libras de sus angustias, les ayudas en los peligros, y les alcanzas el perdón de sus pecados.

 

IV. Por los justos, pues los escuchas en sus plegarias, los libras en las tentaciones, y les acrecientas la gracia por las virtudes.

 

V. Por las mujeres, porque las libras de sus enemigos. En efecto, a causa del pecado eran retenidas por el diablo, y despreciadas por Dios; mas la Bienaventurada Virgen las libró de los enemigos, ya que Cristo, su hijo, destruyó al diablo.

 

Las excusas ante el varón. Si el varón dice: "por ti soy condenado", la mujer puede responder: "por mí eres salvado".

 

Las honras ante Dios. Pues él las honró, ya que el mismo Hijo de Dios es hijo de la mujer, como dice .el Apóstol: Envió Dios a su Hijo, hecho de mujer (Gal 4, 4). Por estas tres cosas se dice de ella: Tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú la honra de nuestro pueblo (Judit 15, 10).

 

VI. Tú eres bendecida por todas las criaturas porque amamantas a su Creador, las libras de sus manchas, esto es, limpias los pecados, y las repones en su primitivo estado. Porque el Hijo, a quien engendraste, las crió a todas, las purificó y las renovó.

 

Así, pues, oh Virgen bienaventurada, te bendigan Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Te bendigan los Ángeles, los pecadores, los justos, las mujeres y todas las criaturas.

(Sermo XXXIII).

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