Y cuando se acercaron a Jerusalén, y
llegaron a Betfagé al monte del Olivar, envió entonces Jesús a dos discípulos,
diciéndoles: "id a esa aldea que está enfrente de vosotros, luego
hallaréis una asna atada y un pollino con ella, desatadla y traédmelos: Y si
alguno os dijere alguna cosa, respondedle que el Señor los ha menester, y luego
los dejará". Y esto todo fue hecho, para que se cumpliese lo que había
dicho el Profeta, que dice: Decid a la hija de Sión: He aquí tu Rey, viene
manso para ti, sentado sobre una asna, y un pollino, hijo de la que está debajo
del yugo. Y fueron los discípulos, e hicieron como les había mandado Jesús. Y
trajeron la asna y el pollino: y pusieron sobre ellos sus vestidos, y le
hicieron sentar encima. Y una grande multitud del pueblo tendió también sus
ropas por el camino: Y otros cortaban ramos de los árboles y los tendían por el
camino. Y las gentes que iban delante y las que iban detrás gritaban, diciendo:
"Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en el nombre del Señor: Hosanna
en las alturas".
Y cuando entró en Jerusalén, se
conmovió toda la ciudad, diciendo: "¿Quién es éste?" Y los pueblos
decían: "Este es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea".
Remigio
El evangelista ya había referido que el Salvador había salido de
Galilea, y empezaba a subir hacia Jerusalén. Por lo tanto, después que refirió
lo que había sucedido en el camino, queriendo continuar su narración, dice:
"Y cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfage", etc.
Betfage era un lugar propio de los sacerdotes, ubicado a la falda del monte de
los Olivos y distante de Jerusalén como una milla. Y los sacerdotes que servían
en el templo por espacio de cierto número de días, una vez terminadas las
funciones de su ministerio, se hospedaban en aquel sitio, e igualmente los que
empezaban a ejercer también vivían allí; porque estaba mandado en la ley que
nadie anduviese más de mil pasos en el día de sábado.
Orígenes,
homilia 14 in Matthaeum
Por esto Betfage quiere decir Casa de las quijadas, porque la parte que
correspondía a los sacerdotes según la ley era una quijada.
Prosigue:
"Entonces envió Jesús", etc.
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
No dijo a sus discípulos decid: tu Señor necesita de ellos, ni tampoco
vuestro Señor, para que comprendan que El únicamente es verdadero Dios, no sólo
de los animales sino también de todos los hombres, porque aun los pecadores en
cierto sentido también son suyos; pero por voluntad propia son del demonio.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom.
66,2
Y no creas que esto carece de importancia, porque ¿quién obligó a los
dueños de los jumentos a no querer contradecir, queriendo callar y conceder lo
que pedían? En esto evidenció a sus discípulos, que pudiendo ocultarse a los
judíos, no quiso hacerlo. También dio a entender que todo lo que se pidiere lo
concedieran; porque si los que desconocían a Jesucristo fueron tan generosos,
con más razón sus discípulos debían ser los que dispensaran sus gracias a los
demás. Y en cuanto a lo que dice: "Y luego los dejará".
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
Debe creerse que el animal después de su entrada en Jerusalén fue
remitido por Jesucristo a su propio dueño.
Glosa
También puede entenderse que el amo de aquellos jumentos los soltará en
seguida para dedicarlos al servicio del Señor. A este hecho se añade el
testimonio del profeta, para que se vea que el Señor cumplió todo lo que estaba
escrito de El. Pero que los escribas y los fariseos, cegados por la envidia, no
quisieron entender la misma ley.
Por lo tanto, prosigue: "Y todo esto fue hecho, para que se
cumpliese lo que había dicho el Profeta", etc. Esto es, Zacarías.
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
Conociendo el profeta la malicia de los judíos -que habrían de
contrariar a Jesucristo cuando subiese al templo- les advirtió cuál sería la
señal para que conociesen a su rey, diciendo: "Decid a la hija de Sión: He
aquí", etc.
Rábano
Hija de Sión, según la historia, es la ciudad de Jerusalén, que está
colocada en el monte Sión; y en sentido espiritual es la Iglesia de los fieles,
que pertenece a la suprema Jerusalén.
