La
Santísima Virgen, en el año 1917, se aparece en Fátima, Portugal, a tres
humildes pastorcitos de 10, 9 y 7 años: Lucía, Francisco y Jacinta, y les da
una serie de mensajes de conversión, personales y proféticos. Es lo que se
llama una revelación privada.
¿Qué
es lo más importante del mensaje de Fátima?. La respuesta es sencilla: El
descubrimiento al mundo del Corazón Inmaculado de María como el tesoro de
gracias que Dios nos ofrece, en estos tiempos, para la salvación de nuestras
almas…
Los
Sábados son tradicionalmente dedicados a la Virgen. Desde
muy antiguo la Santa Iglesia, a considerado el sábado un día dedicado a
intensificar la devoción Cristiana a la Santísima Virgen, Madre de Dios y
nuestra amantísima Madre. Mucha gente consagraba el primer sábado del mes a la
Virgen por esta intención y para reparar por las blasfemias y ultrajes en
contra de ella por parte de los pecadores y de los falsos maestros.
Ese
mismo año en el mes de Noviembre el Santo Padre nuevamente bendijo e indulgenció
la práctica tradicional de los Hijos del Corazón de María y la Archicofradía
del Inmaculado Corazón de María, para dedicar los primeros sábados de cada mes
a esta devoción con el propósito de hacer reparación al I.C. de María.
ORIGEN
DE LA DEVOCIÓN
Mensaje
del 13 de junio de 1917 en Fátima (2da. aparición)
Cuenta
Lucía en sus “Memorias” que, al ver a la Virgen María ese día, le pidió que los
llevara al cielo con Ella. La Santísima Virgen le respondió con palabras llenas
de amor y de gran importancia para todos nosotros:
- “Si,
a Jacinta y a Francisco me los llevo pronto, pero tú te quedas en el mundo un
tiempo más porque Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él
quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. A aquellos
que abracen esta devoción les prometo la salvación y serán predilectas de Dios
estas almas, como flores puestas por Mi para adornar su trono”.
- “¿Y
me quedo yo sola?” preguntó con tristeza Lucía.
- “No,
hija, yo nunca te abandonaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino
que te conducirá hasta Dios.
ANUNCIOS
DE MARÍA AL MUNDO
Mensaje
del 13 de julio de 1917 en Fátima (3ra. aparición)
Por
designio divino la Santísima Virgen da al mundo, a través de los pastorcitos,
una serie de mensajes proféticos que se han ido cumpliendo a su debido tiempo: el
fin próximo de la primera guerra mundial (1914-1918), la caída de Rusia en
manos del comunismo ateo con todas sus nefastas consecuencias, la venida de la
segunda guerra mundial, etc.
Del
tercer secreto de Fátima, dos de sus partes se refieren a la serie de anuncios
hechos al mundo de los que sólo faltan cumplirse fundamentalmente dos: por un
lado la conversión de Rusia, hoy a todas luces mucho más cercana y, por el
otro, María nos dice algo realmente esperanzador: “Finalmente, Mi Corazón
Inmaculado triunfará”. Y esto va a suceder porque Dios lo quiere
así. Vivamos agradecidos al Señor y con la segura esperanza que cada día que
pasa estamos más próximos al triunfo del Corazón Inmaculado de María.
LUCÍA
PIDE AUTORIZACIÓN PARA DAR A CONOCER ESTA DEVOCIÓN
Mensaje
del 17 de diciembre de 1927 en Tuy, España
Lucía
cuenta que fue esa noche junto al Sagrario a decirle a Jesús como debía
contestar la pregunta que le habían hecho: “¿Si el origen de la devoción al Corazón Inmaculado de
María estaba incluido o no, en el secreto que la Santísima Virgen le había
confiado?”.
Jesús,
con voz clara, le hizo oír estas palabras: “Hija mía, escribe lo que te piden; y escribe también
todo cuanto te reveló la Santísima Virgen en la aparición en que habló de esta
devoción. En cuanto al resto del secreto, continúa en silencio”.
LA
COMUNIÓN REPARADORA DE LOS PRIMEROS SÁBADOS
También
en la aparición del 13 de julio la Virgen María le dijo a Lucía: “Vendré a pedir la comunión reparadora
de los primeros sábados”.
MARÍA
CUMPLE LA PROMESA DE LOS CINCO SÁBADOS
Mensaje
del 10 de diciembre de 1925 (Pontevedra, España)
En
este día María cumple la promesa hecha a Lucía, quien nos lo cuenta así: “Ese día estando en mi habitación en Pontevedra,
España, se me apareció la Santísima Virgen y, al lado, como suspendido en una
nube luminosa, el Niño. La Santísima Virgen me ponía la mano sobre mi hombro
derecho y, al mismo tiempo, me mostraba un corazón cercado de espinas que tenía
en la mano.”
