miércoles, 15 de julio de 2020

Meditaciones del tiempo ordinario con textos de Santo Tomás de Aquino 107


Miércoles de la 15ª semana

LA SOBERBIA

La soberbia El Bosco


El pecado de soberbia puede considerarse de dos maneras:

1ª) Según su propia especie, la que posee por razón de su objeto particular, y de este modo la soberbia es pecado especial, porque tiene objeto especial, ya que es el apetito desordenado de la propia excelencia, el cual no está de acuerdo con la recta razón. Y en efecto, la razón es la que ordena las cosas que el hombre apetece naturalmente, y de este modo, si alguno se aparta más o menos de la regla de la razón, tal apetito será vicioso, como se ve en el apetito de la comida que naturalmente se desea. Mas la soberbia apetece la excelencia excediéndose de lo que dicta la recta razón.

2ª) Según cierta redundancia en otros pecados, y en este sentido tiene cierta generalidad, puesto que de la soberbia pueden originarse todos los pecados de dos modos:


1º) De por sí, esto es, en cuanto los demás pecados se ordenan al fin de la soberbia, que es la propia excelencia a la que puede ordenarse todo lo que el hombre apetece desordenadamente.

2º) Indirectamente y como per accidens, es decir, separando el obstáculo, en cuanto el hombre desprecia por la soberbia la ley divina, por la que se le prohíbe pecar, según aquello: Quebraste mi yugo, rompiste mis ataduras, y dijiste: No serviré
(Jer 2, 20). (2ª 2ae , q. CLXII, a. 2)

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