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
"He aquí " es la palabra de una persona que enseña. Esto es,
no en sentido material, sino en sentido espiritual; observad sus acciones
virtuosas. Antes de ahora ciertamente decía muchas cosas para manifestar que
Aquel de quien hablaba ya era tu rey antes de nacer. Y cuando lo veáis, no
queráis decir: no tenemos otro rey sino el César ( Jn 19,15). Vino por ti,
entiéndelo bien, para salvarte; pero si no lo comprendes, viene contra ti. Manso,
no para ser temido por su poder, sino para ser amado por su mansedumbre; por
esto no lo ves sentado en un carro de oro, ni vestido de hermosa púrpura, ni
montado en brioso caballo como amante de disensiones y de pleitos, sino sobre
una pollina, amante de la tranquilidad y de la paz; por esto sigue:
"Sentado sobre una asna", etc.
San
Agustín, de consensu evangelistarum, 2,36
Opinan de diversos modos los evangelistas respecto de este testimonio
profético. San Mateo lo refiere dando a conocer que la asna recordaba al
profeta; pero no se expresa en esos términos San Juan, ni los códices
eclesiásticos interpretados por muchos; en virtud de lo cual, me parece a mí
que como San Mateo escribió su Evangelio en lengua hebrea, es evidente que aquella
interpretación llamada de los Setenta, se diferencia, aunque poco, en algunas
cosas que encontraron en el texto hebreo los que conocieron a fondo esta lengua
y los que interpretaron estos mismos libros escritos en hebreo. Si se busca el
fundamento de esta diferencia, creo muy probable que estos Setenta
interpretaron con el mismo espíritu con que se había dicho lo que ellos
tradujeron. Esto se ha confirmado después por la admirable conformidad que ha
resultado entre ellos. Luego ellos mismos, aun cuando han variado algunas cosas
respecto de la forma, no se han separado de la voluntad de Dios, cuyas palabras
interpretaban, y no han querido demostrar otra cosa que lo mismo que dicen los
evangelistas, aun cuando nos admiramos -por sus pequeñas diferencias-, de las
que se nos dan a conocer que no hay mentira. Si bien alguno refiere algo de
diferente modo, con tal que no se aparte de la voluntad de aquél con quien debe
estar conforme. Por lo cual es muy conveniente conocer las costumbres para
evitar equivocaciones. También son dignos de fe porque no debemos creer que
exponen la verdad con las mismas expresiones, como si fuera Dios quien nos
refiriera esto y nos recomendase las palabras con que deben exponerse aquellas
verdades. También debe tenerse en cuenta que esto no ha sido dictado de tal
manera que debamos averiguar en absoluto si podremos conocer lo que dice en la
misma forma que lo conoce Dios y los ángeles conocen en El.
Prosigue:
"Y fueron los discípulos y trajeron la asna", etc.
San
Agustín, de consensu evangelistarum, 2,36
Los demás evangelistas nada hablan de la asna. No debiera llamar la
atención del lector que San Mateo nada diga del pollino cuando los demás
evangelistas nada hablan de la asna. Mucho menos debe llamar la atención que
uno solo hable de la asna, de la cual no se ocupan los demás y, sin embargo, no
habla del pollino, de quien hablan los otros evangelistas. Y aun cuando uno de
ellos lo refiera de otro modo (cuánto menos debe extrañarse que cada uno lo
refiera de su manera?
Prosigue:
"Y pusieron sobre ellos sus vestidos y le hicieron sentar encima".
San
Jerónimo
Pero parece que el Señor no debería ir montado en estos dos animales,
siendo así que el camino era tan corto, pero en lo que la historia encuentra
imposibilidad o dificultad debe interpretarse en sentido más elevado, esto es,
en sentido místico.
Remigio
Pudo suceder muy bien que el Señor montase en estos dos animales.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom.
66,2
A mí me parece que no fue montado sobre la asna únicamente por el
misterio que representaba, sino por darnos a entender la grandeza de su
sabiduría, en la que nos demuestra que no hay necesidad de ir montado en
caballos, sino que es suficiente un asno y que debemos contentarnos con
satisfacer lo que sea necesario. Pregúntese a los judíos qué rey ha entrado en
Jerusalén montado en una pollina y no sabrán citar a otro más que sólo a Este.
