2.- LA
PROPAGACIÓN
Echadas
a volar algunas de las anteriores ideas siendo yo Arcipreste de Huelva, en mi
GRANITO DE ARENA, quise contrastarlas con el sello de la autoridad
eclesiástica, para seguridad mía y fecundidad de ellas, y escribí a mi
amadísimo Prelado y a todos los venerables Prelados españoles, exponiéndoles
el proyecto y pidiéndoles, caso de merecer su aprobación, la divulgación de la
Obra por sus Boletines y su implantación mediante el nombramiento de Directores
diocesanos.
El éxito más lisonjero respondió a mis cartas.
Casi todos los señores Obispos contestaron aprobando con elogio e
interés la Obra de Las Tres Marías y
se dignaron enviarme los Boletines en que la daban a conocer. Y otros además,
nombraron Directores diocesanos para la propaganda y establecimiento de la
Obra.
Entre todos debo y quiero hacer especial mención del que fue mi
amadísimo Prelado, el llorando Cardenal Almaraz, por la pronta y expresiva
aprobación que dio a la Obra en el Boletín Eclesiástico de la diócesis.
Del Boletín eclesiástico de
la diócesis de Sevilla:
"Desea
el Rvdmo. Prelado que los señores curas párrocos acojan el pensamiento de la Obra de las Tres Marías, del señor
Arcipreste de Huelva. Pues con ser tan sencillo y de tan fácil ejecución, es un
medio eficacísimo para estimular la piedad y hacer que los pueblos vivan del
espíritu de fe, acompañando al Divino Prisionero, que se ha quedado en los
Sagrarios por amor a los hombres".
La Obra, pues, estaba bien nacida, bautizada y confirmada.
Copié en hojas sueltas los artículos de Él GRANITO DE ARENA con la
noticia de la Obra, y con la bendición del Divino Sembrador, empecé a sembrar
hojas por toda España, Portugal y la América latina.
En poco tiempo, se repartieron cuarenta y cinco mil hojas de propaganda
de la Obra.
Después, ¿quién podría contar el número? Hoy ascienden a millones.
¡Y cuánto tengo que bendecir al Corazón Eucarístico de Jesús por las
respuestas recibidas! ¡Con qué prontitud, ardimiento y delicadeza ha respondido
el amor dolorido por el abandono de los Sagrarios!
Lo confieso ingenuamente, más de una vez han acudido a mis ojos lágrimas
de gozo y consuelo a un tiempo, al leer cartas de párrocos de pueblos, de
corazones de piedra para con Jesucristo y su cura, pidiéndome angustiosamente
Marías que siquiera en espíritu, acompañen sus Sagrarios tan solos y tan
tristes. O almas ignoradas de religiosas y seglares que ofrecen sacrificios y
trabajos heroicos para calentar los Sagrarios fríos. De niños y niñas que se
constituyen en los únicos adoradores y visitadores de los Sagrarios de sus
parroquias. O de enfermos impedidos que, no pudiendo personalmente ir a ningún
Sagrario, piden uno para acompañarlo con sus actos de amor, paciencia y
ofrecimiento resignado de sus penas y males.
Sí,
bendito mil y mil veces sea el Corazón Eucarístico de Jesús por esas
manifestaciones de amor sufrido, callado, generoso, magnánimo, de tantos
corazones heridos por la pena de los abandonos que Él padece.
Posteriormente han caído sobre nuestra Obra las recomendaciones más
calurosas y decididas de los Congresos Eucarísticos Internacionales de Madrid,
Viena, Malta, Lourdes y otros más recientes a más de no pocos nacionales y
regionales.
Con motivo de la celebración del primer Congreso Catequístico de
Valladolid, a los tres años de fundada la Obra, tuve el inmenso gusto de reunir
por dos veces a más de treinta Directores diocesanos y a más de mil Marías de
toda España, tomando acuerdos muy trascendentales para la buena marcha de
nuestra Obra y de modo parecido, aunque con mucho mayor número, en el Congreso
Eucarístico Nacional de Toledo en 1926.
El Episcopado y las Marías
Muy
pocos datos necesito citar para demostrar hasta la evidencia, la benevolencia y
más el cariño con que los Rvdmos. Prelados miran y tratan nuestra Obra.
