Miércoles de la 15ª semana
LA SOBERBIA
La soberbia El Bosco |
El pecado de
soberbia puede considerarse de dos maneras:
1ª) Según su propia
especie, la que posee por razón de su objeto particular, y de este modo la
soberbia es pecado especial, porque tiene objeto especial, ya que es el apetito
desordenado de la propia excelencia, el cual no está de acuerdo con la recta
razón. Y en efecto, la razón es la que ordena las cosas que el hombre apetece
naturalmente, y de este modo, si alguno se aparta más o menos de la regla de la
razón, tal apetito será vicioso, como se ve en el apetito de la comida que
naturalmente se desea. Mas la soberbia apetece la excelencia excediéndose de lo
que dicta la recta razón.
2ª) Según cierta
redundancia en otros pecados, y en este sentido tiene cierta generalidad,
puesto que de la soberbia pueden originarse todos los pecados de dos modos:
1º) De por sí, esto
es, en cuanto los demás pecados se ordenan al fin de la soberbia, que es la
propia excelencia a la que puede ordenarse todo lo que el hombre apetece
desordenadamente.
2º) Indirectamente y
como per accidens, es decir, separando el obstáculo, en cuanto el hombre
desprecia por la soberbia la ley divina, por la que se le prohíbe pecar, según
aquello: Quebraste mi yugo, rompiste mis ataduras, y dijiste: No serviré
(Jer 2, 20). (2ª 2ae
, q. CLXII, a. 2)
No hay comentarios:
Publicar un comentario