San
Jerónimo
Las turbas que habían salido de Jericó y que seguían al Salvador
pusieron sus vestidos en el suelo y cubrieron el camino con ramas de árboles.
Por esto sigue: "Y una gran multitud del pueblo tendió también sus
ropas", etc. Sin duda para evitar que las piedras pudieran hacer daño a
los pies del asno, o que le hiriera alguna espina o cayera en algún hoyo.
Prosigue: "Y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el
camino", esto es, de árboles frutales de que está cubierto el monte de los
Olivos. Y habiendo arreglado todo, dan testimonio de quién es por medio de la
voz. Por esto sigue: "Y las gentes que iban delante y las que iban detrás
gritaban diciendo: ¡Hosanna al hijo de David!". Voy a decir brevemente lo
que quiere decir Hosanna. En el Salmo 117, que habla precisamente de la venida
del Salvador, dice esto entre otras cosas: "Oh Señor, sálvame; Oh Señor,
ayúdame; Bendito el que ha de venir en el nombre del Señor" (25,26). En
lugar de lo que dicen los Setenta intérpretes: "Oh Señor, sálvame",
leemos en el texto hebreo: " Anna adonais osianna ", lo cual
interpretó perfectamente San Símaco, diciendo: "Te ruego, Señor, que me
salves". Por lo tanto, ninguno crea que esta invocación ha sido escrita en
dos idiomas (esto es, en griego y en hebreo), sino únicamente en hebreo.
Remigio
Está compuesta de una palabra íntegra y otra adulterada. Hosi quiere
decir salva o da salud, anna entre ellos es una interjección de súplica, porque
así como entre los hebreos se dice por el que suplica anna; así, entre los
latinos el que sufre dice ¡ay!
San
Jerónimo
Significa también que la venida de Jesucristo es la salvación del mundo.
Por esto sigue: "Bendito el que viene en el nombre del Señor" ( Jn
5,43). Y el Salvador aprueba esto mismo en su Evangelio cuando dice: "He
venido en nombre de mi Padre".
Remigio
Porque no buscaba en todas sus acciones su propia gloria sino la de su
Padre.
Glosa
Y esto es lo que significa Bendito -esto es, glorificado sea- el que
viene -esto es, que se ha encarnado- en el nombre del Señor -esto es, del
Padre- glorificándolo.
San
Jerónimo
Además repiten, Hosanna, esto es, te ruego que me salves, e indican en
dónde quieren salvarse, a saber, en lo más alto; esto es, en los cielos y no en
la tierra. Y por esto se le añade Hosanna -esto es, la salvación en los
cielos-, se da a conocer claramente que la venida de Jesucristo, no sólo
representaba la salvación del hombre sino de todo el mundo, uniendo lo terreno
con lo celestial.
Orígenes,
homilia 14 in Matthaeum
También alababan la humanidad de Jesucristo cuando decían: "¡Hosanna
al hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!", y su
regreso al cielo cuando decían: "¡Hosanna en las alturas!"
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
Hosanna, según unos, quiere decir gloria, y según otros redención,
porque se le debe la gloria y es el autor de la redención, puesto que a todos
nos ha redimido.
San
Hilario, in Matthaeum, 21
Estas palabras de alabanza explican en sí el poder de la redención;
llaman a Jesús hijo de David, y en ello reconocen la herencia del reino eterno.
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
Hasta entonces el Salvador nunca había usado de animales, ni había
utilizado ramos verdes de los árboles como adornos de su cuerpo. Unicamente los
usa cuando asciende a Jerusalén para darse a conocer. Así, incitó a los que lo
veían a hacer lo que hacía tiempo querían. Por lo tanto se les dio la
posibilidad, pero no se les movió la voluntad.
San
Jerónimo
El Señor también se aproxima a Jerusalén en sentido místico, saliendo de
Jericó para traer de allí mucha gente; porque el grande, enriquecido con sus
grandes mercancías y habiendo devuelto la salud a los que creían, desea entrar
en la ciudad de la paz y en el lugar en donde puede verse a Dios. Y vino
también a Betfage, esto es, a la Casa de las Quijadas, porque representaba la
figura de la confesión; y radicaba en el monte de los Olivos, donde se
encuentra la luz de la ciencia y el descanso de los trabajos y de los dolores.