1º En los doce años, que al publicar por primera vez estas líneas
llevaba la Obra de vida pública, se habían fundado en España, con la aprobación
y en muchos casos a petición de los Rvdmos. señores Obispos, Centros diocesanos
en casi todas las diócesis.
2º En las solemnes fiestas de bendición e imposición de insignias a las
Marías verificadas hasta ahora, los señores Obispos respectivos, han querido
dar una prueba de su amor a la Obra, celebrando ellos mismos de pontifical la
ceremonia, y la santa Misa de Comunión y dirigiendo su autorizada palabra, así
como presidiendo sus juntas generales.
3º Sé que hay Prelados que encargan a sus misioneros propaguen y
fomenten esta Obra en sus misiones y todos han concedido gracias e indulgencias
por las prácticas y devociones de la misma.
¡Cuánta seguridad y cuánta fecundidad da a nuestra amada Obra, esa
aprobación y ese cariño de los Pastores de la Iglesia! El llorado Cardenal
Aguirre, Primado de España, dijo: A las Marías está reservada la reconquista de
España para Jesucristo.
Los párrocos y las Marías
Puesto a decir la verdad, con la que quiero
vivir desposado, manifiesto sinceramente que al dar los primeros pasos,
nuestra Obra tropezó en algunas partes con algo de reserva o prevención de los
párrocos. Pero con la misma sinceridad debo confesar que el celo discreto y
perseverante de las Marías, y el más claro conocimiento que de la misión de
éstas fueron adquiriendo los párrocos celosos, disiparon pronto los recelos y
hoy en esos mismos pueblos, son recibidas y estimadas las Marías, no como policías que van a fiscalizar la acción del párroco, ni como mandonas que van a disponer a su antojo, sino, como Marías que van detrás del párroco como iban las del Evangelio detrás del Señor,
para ayudarle, servirle, consolarle y, cuando otra cosa no puedan, llorar con
él.
Gracias a Dios, nuestros párrocos conocen, desean y aman la Obra de las
Marías. ¡Cuántas cartas, cuántos testimonios poseo del agradecimiento que le
tienen, del consuelo, auxilio y frutos que de ella reciben.
Una dificultad
En
mis viajes de propaganda he podido observar que casi la única dificultad y más
que dificultad recelo que impide a
algunos espíritus rectos, entusiasmarse con nuestra Obra es el agobio que dicen que padecemos de Obras nuevas, contando la nuestra en el
número de Obras nuevas.
Dejando para otro lugar discutir la conveniencia de oponer a tanto mal nuevo remedios nuevos, contesto sólo aquí al recelo aquél diciendo que las Marías
en la Iglesia no son nuevas. Son antiguas como el Evangelio. Lo nuevo ha sido,
y a nosotros nos ha tocado el triste privilegio de verlo y sentirlo, el que no
las haya; el que esté Jesucristo sin Marías en su vida de Sagrario. Y a eso
viene esta Obra, a procurar que haya junto a Jesús Sacramentado lo que siempre
hubo: Marías...
La Obra de las Marías, nació en
la fidelidad de Galilea. Se bautizó en las lágrimas de la calle de la Amargura.
Se confirmó en la sangre del Calvario. Y se perpetuó en el amor de la
Eucaristía...
Ya ven si es antigua nuestra Obra. Por esa razón no admito que me digan
que yo he sido quien la ha fundado, sino quien por misericordia de Dios la ha
echado de menos...
Órgano
La Obra tiene por órgano oficial en la prensa
la revista EL GRANITO DE ARENA que escribí y publiqué primero en Huelva,
después en Málaga y ahora en Palencia 1.
3.-
ORGANIZACIÓN
Esta
Obra es una Pía Unión con un
Moderador general para todo el mundo. Tiene carácter diocesano. Y está sometida
en cada diócesis al respectivo Ordinario.
A
éste compete el nombramiento de Director diocesano y la erección canónica, así
como el permiso en cada enfermedad, para
el uso del gran privilegio pontificio del altar Portátil a las Marías enfermas 2.
