viernes, 21 de marzo de 2014

Máximas de San Juan Bosco sobre la caridad

CARIDAD
·                    No es justo que viva de la caridad de otros, quien puede bastarse a si mismo.
 
·                    Sacrificaré todo para ganar el corazón de los jóvenes a fin de poderlos regalar al Señor.
 
·                    No os recomiendo penitencias ni mortificaciones, pues. seréis dignos de mérito y gloria de la Congregación si os soportáis unos a otros en las penas y disgustos de la vida, con, cristiana resignación.
 
·                    Viviendo sin preocupaciones, Fácilmente se olvida uno del Señor.
 
·                    Quien protege a los huérfanos, será defendido por Dios en los peligros de la vida y en la hora de la muerte María Santísima lo salvará.
 
·                    La manera más eficaz para obtener el perdón de los pecados y asegurarse la vida eterna, es proteger a los niños.
 
·                    Yo os aseguro que quien no da lo superfluo defrauda al Señor.
 
·                    Demos bastante si queremos conseguir mucho.
 
·                    Proteged a los pobres si queréis llegar a ser ricos.
 
·                    Quien protege a los pobres será largamente recompensado por Dios ante su divino tribunal.
 
·                    La mejor manera de apaciguar las controversias consiste en tener paciencia y caridad. Vince in bono malum, por lo demás estemos contentos en unión con Dios.
·                    Disimula las faltas ajenas y nunca te burles de nadie.
 
 
·                    Para trabajar con éxito téngase caridad en el corazón y paciencia en la ejecución. 
 
·                    He visto con toda claridad que los jovencitos que han salido de las correcionales si encuentran una mano benévola que los cuide y los coloque con buenos patrones, los visite de vez en cuando durante la semana y los ayude a pasar bien los días festivos, se regeneran. olvidan lo pasado, se hacen buenos cristianos y honrados ciudadanos.
 
·                    Dios bueno, en su infinita misericordia se complace en ayudar y perdonar. (IX, 178)
 
·                    La mayor satisfacción de nuestra vida será si logramos que la caridad reine perfectamente entre nosotros.
 
·                    El mejor estímulo para amar y servir a Dios es su infinito amor que nos rodea.
 
·                    Las obras no son de caridad cuando se hacen por interés.
 
·                    Nunca dejemos escapar la ocasión que se nos presenta para hacer el bien.
 
·                    Ayúdame a salvar muchas almas, pero primero la tuya.
 
·                    Sé espléndido con los pobres, si quieres llegar a rico; la limosna además cubre la multitud de tus faltas.
 
·                    La primera caridad ha de ser la que usamos con nuestra propia alma.
 
·                    Ser amigo de Don Bosco significa que me ayudes a salvar tu alma.
 
·                    Amar a todos, para conducirlos a todos al Señor.
 
 
·                    Es más bello el amor, unido a la caridad.
 
·                    Súfrelo todo, con tal que no te olvides de la caridad.
 
·                    Con caridad y paciencia todo se alcanza y hasta se llegan a juntar rosas sin espinas.
 
·                    La caridad no distingue razas, no mide distancias ni prefiere lugares.
 
·                    La caridad de los buenos no tiene límite.
 
·                    Donde reina la caridad, ahí está la felicidad.
 
·                    Humildad, Caridad y Modestia, no pueden estar separadas la una de la otra.
 
·                    La práctica de la caridad es la base de la verdadera educación y buena crianza.
 
·                    La corrección fraternal es el fundamento de la caridad.
 
·                    El mejor consuelo en las grandes contrariedades lo proporciona la tranquilidad de conciencia y la caridad.
 
·                    El bien de uno, sea para bien de todos, el mal de uno sea rechazado como el mal que afecta a todos.
 
·                    Practicad la caridad, toda vuestra caridad con todos.
 
·                    Recordad que la educación depende de la formación del corazón.
 
 
·                    Siempre ha de triunfar la caridad.
 
·                    Caridad es la virtud que distingue a los hijos de Dios de los hijos del mal y del mundo.
 
·                    Dar buenos consejos a los compañeros, es una manera de hacer obras de caridad.
 
·                    Sabed compenetraros en todo como se hace entre buenos hermanos.
 
·                    La caridad sea la guía de todas nuestras acciones, que al fin y al cabo redundarán siempre en nuestro propio bien.
 
