S.E.R. Tomash
Peta
Arzobispo de Astana (Kazajistán)
En el sínodo 2015
El Beato Pablo VI dijo en 1972:
«A través de alguna grieta ha
entrado, el humo de Satanás en el templo de Dios»
Estoy convencido de que estas
palabras del Santo Padre, autor de la «Humanae Vitae» fueron proféticas.
Durante el Sínodo del año pasado, «el humo de Satanás» estaba tratando de
entrar en el aula Pablo VI.
Concretamente en
1.
la propuesta de admitir a la
Sagrada Comunión a los que están divorciados y viven en las nuevas uniones
civiles;
2.
la afirmación de que la
cohabitación es una unión que puede tener en sí misma algunos valores;
3.
la defensa de la homosexualidad
como algo que es supuestamente normal.
Algunos padres sinodales no han
entendido bien la llamada de Francisco a una discusión abierta y han comenzado
a presentar ideas que contradicen la tradición bimilenaria de la Iglesia,
arraigada en la Palabra Eterna de Dios. Por desgracia, todavía se puede
percibir el olor de este «humo infernal» en algunos puntos del «Instrumentum
Laboris» y también en las intervenciones de algunos padres sinodales este año.
A mi juicio, la principal tarea
de un Sínodo consiste en señalar una vez más el Evangelio del matrimonio y la
familia y el significado de las enseñanzas de Nuestro Salvador. No está
permitido destruir el fundamento, destruir la roca.
Que el Espíritu Santo, que
siempre triunfa en la Iglesia, nos ilumine a todos nosotros en la búsqueda del
verdadero bien de las familias y para el mundo.
¡María, Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros!
+ Tomash Peta
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