Se designa este mundo por medio de la aldea que estaba enfrente de los
apóstoles y estaba contra ellos y no quería recibir la luz de su celestial
doctrina.
Remigio
El Señor envió desde el monte de los Olivos a sus discípulos a la aldea,
por lo que envió también a los predicadores de la Iglesia primitiva por todo el
mundo. Envió dos, porque hay dos clases de predicadores, de quienes habla el
Apóstol cuando dice: "El que ha obrado en Pedro en el apostolado de la
circuncisión, ha obrado también en mí entre los gentiles" ( Gál 2,8). O
también porque hay dos preceptos de caridad, o por los dos testamentos, o por
la letra y el espíritu.
San
Jerónimo
También por la teoría y por la práctica, esto es, la ciencia y sus
acciones. Y esta asna que fue acostumbrada al yugo y que llevó sobre sí el yugo
de la ley, representa a la sinagoga; el pollino de la asna son los hijos
lascivos de los gentiles, porque Judea -según el Señor- es la madre de todos
los gentiles.
Rábano
Unicamente San Mateo, que escribió su Evangelio para los judíos,
presenta un asna llevando al Señor, para demostrar a aquellas gentes que si se
arrepienten no deben desesperar de su salvación.
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
Los hombres son comparados con los animales porque se les parecen en
algunas cosas cuando no conocen al Hijo de Dios. Este es, pues, el animal
inmundo y el más irracional de todos los animales; el más necio, el más débil,
el más innoble y que más se presta a la carga. Así fueron los hombres antes de
la venida de Jesucristo: manchados por sus diversas pasiones, irracionales,
carentes de palabras razonables, necios porque desprecian a Dios, débiles en
cuanto al alma, innobles porque olvidándose de su descendencia celestial se
habían convertido en esclavos de sus pasiones y de los demonios. También
llevaban la carga porque llevaban sobre sí el saco del error que les habían
impuesto los demonios y los filósofos. Estaba atada la asna -esto es, estaba
impedida por el lazo del error del demonio-, y no tenía libertad de ir a donde
quería, porque antes que pequemos, tenemos libre albedrío y hacemos lo que el
demonio desea o no lo hacemos si queremos. Pero si pecamos nos vemos como
obligados por sus obras, y ya no podemos escapar por nuestra propia fuerza. Y
así como la nave -una vez roto el timón- es llevada a donde quiere la
tempestad, así también el hombre, cuando pierde el auxilio de la divina gracia
por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que quiere el demonio. Y si
Dios no lo desata con la mano poderosa de su misericordia, permanecerá esclavo
por sus pecados hasta la muerte. Por esto dice a sus discípulos: soltadle; esto
es, por vuestra predicación y por vuestros milagros, porque todos los judíos y
los gentiles fueron puestos en libertad por medio de los apóstoles. "Y
traédmelos", esto es, convertidlos a mi gloria.
Orígenes,
homilia 14 in Matthaeum
Por lo que cuando iba a subir al cielo mandó a sus discípulos que
soltasen a los pecadores dándoles el Espíritu Santo. Una vez libres y ya
marchando y robustecidos además por la divinidad de Jesucristo, fueron
considerados como dignos de ser remitidos a aquel lugar de donde habían salido.
No ya para que volviesen a sus antiguas faenas sino para que les predicasen al
Hijo de Dios. Esto es lo que significa cuando dice: "Y luego los
dejará".
San
Hilario, in Matthaeum, 21
Por medio de la asna y del pollino especifica las dos vocaciones del
pueblo gentil. Había algunos samaritanos que vivían bajo el influjo de cierta
costumbre y eran feroces; éstos estaban representados por el pollino. Había
también gentes indómitas y terribles, que estaban representadas por medio del
pollino. Por esta razón, son enviados dos, para que suelten a los que estén
atados por los vínculos del error. Por medio de San Felipe creyó Samaria, y por
medio de San Pedro, Cornelio fue traído a la fe de Jesucristo, como primicia de
los gentiles.
