SAN JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 24 de agosto de 1986
Domingo 24 de agosto de 1986
23 -Corazón de Jesús saciado de oprobios
1. Corazón de Jesús,
saciado de oprobios.
Las palabras de las
letanías del Sagrado Corazón nos ayudan a releer el Evangelio de la pasión
de Cristo.
Repasemos con los
ojos del alma aquellos momentos y acontecimientos desde la captura en Getsemaní
al juicio de Anás y de Caifás, la encarcelación nocturna, la sentencia matutina
del Sanedrín, el tribunal del Gobernador romano, el tribunal de Herodes el
galileo, la flagelación, la coronación de espinas, la sentencia de crucifixión,
el vía crucis hasta el lugar del Gólgota, y, a través de la agonía sobre el
árbol de la ignominia, hasta el último "Todo está cumplido".
Corazón de
Jesús, saciado de oprobios.
2. Corazón de Jesús
―el corazón humano del Hijo de Dios―, tan conocedor de la dignidad de todo
hombre, tan conocedor de la dignidad de Dios-Hombre.
Corazón del Hijo,
que es Primogénito de toda creatura:
― tan conocedor de
la peculiar dignidad del alma y del cuerpo del hombre;
― tan
sensible por todo lo que ofende esta dignidad: "saciado de
oprobios".
3. Recordemos las
palabras de Isaías Profeta: "He aquí a mi Siervo, a quien sostengo
yo; mi elegido, en quien se complace mi alma... Él dará el derecho a las
naciones. No gritará, no hablará recio... No romperá la caña cascada ni
apagará la mecha que se extingue" (Is 42, 1-3).
"Como de Él se
pasmaron muchos, tan desfigurado estaba su aspecto, que no parecía ser de
hombre" (Is 52, 14).
"...Varón de
dolores y familiarizado con el sufrimiento, y como uno ante el cual se oculta
el rostro, menospreciado sin que le tengamos en cuenta" (Is 53, 3).
4. ¡Corazón de
Jesús, saciado de oprobios!
¡Corazón de Jesús
saciado de oprobios!
Signo de
contradicción...
"Y una espada
atravesará tu alma..." (Lc 2, 4-35).
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