Al Moderador General compete señalar las condiciones esenciales de la
Obra. Tomar las medidas necesarias para la conservación e intensificación del
espíritu de la misma. Llevar registros generales de Directores y Centros. Él
archivo y estadísticas. Fomentar la propaganda y fundación de nuevos Centros. Y
cuanto exija el bien general de la Pía Unión.
Al Director diocesano corresponde nombrar su Junta auxiliar en la
capital y directores arciprestales y locales en los pueblos; firmar patentes;
admitir; presidir las Juntas, etc., etc. 3
4.- LOS DISCÍPULOS
DE SAN JUAN
Nacieron
poco después de las Marías.
Un fervoroso novicio benedictino, enterado de la Obra por Él GRANITO DE
ARENA y entusiasmado por ella, me escribió con permiso de sus superiores,
pidiéndome el puesto de san Juan Evangelista para él y sus connovicios que
estaban ansiosos de acompañar en espíritu los Sagrarios-Calvarios que se les
designaran.
Mi respuesta, como es de suponer, fue afirmativa y desde entonces
comencé a proponer el puesto de san Juan a los hombres y a pedirles que se
hicieran Juanes de esos Sagrarios-Calvarios.
Aunque su propagación no ha corrido pareja con la de las Marías, pues
parece que se sigue conservando para nosotros, los hombres, la triste
proporción de un Juan por tres Marías del Calvario, no deja de
extenderse con solidez de cimientos y eficacia de frutos.
Ya son muchos los Centros que se glorían de tener sus grupos de
Discípulos de san Juan sacerdotes y seglares.
Rama de estos Centros y muy frondosa por cierto, es la Obra de los Discípulos de san Juan Seminaristas que
durante el curso con la compañía espiritual y en las vacaciones con sus
trabajos de propaganda y reparación eucarísticas están poblando no pocos
Sagrarios y adiestrándose para luego ser sacerdotes eucarísticos, penetrados del
odio al abandono del Sagrario.
Así como a las Marías les ha nacido un tercer grupo, las Marías
Nazarenas, a los Discípulos de san Juan les ha nacido en el año 1918, otro
tercer grupo de Discípulos de san Juan, los sacerdotes Misioneros Eucarísticos Diocesanos,
que al estilo de aquéllas viven en comunidad, con el espíritu de una hermosa
vida apostólica.
Los horribles desastres que desde el año 1931 hasta el cautiverio por
los rojos, cayeron sobre la desgraciada Málaga, disolvieron esta Obra de Misioneros
Eucarísticos Diocesanos que tantos frutos había producido. No pierdo la
confianza en el Corazón de Jesús que la resucitará.
5.- LOS NIÑOS
REPARADORES
Para reparar el mal de los Sagrarios sin niños
y de los niños sin Sagrario, agravado por los tiempos que hemos padecido de
escuelas laicas y guerras a las almas de lo pequeñuelos, propuse a las Marías,
al comenzar el año 1934, la formación de grupos de Niños y Niñas Reparadores de
aquel doble mal, reorganizando así y dando una nueva forma a aquellos
«Juanitos» que en el año 1912 fundara en las Escuelas de Huelva y que con el
mismo nombre se organizaron por entonces en otras poblaciones. Esta rama
infantil de nuestra Obra, será además, el plantel de donde salgan los genuinos
Discípulos de san Juan y Marías, formados desde pequeñitos en el conocimiento,
amor y vida del Sagrario y en la reparación de sus abandonos.
Sus obligaciones
Como mínimo se les exige la Comunión sacramental semanal y la Comunión
espiritual y visita personal al Sagrario diarias, rezando sus preces propias.
Como máximo, la Comunión sacramental y una decena del rosario diarias, pequeños
sacrificios frecuentes y reparadores, apostolado eucarístico entre sus
compañeros y cuanto se le ocurra a un corazón puro, enamorado por Jesús. Tienen
su insignia, normas y revista propias.
