martes, 26 de agosto de 2014

Documental que muestra por dentro cómo opera el Estado Islámico

Un periodista de VICE News convivió tres semanas con los extremistas musulmanes. Dialogó con ellos, estuvo en múltiples operativos y vio cómo aplican la implacable sharia. Medyan Dairieh fue el único periodista que pudo documentar por dentro cómo actúan los terroristas del Estado Islámico. Fue, además, el único corresponsal con quien aceptaron dialogar y dar información.

(Buscar en la pantalla la funciòn subtìtulos en español o francés)


(Infobae/InfoCatólica) Dairieh logró captar las mejores imágenes de los terroristas y participó en varias de sus matanzas como un testigo «privilegiado» de este grupo fundamentalista que quiere imponer la sharia en gran parte del mundo.
El cronista de VICE News sólo pudo convivir tres semanas con los miembros militantes del EI, el nuevo enemigo número uno de los Estados Unidos y Occidente. «Somos los musulmanes quienes queremos hacer cumplir la sharia en esta tierra. Juro por Dios, el único Dios que existe, que la única manera de hacer cumplir la sharia es mediante las armas», dice en un avance del documental uno de los extremistas que ya controlan parte de Irak y Siria.
El video comienza con una escena en una plaza de Raqqa, Siria, donde se ve a yihadistas disparando con armas pesadas a un helicóptero desde la parte trasera de una camioneta. «Esto es Raqqa, la capital del más nuevo de los Estados declarados», comienza su relato Dairieh. Según el periodista, la «rapidez y eficacia» con la que actuaron los terroristas sorprendió al mundo. Incluso a los gobiernos más poderosos.

El documental explica cómo su rapidez en el campo fue clave para hacerse del poder en ciudades iraquíes como Mosul y Tikrit, donde saquearon bancos y robaron armamento que los Estados Unidos le había proporcionado al gobierno local para defenderse de los ataques fundamentalistas.
Dairieh hace gran parte del «tour» interno por el Estado Islámico con el responsable de prensa de la agrupación, Abu Mosa. Sin embargo, es poco lo que se sabe de la estructura interna de estos yihadistas. «Le digo a Estados Unidos que se ha establecido un califato islámico. Que no sean cobardes y no nos ataquen con drones. Envíennos a sus soldados, a los mismos que humillamos en IraK», dice este terrorista a la lente del periodista. «Izaremos la bandera de Alá en la Casa Blanca», concluye la amenaza.
En el relato, se muestra cómo el EI tomó el control de la 17 División del Ejército sirio luego de semanas de sitio y cómo ejecutaron a 50 de sus miembros, les cortaron la cabeza y las exhibieron en una plaza céntrica de Raqqa. La demostración fue clara para la comunidad: el pueblo era totalmente controlado por los terroristas islámicos. Su líder espiritual es Abu Bakr Al-Baghdadi, quien enseña: «Si deseas ver cumplidas las promesas de Alá, embarcaos en la yihad».
Los fanáticos le juran lealtad, le donan dinero y le prometen dar su vida por la causa del islam. Su influencia crece a diario, incluso entre los más pequeños, quienes se unen a esta cruzada de violencia.
Abdullah Al-Belgian es otro de los fanáticos que se sumaron desde Europa al Estado Islámico. Y le enseña a su hijo, a orillas del río Éufrates, a combatir a «los infieles». «¿Por qué matamos infieles?», le pregunta a su vástago. «Todos los infieles matan musulmanes», responde el niño, acarreado por su padre. El documental de VICE News también muestra a este fanático en estado de éxtasis emocionarse luego de amenazar con que dejarán «huérfanos» a los pequeños de Occidente y viudas a las mujeres.
Dairieh también pudo meterse en una celebración donde sólo pueden verse hombres, nada de mujeres, como indica la sharia. Allí, los discursos son de la misma índole y rinden tributo a su jefe terrorista, Al-Baghdadi.
El video, que dura 42 minutos en total, da cuenta de la existencia de una policía interna que controla que la ley islámica se cumpla en su totalidad. La Hisbah patrulla la ciudad de Raqqa y no deja nada librado a la libertad de los habitantes. Abu Obida es uno de los jefes de esas patrullas: «Tenemos que enseñar a los demás qué se puede hacer y qué no», dice. «La gente tiene miedo de tener alcohol escondido en sus casas, porque se nos informa de eso», advierte orgulloso de su régimen de terror.
También muestra cómo interrumpen el paso de un transeúnte para que le ordene a su mujer que se cubra apropiadamente para no mostrarse como «un producto». La sharia se mete en todos los aspectos de la vida corriente y las consecuencias de no cumplirla son mortales. «Dios dice que las mujeres deben llevar velo, no lo inventamos nosotros», justifica.
El terrorista del Estado Islámico se muestra jovial y amable ante los ciudadanos. Sin embargo, cuelga de su espalda un fusil con el que interrumpiría la vida de aquel que lo contradiga.
El documental muestra, además, a los «arrepentidos» de no cumplir con la sharia, a quienes se los mantiene detenidos. «Gracias a Alá, he vuelto a practicar mi religión», dice ante la cámara un hombre al que lo sorprendieron en su casa bebiendo alcohol. «Como castigo nos van a azotar. Lo dicen la sharia y el Corán, punto», se resigna otro de los presos por consumir y vender alcohol. Los terroristas del Estado Islámico llaman esta intromisión en la vida de la gente «intervención positiva».
Respecto al sistema jurídico que rige las vidas de las personas del califato islámico, los ciudadanos de Raqqa tienen un tribunal que ha sido transformado para que se aplique la sharia de manera drástica. «Por su puesto que no nos basamos en leyes internacionales, no nos importan», dice uno de los funcionarios judiciales que atendió al equipo periodístico de VICE News.
Abu Abdula explica los alcances de la ley del Corán para aquellos que no responden al islam; sobre todo, los cristianos. «Se les ofreció la oportunidad de convertirse al islam. Sino aceptas, debes pagar un impuesto por no ser musulmán. Si tampoco aceptas eso, no queda otro camino que la lucha y la muerte», sentencia el juez. Miles de cristianos debieron huir de Raqqa, pese al supuesto acuerdo de permanecer mediante el pago de un tributo.

El Estado Islámico muestra al corresponsal cómo disuelve a su antojo las fronteras entre Irak y Siria y cómo la traspasa como si fueran propias. Puede observarse cómo quienes se acercan a la cámara para dar testimonio hablan maravillas de los terroristas. Asimismo, están de acuerdo con la instalación de la sharia y que ninguna otra religión tenga lugar en «su» territorio.

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