·                    El vínculo que une a la sociedad, a las congregaciones, es el amor fraterno.
 
·                    Amaos los unos a los otros, aconsejaos, corregíos recíprocamente no seáis envidiosos, ni guardéis rencor; antes, el bien de uno sea el bien de todos, las penas y los sufrimientos de uno téngase como penas y sufrimientos de todos, y esmérese cada uno por alejarlas o al menos mitigarías.
 
·                    Si se trata de cosas espirituales o simplemente morales, entonces las divergencias resuélvanse en tal sentido que cedan a la mayor gloria de Dios y al bien de las almas. Empeños, puntillas, espíritu de venganza, amor propio, pretensiones y hasta el honor, todo debe sacrificarse antes que la caridad.
 
·                    En caso de divergencias en cosas materiales, cede en lo posible, con tal que se conserve la caridad.
 
·                    Búsquese el modo de excitar la caridad de otros hacia nosotros con obras pías y exhortaciones. El Señor dice: Ayúdate que yo te ayudaré. Es necesario que nosotros hagamos todo el esfuerzo posible. No se espere la ayuda de la Divina Providencia, estando nosotros sin hacer nada; Ella se moverá cuando haya visto nuestros esfuerzos generosos por su amor.
 
·                    Socorred a los huérfanos en la tierra y el buen Dios os hará ricos un día en el paraíso.
 
·                    Digamos siempre de corazón: Perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Pero con un olvido absoluto y definitivo de todo lo que en el pasado nos haya ocasionado algún ultraje. Amemos a todos con amor fraterno.
 
·                    No se oculte el sol sin que os apartéis de todo rencor.
 
·                    Será para vosotros siempre un día hermoso, cuando logréis, a base de beneficios, vencer un enemigo o ganaros un amigo.
 
·                    Asiste a los hermanos, ayúdalos. instrúyelos, de modo que puedan cumplir sus propios deberes; jamás emplees palabras ásperas y ofensivas.
 
·                    Imponte una pequeña privación, y el pan que te sobra dalo a un necesitado, porque detrás de la mano del pobre está la mano invisible del Señor, que acepta la limosna como si a El mismo se hiciera.
 
·                    Es una obra de misericordia el dar de comer al hambriento, pues, que corta es la vida, quiero que durante mis días ninguno que llegue a mi casa se retire descontento.
 
·                    Aún los malos admiran la caridad, aunque no la practiquen.
 
·                    Hagamos a los demás lo que quisiéramos que los demás hicieran con nosotros.
 
·                    Es necesario ser tolerante, porque manchas no le faltan ni al sol.
 
·                    Haciendo el bien nada se pierde.
 
·                    La venganza es de almas viles, y el perdón es propio del cristiano.
 
·                    Da buenos consejos siempre que se presente la ocasión, especialmente cuando se trate de consolar a un afligido, y acude en su ayuda para que supere alguna dificultad o para prestar algún servicio.
 
·                    No sólo olvida con facilidad los sinsabores y las ofensas personales, sino con benevolencia y con atenciones vence, o mejor dicho, corrige a los negligentes, desconfiados y suspicaces.
 
·                    La caridad de los buenos no tiene límites.
 
·                    No abusemos de la caridad que los otros nos proporcionan. No busquemos más comodidad. Teniendo vestido y alimento quedemos satisfechos. Habens victum et vestimentum his contentus ero y nada más.
 
·                    (A los misioneros). Practicad la caridad y emplead suma cortesía con todos.
 
·                    Muchas personas reconocieron que su situación comenzó a mejorar desde el momento que empezaron hacer la caridad a los niños pobres.
 
·                    La caridad y la cortesía sean las notas características de un director, tanto para con los internos como para los externos.
 
·                    Jamás reprendas a tus hermanos ni los humilles en presencia de los demás, sino avísalos siempre in camera caritatis, o sea, dulcemente y estrictamente en privado.
 
·                    Todos los hermanos salesianos que moran en una misma casa formen un solo corazón y una sola alma con su Director.
 
·                    Siembra a manos llenas, obrando bien te beneficiarás en esta vida y recogerás mejores frutos en la otra.
 
·                    La caridad es ingeniosa para encontrar siempre motivos de alabanza.
 


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