Entonces
dijo el Niño: “Ten
compasión del corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas que
los hombres ingratos le clavan continuamente sin que haya nadie que haga un
acto de reparación para arrancárselas”.
Y en
seguida dijo la Santísima Virgen: “Mira,
hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan
continuamente con blasfemias e ingratitudes, tú, al menos, procura consolarme y
di que: Todos aquellos que durante cinco meses seguidos, en el primer sábado,
se confiesen y reciban la Santa Comunión, recen el Santo Rosario y me hagan 15
minutos de compañía meditando en los misterios del Rosario, con el fin de
desagraviarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias
necesarias para su salvación”.
DIFICULTADES
PARA CONFESARME EL MISMO SÁBADO
Mensaje
del 15 de febrero de 1926 (Pontevedra, España)
Ese
día se le aparece de nuevo el Niño Jesús y Lucía le habla de las dificultades
que algunas personas tenían para confesarse los días sábados, preguntándole si
no podía valer la confesión dentro de los ocho días.
-Jesús
le respondió: “Sí, puede
ser, y hasta de muchos más días, con tal que, cuando me reciban, estén en
gracia y tengan la intención de desagraviar al Corazón Inmaculado de María”.
Ella
preguntó: “-¿Jesús mío,
y los que se olviden de poner esta intención?”
-
Jesús le respondió: “Pueden
ponerla en la confesión siguiente, aprovechando la primera ocasión que tuvieren
para confesarse”.
POR
QUÉ SON CINCO LOS SÁBADOS
Mensaje
del 29 al 30 de mayo de 1930 (Tuy, España)
Cuando
Sor Lucía refería a su confesor el pedido de la Virgen, éste le dijo: ¿Por qué
5 y no 9 como los primeros viernes, o 7 como los dolores de la Virgen?
Cuenta
Lucía que estando en la Iglesia con el Señor en la noche del 29 al 30 de mayo
de 1930 y hablando con Él de dicha pregunta, se sintió de manera imprevista
invadida más íntimamente de la presencia divina y he aquí lo que le fue
revelado:
“Hija
mía, el motivo es el siguiente: son cinco las principales clases de blasfemias
cometidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1) Las
blasfemias contra la Inmaculada Concepción
2) Las
blasfemias contra su Virginidad
3) Las
blasfemias contra su Maternidad Divina, negándose al mismo tiempo reconocerla
como Madre de los hombres.
4) Las
blasfemias de aquellos que públicamente tratan de infundir en los corazones de
los niños la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia esta Madre
Inmaculada.
5) Las
ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus Sagradas Imágenes”.
“He
aquí el motivo por el cual el Corazón Inmaculado de María me ha sugerido pedir
esta pequeña reparación y en consideración a Ella, conmover mi misericordia
para perdonar a las almas que han tenido la desgracia de ofenderla”.
RESUMEN
A-Promesa
de María: Asistirnos en la hora de la muerte con todas
las gracias necesarias para la salvación de nuestra alma.
B-Condiciones:
Durante 5 primeros sábados de mes seguidos:
1-Confesarse (dentro del plazo anteriormente mencionado)
2-Recibir la Santa Comunión en Gracia de Dios
3-Rezo del Santo Rosario
4-Meditación durante 15 minutos de los misterios del Rosario (uno o más)
1-Confesarse (dentro del plazo anteriormente mencionado)
2-Recibir la Santa Comunión en Gracia de Dios
3-Rezo del Santo Rosario
4-Meditación durante 15 minutos de los misterios del Rosario (uno o más)
C-
Importante: Recordar que debemos realizar la Confesión,
la Comunión, el rezo del Santo Rosario y la meditación de los misterios en
REPARACIÓN POR LOS PECADOS QUE SE COMETEN CONTRA EL CORAZÓN INMACULADO DE
MARIA.
ESPÍRITU
DE REPARACIÓN
Todos
estos actos de la devoción, deben hacerse con la intención de reparar las
ofensas cometidas en contra del Inmaculado Corazón de María. Aquellos que la
ofenden cometen una ofensa doble: ofenden a su Divino Hijo, y ponen en peligro
su salvación.