Remigio
Así como entonces se dijo a los apóstoles: "Si alguno os dice algo,
decidle que el Señor necesita de ellos"; así, ahora manda a los
predicadores que, aun cuando encuentren alguna dificultad, no cesen de
predicar.
San
Jerónimo
El vestido de los apóstoles, que fue colocado sobre el jumento,
representa o la enseñanza de las virtudes o el conocimiento de las Sagradas
Escrituras. También representa la diversidad de las enseñanzas católicas, en
las que si el alma no está instruida y adornada, no puede merecer que el Señor
descanse sobre ella.
Remigio
El Señor se sentó, pues, sobre el asno y se encaminó a Jerusalén, porque
como era el jefe de la santa Iglesia y del alma fiel, la gobierna en este mundo
y la lleva después de esta vida, introduciéndola en la patria celestial. Los
apóstoles y los demás doctores colocaron sus mantos sobre la asna porque dieron
a los gentiles la gloria que habían recibido de Jesucristo. Las gentes también
tendían sus vestidos por el camino, porque aquellos judíos que creían en el
Señor despreciaban la gloria que habían recibido de la ley. Cortaban ramas de
los árboles, porque habían conocido en virtud de los profetas lo que había de
hacer Jesucristo, como de árboles verdes. Las gentes que tendían sus vestidos
en el camino representan a los mártires que entregaron sus vestidos -esto es,
los cuerpos que cubrían sus almas-, sufriendo el martirio por Jesucristo. Y
también representan a aquéllos que dominan sus cuerpos por medio de la
abstinencia. Aquéllos que examinan los escritos y los testimonios de los Santos
Padres cortan ramas de los árboles, para su salvación y la de sus hijos.
San
Jerónimo
Cuando dice: las turbas que lo precedían y que lo seguían, se refiere a
uno y otro pueblo, al de aquéllos que creyeron en el Señor antes y después del
Evangelio, y que alababan a Jesús a una voz.
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 37
Y aquéllos clamaron vaticinando la venida de Cristo; éstos en cambio,
claman alabando la venida de Cristo ya cumplida.
San
Jerónimo
Habiendo entrado Jesús con todas aquellas gentes, toda la ciudad de
Jerusalén se conmovió, admirando que viniera tanta gente y desconociendo la
causa. Por esto dice: "Y cuando entró en Jerusalén, se conmovió toda la
ciudad diciendo: ¿Quién es éste?"
Pseudo-Crisóstomo,
opus imperfectum in Matthaeum, hom. 38
Se admiran con razón cuando ven aquella cosa admirable: un hombre que
era aclamado como si fuese Dios; y Dios que era alabado en un hombre. Y yo creo
que ni aun los mismos que lo aclamaban sabían lo que aclamaban; pero el
Espíritu Santo, habiendo entrado en ellos de repente, les inspiraba aquellas
palabras de verdad.
Orígenes,
homilia 15 in Matthaeum
Y cuando entró Jesús en Jerusalén, asombrados ante aquellas virtudes
sobrenaturales decían: ¿quién es este Rey de la gloria? ( Sal 23,8).
San
Jerónimo
Y a los demás, que dudaban o preguntaban, les contestaba la plebe. Por
esto sigue: "Y los pueblos decían: Este es Jesús", etc. Siempre suele
suceder que las cosas empiezan por poco cuando han de llegar a mucho. Llaman
profeta a Aquel de quien Moisés había dicho que vendría uno semejante a él, de
Nazaret de Galilea, porque allí había sido educado, para que como la flor del
campo se alimentase con la flor de las virtudes.
Rábano
Debe advertirse que esta entrada de Jesús en Jerusalén se verificó cinco
días antes de la Pascua. Refiere San Juan (cap. 12) que, seis días antes de la
Pascua, había venido a Betania y que al amanecer había montado en un pollino y
había venido a Jerusalén. En esto debe notarse la gran conformidad que hay no
sólo en las cosas, sino también en las épocas, tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento. En el día décimo del mes primero estaba mandado que se
trajese a la casa el cordero que se había de inmolar en la Pascua, porque el
Señor, en el día décimo del mismo mes -esto es, cinco días antes de la Pascua-
había de entrar en la ciudad en que había de padecer.
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