Expansión y frutos
Los frutos de esta Reparación Infantil no se
hicieron esperar: por todas las regiones de España comenzaron a surgir grupos
de Niños y Niñas Reparadores, especialmente en los pueblos, donde en no pocos
son ellos el consuelo de Jesús y del párroco, supliendo ausencias y abandonos
de los mayores. Pronto los establecieron también en México, Venezuela y otras
naciones americanas. Y hasta en Holanda contamos con otro simpático grupo. A
pesar de ser obra de selección, suman ya varios miles y el fervor y entusiasmo
con que hacen sus Comuniones y visitas, sus sacrificios, en número verdaderamente
asombroso y aleccionador para los no niños, sus viajes con las Marías a otros
pueblos de Sagrarios menos acompañados, y su apostolado y buenos ejemplos,
están dando al Corazón de Jesús alegrías muy grandes y compensadoras y
atrayendo sus más ricas bendiciones.
Visto el incremento que tomaba esta "infancia
eucarística" y con objeto de ayudar a su formación, propaganda y
mutuas relaciones y estímulos, se comenzó a publicar en enero de 1937, como
suplemento de Él GRANITO DE ARENA, el periodiquillo ilustrado REINE (Reparación Infantil Eucarística)
que ha sido acogido con enorme interés no sólo por nuestros Niños Reparadores,
sino por otros muchísimos pequeñuelos de catequesis y escuelas 4.
6.- LOS ASPIRANTES 5
Nos
complacemos en afirmar que en septiembre de 1940, la creación del Aspirantado
ha sido acogida con entusiasmo y que todos los Centros lo van organizando
obteniendo preciosos frutos de estos grupos selectos de juventud, sólidamente
formados en el espíritu de reparación eucarística de nuestra Obra.
El
porqué de esta sección
Las circunstancias de los tiempos y el
espíritu de nuestra Obra, hicieron ver a nuestro venerado Padre Fundador, de
santa memoria, la necesidad de organizar aparte, como grupo infantil dentro de
nuestra querida Pía Unión, a los niños y niñas selectos para que vivan el
espíritu eucarístico reparador. Surgieron los Niños Reparadores. Pero éstos
crecen y llegan a la edad tan delicada y tan necesitada de formación, en la
que ni se les puede creer con la consistencia debida para perseverar en las
obligaciones que nos impone el desagravio y la reparación a que hemos sido
llamados los Discípulos de san Juan y las Marías, podemos contarlos ya entre
los pequeños y pequeñas de la Reparación Infantil Eucarística.
Ante esto, se crea una sección intermedia de
los que han sido Niños Reparadores, y que comprende desde los catorce a los
dieciocho años, aproximadamente. Pueden pertenecer también los jóvenes (de
ambos sexos), comprendidos en la edad señalada, aunque antes no hayan formado
parte de la R.I.E. Este proyecto que nuestro amadísimo Prelado Fundador aprobó
con satisfacción entre el sufrir de la enfermedad que nos lo llevó, se ha
convertido en una realidad.
Obligaciones
y prácticas del Aspirantado
Teniendo en cuenta que es un grado intermedio
entre Niños Reparadores y Marías y Discípulos de san Juan, y, lo que a éstos se
les pide, han de tender estos Aspirantes a la Comunión diaria o, por lo menos,
frecuente, entendiéndose por ésta, tres veces en semana.
Hacen la visita diaria al santísimo.
Notas:
1 Actualmente, tanto
la Redacción como la Administración de EL GRANITO DE ARENA, residen en: Calle
Tutor 15-17; 28008 MADRID.
2 Después del
Concilio Vaticano II, no es necesario pertenecer a la Obra de las Marías, para
conseguir el permiso de que celebren la santa Misa en la habitación de un
enfermo.
3 Véanse los
Estatutos de la Obra de los Sagrarios-Calvarios, renovados en la forma de
organización y gobierno para su adaptación a las orientaciones del Concilio
Vaticano II. Al conjunto de todas las ramas de la Obra de los
Sagrarios-Calvarios, se le designa ahora: UNIÓN
EUCARÍSTICA REPARADORA (UNER). Las distintas secciones son: Marías de los
Sagrarios; Discípulos de san Juan; JER (Juventud Eucarística Reparador); RIE
(Reparación Infantil Eucarística); Institución de Misioneras Auxiliares
Nazarenas.
4 Actualmente en vez
de llamarse REINE, esta revista infantil, se llama R.I.E.
5 Este Aspirantado es
hoy la JER (Juventud Eucarística
Reparadora), con su organización renovada según las directrices del
Concilio Vaticano II.
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