SAN JUAN PABLO II
DEL ÁNGELUS
Domingo 16 de junio de 1985
Domingo 16 de junio de 1985
5 -Corazón de Jesús, de Majestad Infinita
1. Por medio del
Corazón Inmaculado de María queremos dirigirnos al Corazón Divino de su Hijo,
al Corazón de Jesús, de Majestad infinita.
Mirad: la
infinita Majestad de Dios se oculta en el Corazón humano del Hijo de
María. Este Corazón es nuestra Alianza. Este Corazón es la máxima cercanía de
Dios con relación a los corazones humanos y a la historia humana. Este Corazón
es la maravillosa "condescendencia" de Dios: el Corazón humano que
late con la vida divina: la vida divina que late en el corazón humano.
2. En la
Santísima Eucaristía descubrimos con el "sentido de la fe" el
mismo Corazón, -el Corazón de Majestad infinita- que continúa latiendo con el
amor humano de Cristo, Dios-Hombre.
¡Cuán profundamente
sintió este amor el Santo Papa Pío X! Cuánto deseó que todos los cristianos,
desde los años de la infancia, se acercasen a la Eucaristía, recibiendo la
santa comunión: para que se unieran a este Corazón que es, al mismo tiempo,
para cada uno de los hombres "Casa de Dios y Puerta del Cielo".
"Casa" ya
que, mediante la comunión Eucarística el Corazón de Jesús extiende su
morada a cada uno de los corazones humanos.
"Puerta"
porque en cada uno de estos corazones humanos, El abre la perspectiva de la
eterna unión con la Santísima Trinidad.
3. ¡Madre de Dios!
Mientras meditamos el misterio de tu Anunciación, nos acercamos a este Corazón
Divino, el Corazón de Majestad infinita, Casa de Dios y Puerta del cielo; a
este Corazón que, desde el momento de la Anunciación del Ángel, comenzó a latir
junto a tu Corazón virginal y materno.
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