Un periodista de VICE News
convivió tres semanas con los extremistas musulmanes. Dialogó con ellos, estuvo
en múltiples operativos y vio cómo aplican la implacable sharia. Medyan Dairieh
fue el único periodista que pudo documentar por dentro cómo actúan los
terroristas del Estado Islámico. Fue, además, el único corresponsal con quien
aceptaron dialogar y dar información.
(Buscar
en la pantalla la funciòn subtìtulos en español o francés)
(Infobae/InfoCatólica) Dairieh logró captar las mejores imágenes de los
terroristas y participó en varias de sus matanzas como un testigo
«privilegiado» de este grupo fundamentalista que quiere imponer la sharia en
gran parte del mundo.
El cronista de VICE
News sólo pudo convivir
tres semanas con los miembros militantes del EI, el nuevo enemigo número uno de
los Estados Unidos y Occidente. «Somos los musulmanes quienes queremos hacer
cumplir la sharia en esta tierra. Juro por Dios, el único Dios que existe, que
la única manera de hacer cumplir la sharia es mediante las armas», dice en un
avance del documental uno de los extremistas que ya controlan parte de Irak y
Siria.
El video comienza con
una escena en una plaza de Raqqa,
Siria, donde se ve a yihadistas disparando con armas pesadas a un helicóptero
desde la parte trasera de una camioneta. «Esto es Raqqa, la capital del más
nuevo de los Estados declarados», comienza su relato Dairieh. Según el
periodista, la «rapidez y eficacia» con la que actuaron los terroristas
sorprendió al mundo. Incluso a los gobiernos más poderosos.
El documental explica
cómo su rapidez en el campo fue clave
para hacerse del poder en ciudades iraquíes como Mosul y Tikrit, donde
saquearon bancos y robaron armamento que los Estados Unidos le había proporcionado
al gobierno local para defenderse de los ataques fundamentalistas.
Dairieh hace gran
parte del «tour» interno por el Estado
Islámico con el responsable de prensa de la agrupación, Abu Mosa. Sin embargo,
es poco lo que se sabe de la estructura interna de estos yihadistas. «Le digo a
Estados Unidos que se ha establecido un califato islámico. Que no sean cobardes
y no nos ataquen con drones. Envíennos a sus soldados, a los mismos que
humillamos en IraK», dice este terrorista a la lente del periodista. «Izaremos
la bandera de Alá en la
Casa Blanca », concluye la amenaza.
En el relato, se
muestra cómo el EI tomó el control de
la 17 División del Ejército sirio luego de semanas de sitio y cómo ejecutaron a
50 de sus miembros, les cortaron la cabeza y las exhibieron en una plaza
céntrica de Raqqa. La demostración fue clara para la comunidad: el pueblo era
totalmente controlado por los terroristas islámicos. Su líder espiritual es Abu
Bakr Al-Baghdadi, quien enseña: «Si deseas ver cumplidas las promesas de Alá, embarcaos
en la yihad».
Los fanáticos le juran
lealtad, le donan dinero y le
prometen dar su vida por la causa del islam. Su influencia crece a diario,
incluso entre los más pequeños, quienes se unen a esta cruzada de violencia.
Abdullah Al-Belgian es
otro de los fanáticos que se sumaron desde
Europa al Estado Islámico. Y le enseña a su hijo, a orillas del río Éufrates, a
combatir a «los infieles». «¿Por qué matamos infieles?», le pregunta a su
vástago. «Todos los infieles matan musulmanes», responde el niño, acarreado por
su padre. El documental de VICE News también muestra a este fanático en estado
de éxtasis emocionarse luego de amenazar con que dejarán «huérfanos» a los
pequeños de Occidente y viudas a las mujeres.
Dairieh también pudo
meterse en una celebración
donde sólo pueden verse hombres, nada de mujeres, como indica la sharia. Allí,
los discursos son de la misma índole y rinden tributo a su jefe terrorista,
Al-Baghdadi.
El video, que dura 42
minutos en total, da cuenta de la
existencia de una policía interna que controla que la ley islámica se cumpla en
su totalidad. La Hisbah
patrulla la ciudad de Raqqa y no deja nada librado a la libertad de los
habitantes. Abu Obida es uno de los jefes de esas patrullas: «Tenemos que
enseñar a los demás qué se puede hacer y qué no», dice. «La gente tiene miedo
de tener alcohol escondido en sus casas, porque se nos informa de eso»,
advierte orgulloso de su régimen de terror.
También muestra cómo
interrumpen el paso de un
transeúnte para que le ordene a su mujer que se cubra apropiadamente para no
mostrarse como «un producto». La sharia se mete en todos los aspectos de la
vida corriente y las consecuencias de no cumplirla son mortales. «Dios dice que
las mujeres deben llevar velo, no lo inventamos nosotros», justifica.
El terrorista del
Estado Islámico se muestra jovial y
amable ante los ciudadanos. Sin embargo, cuelga de su espalda un fusil con el
que interrumpiría la vida de aquel que lo contradiga.
El documental muestra, además, a los «arrepentidos» de no cumplir con la sharia,
a quienes se los mantiene detenidos. «Gracias a Alá, he vuelto a practicar mi
religión», dice ante la cámara un hombre al que lo sorprendieron en su casa
bebiendo alcohol. «Como castigo nos van a azotar. Lo dicen la sharia y el
Corán, punto», se resigna otro de los presos por consumir y vender alcohol. Los
terroristas del Estado Islámico llaman esta intromisión en la vida de la gente
«intervención positiva».
Respecto al sistema
jurídico que rige las vidas de
las personas del califato islámico, los ciudadanos de Raqqa tienen un tribunal
que ha sido transformado para que se aplique la sharia de manera drástica. «Por
su puesto que no nos basamos en leyes internacionales, no nos importan», dice
uno de los funcionarios judiciales que atendió al equipo periodístico de VICE
News.
Abu Abdula explica los
alcances de la ley del Corán para
aquellos que no responden al islam; sobre todo, los cristianos. «Se les ofreció
la oportunidad de convertirse al islam. Sino aceptas, debes pagar un impuesto
por no ser musulmán. Si tampoco aceptas eso, no queda otro camino que la lucha
y la muerte», sentencia el juez. Miles de cristianos debieron huir de Raqqa,
pese al supuesto acuerdo de permanecer mediante el pago de un tributo.
El Estado Islámico
muestra al corresponsal cómo
disuelve a su antojo las fronteras entre Irak y Siria y cómo la traspasa como
si fueran propias. Puede observarse cómo quienes se acercan a la cámara para
dar testimonio hablan maravillas de los terroristas. Asimismo, están de acuerdo
con la instalación de la sharia y que ninguna otra religión tenga lugar en «su»
territorio.
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