Esta reparación
hace énfasis en nuestra responsabilidad hacia los pecadores que no oran y no
hacen reparación por sus pecados. Esta devoción nos presenta una
responsabilidad social y nos recuerda que para ir a Dios debemos amar a
nuestros semejantes y tratar de salvar sus almas. También nos enseña una forma
excelente de hacerlo, a través del espíritu de reparación al I.C. de María.
Hay
quienes se preocupan de que se les puede olvidar en cada uno de los cinco
sábados ofrecer por la intención de reparación. Pero esto se puede evitar
haciendo la resolución de ofrecer esta reparación desde el primer sábado que se
empieza.
“Dios
mío yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan, y no te aman” (el ángel a los pastorcitos de Fátima)
IMPORTANCIA
DE ESTA DEVOCIÓN
En
febrero de 1926 se le apareció el Niño Jesús preguntándole si había difundido
la devoción a su Santísima Madre. Lucía le contó las dificultades que tenía en
llevar a cabo esta misión. Jesús le respondió que con su gracia bastaba.
En
Fátima, la Virgen misma desea recomendar esta devoción, especificando “cinco
primeros sábados consecutivos” enriqueciendo esta práctica con la promesa de
salvación.
En la
última instancia, es Dios quien es ofendido por cada pecado. Por esta razón, es
Dios también quien es el objeto último de cada acto de reparación de los
cristianos. Nosotros no podemos comprender propiamente el mensaje celestial
dado en Fátima en este punto esencial de reparación si no lo hacemos reparando
directamente al Inmaculado Corazón de María.
Es
nuestro Señor mismo quien nos dice: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima
Madre. Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada
momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas”.
La
predestinación de María en su Maternidad Divina, su colaboración activa en toda
la obra de redención, su misión de ser madre espiritual de toda la Iglesia y de
cada persona redimida por la preciosa sangre de Cristo, constituye una de las
leyes básicas de la divina providencia para la aplicación efectiva de la
redención en cada alma.
Por lo
tanto, la devoción a su Inmaculado Corazón debe ser intensificada y extendida.
Consecuentemente quien ofenda a nuestra Madre, ya sea por blasfemia, por
negación de su grandeza en su misión de corredención, o por tratar de
despreciar la devoción a Nuestra Señora en la Iglesia o en las almas, al mismo
tiempo ofende a Dios y a su providencia. Un cristiano que comprende cuan vil
son este tipo de ofensas trata de hacer reparación intensificando su devoción
personal y sus esfuerzos para que el Reino del Corazón de María se establezca.
Así responde el amor.
Ambos
aspectos de la reparación cristiana: primero directamente a Dios y
subordinadamente al corazón de María, son manifestaciones complementarias de
una misma realidad y un mismo espíritu.
FRUTOS
DE ESTA DEVOCIÓN
En
toda verdadera devoción a nuestra Señora (y la devoción a su Inmaculado Corazón
es expresión perfecta de la verdadera devoción) hay siempre una invitación
efectiva a regresar los corazones a Cristo Salvador.
Cuando
se trata de aquellos que han perdido la gracia, es una llamada a la conversión,
a la vida de gracia y a la salvación eterna.
Cuando
se trata de almas que viven en la gracia de Dios, la verdadera devoción a
María, les da un fuerte impulso por avanzar por la vía de santidad y crea en
ellos un espíritu de apostolado cristiano.
Esta
es una ley constante en la vitalidad de la Iglesia. Ya sean Instituciones
Marianas, Santuarios Marianos, movimientos y peregrinaciones Marianas, siempre
han sido una llamada irresistible desde el corazón maternal de María, a un
regreso de estas almas a Cristo.
La
práctica de los cinco primeros sábados en reparación, corresponde a este nuevo
capitulo de la santificación y de la eterna salvación de los redimidos.
PROMESA
DE SALVACIÓN
Aquellos
que practiquen esta devoción de los cinco primeros sábados, Nuestra Señora
prometió: “Yo os asistiré a la hora de vuestra muerte con las gracias
necesarias de salvación”. Ella no promete la salvación eterna, sino las gracias
necesarias para la salvación.
Hay
muchos testimonios de almas que son especialmente devotas del Corazón de María,
que reciben un conocimiento del cielo que la hora de su partida esta cerca. No
es precisamente un anuncio de la muerte, pero si una nueva y gentil
preocupación por recibir con mas dignidad los sacramentos, con una intención
mas pura en todas sus acciones y se intensifica la caridad y la dedicación al
apostolado. El Corazón de María va perfeccionando las almas de sus hijos hasta
llegar a su encuentro decisivo con su Divino Salvador.
¡Inmaculado
Corazón de María, sed la salvación del alma mía…. y del mundo entero!
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